Jorge Larrañaga y Danilo Astori tiñeron la rural del Prado con los colores de la campaña electoral. Ambos recorrieron el predio donde se desarrollan las Criollas, hablaron con la gente, se sacaron fotos y firmaron autógrafos.
La recorrida que por separado hicieron los precandidatos del Partido Nacional y del Frente Amplio tuvo un denominador común: ninguno recibió cuestionamientos de la gente, por el contrario, abundaron las muestras de apoyo según las simpatías políticas del público.
Larrañaga llegó al predio de la rural del Prado acompañado por un centenar de jóvenes de distintas agrupaciones de Alianza Nacional de Montevideo, y el senador Carlos Moreira y los diputados Jorge Gandini, Pablo Iturralde y Javier García. Recorrió algunos locales, especialmente aquellos de artesanías, saludó a los encargados y a la gente que se le acercó a manifestarle su apoyo. De inmediato puso rumbo al predio mayor para presenciar las jineteadas.
Una vez instalado allí, saludó a muchos de los paisanos que esperaban su turno para montar potros, así como a los apadrinadores y palenqueros, y se dispuso a presenciar varias de las corridas. Aplaudió a los que consiguieron mantener la vertical sobre los caballos y, en especial, se abrazó efusivamente con jinetes de pueblos sanduceros. Recordó, con entusiasmo, cuando, siendo intendente de Paysandú, el conocido relator "Ratón" Ortiz le brindó la posibilidad de trasmitir las jineteadas durante una jornada festiva en la localidad sanducera de Tres Árboles.
Gran entusiasta de los caballos, Larrañaga relató a jinetes que esperaban su turno para medir su destreza, que tiene un moro al que aún no consiguió montar. "Es bravazo", explicó.
Luego, el precandidato y sus allegados se dirigieron hacia la zona de cabinas de transmisión donde operan los equipos de las radios montevideanas y del interior. Allí saludó a la gente de Rural y de radio Cristal de Las Piedras. Se fundió en un abrazo con el "Pato" Mendiondo, viejo conocido suyo con quien recorriera 1.300 kilómetros a caballo en una marcha hasta Asunción del Paraguay para rendir homenaje a José Artigas. Allí estuvo un rato, departió con viejos conocidos y hasta se probó un sombrero gaucho. "Estos no. Yo uso uno panza de burro", es decir más redondeado, aclaró.
Fuente: Diario EL PAIS, jueves 8 de abril de 2009
La recorrida que por separado hicieron los precandidatos del Partido Nacional y del Frente Amplio tuvo un denominador común: ninguno recibió cuestionamientos de la gente, por el contrario, abundaron las muestras de apoyo según las simpatías políticas del público.
Larrañaga llegó al predio de la rural del Prado acompañado por un centenar de jóvenes de distintas agrupaciones de Alianza Nacional de Montevideo, y el senador Carlos Moreira y los diputados Jorge Gandini, Pablo Iturralde y Javier García. Recorrió algunos locales, especialmente aquellos de artesanías, saludó a los encargados y a la gente que se le acercó a manifestarle su apoyo. De inmediato puso rumbo al predio mayor para presenciar las jineteadas.
Una vez instalado allí, saludó a muchos de los paisanos que esperaban su turno para montar potros, así como a los apadrinadores y palenqueros, y se dispuso a presenciar varias de las corridas. Aplaudió a los que consiguieron mantener la vertical sobre los caballos y, en especial, se abrazó efusivamente con jinetes de pueblos sanduceros. Recordó, con entusiasmo, cuando, siendo intendente de Paysandú, el conocido relator "Ratón" Ortiz le brindó la posibilidad de trasmitir las jineteadas durante una jornada festiva en la localidad sanducera de Tres Árboles.
Gran entusiasta de los caballos, Larrañaga relató a jinetes que esperaban su turno para medir su destreza, que tiene un moro al que aún no consiguió montar. "Es bravazo", explicó.
Luego, el precandidato y sus allegados se dirigieron hacia la zona de cabinas de transmisión donde operan los equipos de las radios montevideanas y del interior. Allí saludó a la gente de Rural y de radio Cristal de Las Piedras. Se fundió en un abrazo con el "Pato" Mendiondo, viejo conocido suyo con quien recorriera 1.300 kilómetros a caballo en una marcha hasta Asunción del Paraguay para rendir homenaje a José Artigas. Allí estuvo un rato, departió con viejos conocidos y hasta se probó un sombrero gaucho. "Estos no. Yo uso uno panza de burro", es decir más redondeado, aclaró.
Fuente: Diario EL PAIS, jueves 8 de abril de 2009
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