lunes, 20 de abril de 2009

Se tiene que ir

Cada vez cobra más fuerza el rumor de la probable remoción de la actual Ministra del Interior, la maestra Daisy Tourné. De confirmarse el mismo, estaríamos sin duda ante una buena noticia, ya que los hechos han demostrado que la cartera al frente de la cual se “desempeña”, le quedó grande a la ex dirigente sindical, ganándose además la dudosa reputación de ser considerada la peor Ministro del Interior desde el retorno de la democracia en 1985.
Junto a la incapacidad manifiesta para cumplir la misión que le fuera encomendada, la actual Ministra será en el futuro tristemente recordada por su arrogancia y soberbia en el trato con la oposición, sus desplantes a la prensa, sus reacciones intempestivas ante las críticas y sus extravagancias lindantes con el ridículo (para la historia quedó su “famosa” fotografía bajo la ducha). También quedarán en su haber la cifra récord de presos en el país (más de ocho mil) y el que las cárceles uruguayas (bajo su directa responsabilidad) fuesen consideradas por un enviado de las Naciones Unidas como de las peores existentes en el mundo.
Sin embargo, cargarle todas las tintas a la maestra Tourné por su ineficacia, sería injusto de nuestra parte. Mayor responsabilidad le cabe al propio Presidente de la República por haberla mantenido tanto tiempo en el cargo y a la fuerza política a la que ésta pertenece, que la ha defendido a capa y espada, ensalzando su figura como si se tratase de una heroína resistiendo los embates de las maléficas fuerzas de la reacción.
Si el balance negativo de su “gestión” (que logra apenas un 14% de apoyo en la población) no fuese suficiente argumento para decidir su pronta remoción, los últimos desbordes de la referida tendrían que resultar más que convincentes.
Como Ministra del Interior, la maestra Tourné es la responsable de brindar las garantías necesarias para un normal desarrollo de los próximos eventos electorales, asegurando la cristalinidad y transparencia de los mismos, sin pretender influir en los resultados, algo que la Ministra justamente no está haciendo.
¿Cómo explicar sino sus recientes apariciones en actos políticos de la actual fuerza de gobierno, apoyando la precandidatura de uno de los tres precandidatos del Frente Amplio (cuando un Ministro del Interior debe mantenerse al margen de la política partidaria)? ¿Qué garantías nos puede brindar pues la señora Tourné, que usufructuando el alto cargo que ocupa, trata de influir en el ánimo de los votantes manifestando públicamente su adhesión a un candidato político?
Muchas han sido las barrabasadas de la maestra devenida en ministra, pero ésta última, la de pretender revivir una vieja práctica que vaya si le provocó daño al país y costó innumerables guerras en épocas pasadas, las supera a todas.
Su permanencia al frente de la cartera ministerial pues se hace insostenible, y cada día que pase, no hará más que deteriorar su ya desprestigiada imagen. Por el bien entonces no sólo del sistema político, sino del suyo propio, se hace impostergable la pronta remoción de la ministra Tourné.
Columna Semanal del Prof. Alberto Lamaita, publicada en Diario EL HERALDO, martes 14 de abril de 2009

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