miércoles, 28 de enero de 2009

Larrañaga: “Unidad no es unanimidad”



En las últimas horas, la interna del Partido Nacional se vio sacudida por algunos cruces de declaraciones entre los precandidatos presidenciales. El líder blanco Jorge Larrañaga afirmó que simplemente está “discutiendo ideas”, lo cual “forma parte de la diversidad que construye la unidad”. “Después, el que gane encolumnará al otro”, dijo, “pero no vamos a suprimir el disenso”. Agregó que fue “un chisporrotazo que no genera inconvenientes y que nos permite transitar en el marco de diferencias”. “Que no se pongan de víctimas porque no es el camino para construir esa unidad”, subrayó.


EMILIANO COTELO:El País: “Larrañaga arremete y Lacalle se contiene”. Ese es el título de la crónica sobre el episodio que ha dado tanto que hablar en la interna blanca entre ayer y hoy. “La interna blanca se sacudió, Jorge Larrañaga atacó a Luis Alberto Lacalle, este recogió el guante pero no lo arrojó y reiteró su idea de unidad.”

Últimas Noticias: “Candidatos aproximan interna blanca a su punto de ebullición. Lacalle dijo estar dolido y triste por dichos de Larrañaga, quien le respondió ‘No hay que victimizar’”.

El Observador (el medio que ayer “tiró la bomba” con los dichos de Larrañaga): “La interna blanca al rojo vivo tras los dichos de Larrañaga. Lacalle afirmó que le dieron pena las declaraciones que el líder de Alianza Nacional efectuó en la víspera”.

¿De qué estamos hablando? ¿Por dónde fue Larrañaga ayer en ese informe de El Observador que ocupaba las páginas 4 y 5? Dijo, por ejemplo: “Si Lacalle es el candidato del Partido Nacional, la elección ingresará en un proceso de radicalización que perjudicará a nuestro partido. Es evidente que el Frente Amplio prefiere a Lacalle como candidato, porque sabe que es más fácil ganarle. Por eso ha tratado de incidir en nuestra interna”, dijo, refiriéndose a declaraciones de dirigentes frenteamplistas que señalan al líder herrerista como “el candidato blanco más inteligente y más preparado para gobernar”.

El líder de Alianza Nacional (AN) considera que “el tiempo de Lacalle ha pasado, como ha pasado el tiempo de la derecha en la región”, y le pide a su rival que “no reniegue de su ideología. Lacalle es de derecha y siempre ha defendido posiciones conservadoras; eso no debe ser tomado como una ofensa, en el mundo la derecha no renuncia a su condición ni se ofende por ser catalogada como tal. Además, ¿hasta cuándo vamos a esperar para volver a tener un presidente joven?”, preguntó este precandidato que hoy tiene 52 años.

Luego la nota iba por otras partes, quizás un poco más sutiles. ”En la primera quincena de enero, mientras Lacalle pasaba la mayor parte de los días en su chalet Blue de La Barra de Maldonado, Larrañaga alternó su tiempo entre sus hijos y la política y recorrió el país trasmitiéndole a sus allegados que había llegado la hora de decir algunas cosas sobre las raíces y los predicamentos de ambos candidatos. ‘ Yo soy hijo de la clase media, y esa clase media es la que me va a votar mayoritariamente. Me van a votar las personas que viven de su salario y aquellos que ni siquiera tienen esa certeza a fin de mes: los pobres, los asalariados, la clase media son los que nos van a acompañar’, asegura Larrañaga.”

Y la nota cuenta que “a principios de 2009 a Larrañaga se lo vio en Punta del Este, en el salón inmobiliario del Conrad, entrevistándose con el ex presidente español José María Aznar. Estuvo reunido con dirigentes locales de su grupo y navegó cerca de la isla Gorriti en un yate embanderado con el logo de su campaña. No permaneció demasiado tiempo en ese lugar en el que su contrincante blanco monta su base de operaciones en los eneros. Esa estadía le sirvió para convencerse aún más de que Lacalle es de una madera diferente de la suya”.

