Larrañaga se mostró baquiano: saludó, se sacó fotos y besó a todo niño que se le cruzaba, pero también se metió en el “vestuario” de los jinetes para conversar mano a mano y hasta instruyó a legisladores de su sector que no conocían.
“Viene gente a esto ¿eh? Yo nunca había estado”, confesó a Ultimas Noticias el senador Carlos Moreira, mientras contemplaba la tribuna repleta de gente. Advertido, Larrañaga lo agarró del brazo, interrumpió una charla con un paisano, hizo sonar el mate con un último sorbo y le explicó: “Mirá, los apadrinadores se tienen que cambiar dos o tres veces de caballo porque el animal se cansa, ¿ves?”.
“¡Bien gurí! ¡Ay! Se sacó el estribo”, comentó mientras seguía una jineteada; antes, aplaudió una vuelta de honor y se enorgulleció por la cantidad de coterráneos de Paysandú que participan. “¿Se acuerda de mi padre?”, le preguntó un jinete a Larrañaga. “¿Cómo no? ¿De Ceballos o de Cerro Chato?”, contestó y deseó suerte.
Al lado de los jinetes se detuvo a rememorar a Ultimas Noticias una anécdota: “Cuando yo era intendente municipal (de Paysandú), en una criolla que hubo en los pagos de Tres Árboles me invitó ‘El ratón’ Ortiz a relatar una jineteada. Y bueno, la pasé”, recordó. “Así que más o menos algo conozco de este tema y tengo un enorme afecto por las cosas del campo, por el paisanaje, por lo que significa el esfuerzo de esta gente que se prepara durante un año entero para demostrar su habilidad”, agregó.
También aprovechó para contar sus andanzas con caballos: “Yo ando a caballo. Estos (por los que compiten) me pueden dar un revolcón feo”. “Ahora tengo un moro, pero es malo y me da miedo subir”, confesó.
Larrañaga también se introdujo en las cabinas radiales, saludó a cuánto gaucho se cruzaba como amigo de toda la vida y hasta se probó un gorro, aunque sin éxito por el talle. “¿No hay una categoría para nosotros los gordos?”, le preguntó entre risas a un paisano a la salida de las cabinas.
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