jueves, 23 de abril de 2009

Crónica de un voto pensado


A continuación transcribimos la carta que hiciera llegar la profesora Ana Ribeiro desde España, donde se encuentra haciendo un doctorado, dando su apoyo a la Candidatura del Dr. Jorge Larrañaga

"Jorge:
Para muchos, luego que aceptara tu propuesta para ser oradora en el Palacio Legislativo, en el lanzamiento del Programa de la Fundación Wilson Ferreira Aldunate, mi condición de blanca quedó registrada. A ti, y a los presentes, les constó que no era así. Esa noche reafirmé mi condición de mujer independiente, esa por la cual tú me habías convocado; hablé de mi difunto padre, votante fiel del Partido Nacional, y culminé diciendo que el Programa me parecía un fantástico esfuerzo de cientos de técnicos, que revelaba un viejo partido con corazón remozado y nuevo. Podrá o no ser mi partido, podré o no votar a su candidato, pero lo cierto es que un Programa y una iniciativa así le hacen bien a la democracia. Eso dije, palabra más, palabra menos.
Estoy en Sevilla, y aquí estaré por varios meses. Leo a diario la prensa uruguaya, con esa ansiedad de saber del país que da la lejanía. De lejos se ve un poco más claro. También dentro de uno.
Muchas figuras han comenzado a hacer llegar sus adhesiones a favor de uno u otro candidato, en eso que (no deberíamos olvidarlo) tiene aspecto de combate, pero es una fiesta democrática. Este mail no tiene ese carácter público, pues son apenas unas líneas escritas en lenguaje llano - porque no es proclama ni documento-, para decirte “Jorge, llegaré a tiempo para votarte”. Siempre y cuando no sea impedimento el no haber votado nunca antes a tu partido; siempre y cuando el voto no impida la labor de supervisión atenta de la representación que otorga, ni la manifestación abierta de desconformidad si la confianza es defraudada; siempre y cuando cierto grado de escepticismo existencial - que confieso-, no ofenda el acto de votar, que siempre contiene algo de entrega, de ilusión, de profesión de fe.
Bien podría votarte en silencio, como lo harán muchos. Pero te lo comunico con la misma sencilla frontalidad con que tú me llamaste por teléfono para invitarme a acompañarte aquel día. La arena política es dura, abundan los golpes en nombre de la cosa pública, se somete a escarnio, a desconfianza, a exigencias varias. Supongo que en medio de tan difícil escenario, cada voto se convierte en un anuncio grato. Como tal, te lo hago llegar.
Lo del título: crónica de un voto pensado.

Con mi cordial abrazo.

Ana Ribeiro"

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