EC - Senador Jorge Larrañaga, ¿por qué dio este giro de ayer? Hasta ahora usted no había llegado tan lejos en su diferenciación con Luis Alberto Lacalle. Es más, hace pocos días AN desarrolló una reunión de su dirigencia en la zona de Melilla, y allí las cosas se plantearon en términos más delicados, se insistía mucho en que usted era el único candidato posicionado en el centro político, pero no se llegaba a clasificar directamente a Lacalle como de derecha. En todo caso se le pasaba a él la responsabilidad de explicitar en qué categoría se coloca. Ahora, en cambio, usted fue por ese lado.

JORGE LARRAÑAGA:Una elección interna supone el cotejo de dos proyectos políticos. Yo no entro en la descalificación personal ni en la valoración ética; estamos discutiendo ideas, no estamos ingresando en el plano personal, ni lo voy a permitir durante esta campaña, porque he dicho claramente que la línea del respeto es la línea de la dignidad que debemos transitar. Tengo respeto por el doctor Lacalle, hace 20 años que compartimos el trabajo político dentro del partido, no puedo olvidar que casi nos caímos en un avión juntos en la Antártida, cuando fuimos él como presidente en su último viaje y yo como intendente municipal.

Pero unidad no es unanimidad, entonces es legítimo plantear las diferencias. Hay diferencias de corrientes históricas, diferencia generacional, diferencia en cómo concebimos el Estado, el papel de las intendencias, la imputabilidad penal que el doctor Lacalle quiere rebajar y yo no, en la plaza financiera y los subsidios al trabajo y la producción. ¿Qué quieren? ¿Que yo me calle la boca y no diga lo que pienso? ¿Como cuando en el año 2002 resolvimos convocar a la Convención para sacar a los ministros blancos del gobierno de coalición y salvamos al partido y no perjudicamos al gobierno de turno? ¿O como cuando dijimos que no a los cargos que nos ofrecía después de contrariar el acuerdo el presidente Vázquez, mientras que el sector del doctor Lacalle los pretendía? Hay diferencias en las políticas sociales, en mi caso he mencionado los hipotéticos nombres que manejamos para conducir la economía, o la lucha tradicional que he transitado como camino contra los centralismos de siempre. No creo que esto tenga una trascendencia que algunos quieren magnificar, me parece que algunos están demasiado susceptibles pero yo no voy a aceptar que se hable de unidad toda vez que se planteen discrepancias dentro del PN.

EC - Lo cierto es que usted no había dado un paso como el que dio ayer. Debe reconocer que ayer fue bastante más lejos que en otras declaraciones en las que había aludido a las diferencias con Lacalle.

JL - Las diferencias no las digo yo, las sostiene la gente, no es una extrañeza que el doctor Lacalle está un poco más hacia la derecha, y que tuvo en su momento, cuando fue gobierno hace 20 años, posiciones y políticas que fueron tildadas como neoliberales y que no tenían la aceptación de todo el partido.

EC - ¿Usted también tilda de neoliberales a aquellas políticas?

JL - A algunas de aquellas políticas sí, había un conjunto de intendentes del PN –que en su momento se transformó en “Los intendentes del Cordobés”– que teníamos discrepancias con aquellas políticas transitadas por aquel gobierno del PN. Pero no creo que sea descalificatorio para nadie que se diga, por ejemplo, que en el juego de las legitimaciones cruzadas que han existido en los últimos tres meses algunos sectores y actores políticos del Frente Amplio (FA) han marcado desembozadamente su preferencia por el doctor Lacalle. Esto forma parte de la diversidad que construye la unidad, tenemos que discutir estas cosas, porque hay dos proyectos diferentes dentro del PN, que tienen diferencias. Después, el que gane encolumnará al otro –ese es un compromiso que desde ya asumimos marcadamente, cualquiera sea el posicionamiento en que nos ubique la gente en la elección del 28 de junio–, pero no vamos a suprimir el disenso, la opinión diferente, si no, tenemos el partido de los de siempre, y hemos luchado por la renovación del partido, hemos estado transitando siempre por el mismo camino. El único referente político que tuve en mi vida fue Wilson Ferreira Aldunate, después construí mi propio espacio con muchísimo esfuerzo, con mucha dedicación, con muchísimo trabajo.

Hay dos corrientes, por un lado está el wilsonismo en una posición de centro, y por otro lado estará la UNA, que en su inmensa mayoría es el herrerismo –dicho esto con respeto–, que ha tenido un posicionamiento más hacia la derecha. Y con esto no estoy agraviando ni al doctor Lacalle ni a los compañeros de la UNA.

EC - Justamente, es obvio que una elección interna obliga a diferenciar las opciones, que si hay dos precandidatos –en este caso en el PN– el electorado tiene que conocer por qué están los dos, por qué se le pide el voto a uno o a otro, es algo elemental, les pasa a todos los partidos y es todo un desafío; el propio FA está pasando ahora –y vaya de qué manera– por ese “aprendizaje”. El punto es hasta qué límite se llega en la enumeración de virtudes o defectos y si se utilizan determinadas etiquetas. Usted ayer avanzó por el lado de catalogar a Lacalle como un dirigente político de derecha, y Lacalle sostiene que ahí se están manejando esquemas antiguos, obsoletos.

(Audio Luis Alberto Lacalle.)

“Hay gente que usa esos esquemas tan antiguos como una especie de sensación de seguridad, de ubicarse seguramente dentro de un espectro. Nosotros creemos que son de otra época, totalmente, antiguos.”

(Fin.)

EC - Así hablaba ayer el doctor Lacalle con el servicio informativo de El Espectador. ¿Qué dice usted, doctor Larrañaga?

JL - Esa es su opinión; hay un concepto general en la gente que lo ubica en un posicionamiento más hacia la derecha. Y no creo que esto dé para expresar que le da pena o que le supone tristeza. Es una equivocación entrar en un camino de victimizarse, no es lo oportuno ni lo lógico. Estamos en una interna, yo no le voy a permitir a nadie dentro del PN que diga que por expresar lo que he expresado estoy poniendo en juego la unidad del partido. He dado pruebas de conducir el partido con muchísimo esfuerzo y las voy a dar de aquí a la instancia electoral y después también, cualquiera sea el resultado. Hemos trabajado en lineamientos estratégicos con el Instituto Wilson Ferreira Aldunate con mil profesionales. La gente habló de la posición de centro que nosotros ocupamos y queremos ocupar dentro del sistema político, pero no se dijo nada del documento “Nuestra visión”. Ese documento habla del Uruguay del desarrollo, del Uruguay inclusivo, del Uruguay del orden y el respeto, del Uruguay de la institucionalidad, de la inserción de Uruguay en el mundo.

La cosa termina por acá, cuando éramos muchachos y jugábamos al fútbol había algunas patadas, nos sobábamos las canillas y seguíamos jugando. Me extraña que el doctor Lacalle, que es un hombre de cuero duro, de mil entreveros, con mil cicatrices como cualquiera de nosotros, se ponga tan susceptible por estas apreciaciones que están en el contexto de estudios técnicos.

EC - La nota incluía otros elementos.

JL - Cuando expreso que se produciría una radicalización más acentuada entre la izquierda y la derecha…

EC - ...Usted dijo: “Si Lacalle es el candidato del PN, la elección ingresará en un proceso de radicalización que perjudicará a nuestro partido”. ¿Por qué sostiene eso?

JL - Acudo a estudios técnicos de politólogos que indican que no es igual la performance electoral de un candidato y otro. Responde a lo que han escrito muchísimos especialistas en distintos medios de prensa.

EC - Pero ¿qué quiere decir que se ingresará en un proceso de radicalización si el candidato es Lacalle?

JL - Porque es mucho más fácil para el Frente y para la izquierda situar a nuestro partido y posicionarlo más a la derecha. Mi gurí de nueve años lo advierte. Si quieren magnificar esto, lo magnificamos, pero les aviso desde En Perspectiva, desde radio El Espectador, desde el programa de Emiliano Cotelo que van a transitar por mal camino, porque no es así como se hace política. Se hace política expresando lo que se piensa, diciéndolo claramente, y yo no voy a aceptar bajo ningún punto de vista que me amputen, bajo el título de que puedo atacar la unidad del partido, la posibilidad de decir lo que pienso con respecto al distinto proyecto de país que tenemos.

EC - ¿Esa es su respuesta a los cuestionamientos que ha recibido en estas horas desde la UNA y el herrerismo?

JL - Por supuesto, de algunos que se cansaron de decir por todos lados que se iban de ese sector porque no se sentían representados por quien potencialmente podía ser su candidato.

EC - ¿A quién alude? ¿A Gallinal?

JL - No aludo a nadie, aquel al que le quepa el sayo que se lo ponga.

EC - Gallinal ha sido uno de los voceros que ayer sostuvieron que “lo que perjudica a los blancos es la desunión”.

JL - No hablo de mi amigo Gallinal; aquel al que le quepa el sayo que se lo ponga. Digo simplemente que esas expresiones nuestras van en línea con decirle claramente al país qué representa el proyecto del doctor Lacalle y qué representamos nosotros. Hemos hecho un esfuerzo notable en materia de lineamientos estratégicos para el nuevo Uruguay con el Instituto Wilson Ferreira Aldunate, venimos trabajando con mil profesionales, decimos que tenemos el mejor equipo porque tenemos el mejor equipo y lo vamos a probar en cuanto a las personalidades que nuclea nuestro proyecto político; seguramente va a haber novedades de importancia en los próximos días.

EC - Una de las interpretaciones es que usted eligió ir a estos términos en el debate a raíz de la performance que el doctor Lacalle viene mostrando en las encuestas, en las que ha mostrado un ascenso muy fuerte, al punto de que en algunas lo pasa a usted.

JL - No, no, yo no hago política en la cancha chica, siempre he dicho que la carrera política no es una carrera de petisos, es una carrera por ser mejor. No voy a negar que el doctor Lacalle es un gran político y fue un presidente que tuvo muchísimos aciertos en su gobierno hace 20 años. Pero también expreso que los partidos se renuevan, que las sociedades eligen candidatos con una postulación de renovación, y quiero ser esa alternativa al gobierno del FA. Por eso expreso que quiero un gobierno de coalición nacional, por eso quiero ser el partido de la concordia; el PN siempre ha sido el partido que logra conciliar capital y trabajo, que apoya al empresario emprendedor y protege al trabajador, es el partido de la producción y no de la especulación financiera, el partido que fortalece el rol regulador del Estado y no el que lo vende. Es el partido de las generaciones posdictadura, no el partido que se quedó en la guerra fría. Es el partido que dejó Wilson luego de su muerte y que queremos representar.

Aquí nadie puede ofenderse, el que se quiera ofender que lo haga, tendrá doble trabajo, pero que no se pongan de víctimas porque no es el camino para construir esa unidad. Unidad sí, unanimidad no, diversidad para aportar y para enriquecer al partido. El FA tiene diversidad y se están diciendo cualquier cosa, yo no he entrado ni vamos a entrar en las calificaciones de algunos voceros del FA que dijeron de algunos operadores políticos que confunden política con negocio.

EC - La nota de El Observador de ayer generó las repercusiones que generó por los dichos suyos que aparecían entrecomillados y seguramente también por otros que formaban parte del informe. Por ejemplo lo que yo leía hace un rato, que esa estadía breve que usted tuvo en Punta del Este a principios de año “le sirvió para convencerse aún más de que Lacalle es una madera diferente” de la suya.

EC - Está dicho por el periodista, pero se supone que surge de las conversaciones que tuvo con usted, sobre la base de esas conversaciones está armada la nota.

JL - No, negativo, absolutamente negativo. Eso es un agregado del señor periodista de los que tanto se dan. Yo no he comunicado; lo que digo lo digo, no lo comunico.

EC - Pero usted sí dice allí: “Yo soy hijo de la clase media y esa clase media es la que me va a votar mayoritariamente. Me van a votar las personas que viven de su salario y aquellos que ni siquiera tienen esa certeza a fin de mes: los pobres, los asalariados, la clase media”, etcétera.

JL - No está mal decir eso, porque mi abuelo era tendero, mi padre fue el único de los tres hijos que pudo venir a estudiar a Montevideo y ser abogado, lo que nos permitió tener un título a los cinco hermanos –ahora somos cuatro porque mi hermana menor murió–. Soy un hijo de la clase media, ¿cuál es el problema de expresarlo, de decirlo, de postularlo y de proyectarlo en la actividad política?

EC - ¿También forma parte de su diferenciación?

JL - Yo hablo en términos positivos de lo que represento y lo que quiero representar, lo voy a continuar haciendo en mi campaña política de aquí en más. Aparentemente algunas cosas irritan, pero ¿por qué no se asumen? No tengo inconveniente en aceptar que el doctor Lacalle diga que ha reflexionado, que quiere ser centro del sistema político, que abandona determinadas posiciones, me parece bien. Me parece inteligente que el doctor Lacalle haya ido al PIT-CNT después de 20 años de haber comenzado su presidencia en 1990. Está bien, no lo hizo en los 20 años anteriores, lo hace ahora cuando faltan cinco meses para la elección interna. Es un cambio de actitud, creo que demuestra una evolución, me parece positivo.

EC - El 26 de diciembre en el matutino La Diaria el senador Gustavo Penadés contó que en la interna del PN existía un “teléfono rojo” que permitía a los sectores “estar en permanente contacto para contener los elementos que pudieran generar problemas. ‘Se trata de un término de la jerga militar acerca de poner bombas en recipientes para que revienten dentro y no causen mayor daño’, dijo, aludiendo a lo de ‘explosiones contenidas’. Penadés reconoce que podrá haber chisporroteos en la interna, pero que van a intentar que no sean un incendio”. ¿Usted sabía de ese teléfono rojo? ¿Qué pasó con el teléfono rojo, si pasan cosas como estas?

JL - Pero esto no es un incendio, esto es un cruce de diferencias políticas, de valoraciones políticas que no entran en el campo de la ética y no modifican el aprecio que yo tengo por todos los compañeros de la UNA, empezando por el propio doctor Lacalle, con quien hemos tenido encontronazos y entendimientos, charlas a veces duras y firmes y otras cuyo tenor solamente él y yo conocemos, por revelar intimidades mutuas que nos hemos permitido confesar y relacionar. Esto ni siquiera es un comienzo de incendio ni cosa por el estilo, es un chisporrotazo que no genera ningún tipo de inconvenientes y que nos permite transitar en el marco de diferencias que también tenemos la obligación de decir, porque si no, ¿para qué tenemos dos proyectos políticos?, ¿para qué tenemos dos candidatos? ¿Porque nos mueve el ánimo personal? ¿Somos lo mismo? No. ¿Representamos lo mismo? No. ¿Pensamos exactamente igual? No. ¿Tenemos los mismos estilos? No. ¿Pertenecemos a la misma generación? No.


Por ahí está la cosa. Vamos a seguir en la línea del respeto fraternal, más allá de que si a algunos no les gustan las etiquetas yo no les digo más que tienen esa etiqueta, no tengo ningún inconveniente. Pero que asuman que hay personas que piensan diferente y que van en línea con una corriente de renovación del partido que convoca a ser un partido más nacional que partido.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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