martes, 20 de enero de 2009

El que fue a Melilla

Foto de LA DIARIA
Larrañaga aseguró que ganará la elección nacional y las municipales en Montevideo y Canelones


En la chacra Los Teros, de Melilla, sesionó ayer el Congreso de Alianza Nacional (AN) para pautar “las acciones y las propuestas” del sector blanco de cara a las elecciones de junio y octubre, pero no hubo definiciones sobre la conformación de listas. El precandidato Jorge Larrañaga apuntó su discurso a posicionarse ideológicamente como un candidato de “centro”.


“Nosotros armamos nuestro esquema político en base al programa y no a la conformación de las listas”, apuntó el diputado Álvaro Lorenzo al ser consultado por la diaria sobre si la jornada sectorial había arrojado definiciones en ese sentido. Añadió que, si bien los senadores Sergio Abreu y Eber da Rosa tendrán lugares privilegiados por su propio peso político, el orden se conocerá luego de las internas. “Tampoco queremos recrear una visión blanquicolorada contra el Frente Amplio”, prosiguió, haciendo referencia a las posibles apoyaturas coloradas a la candidatura por Unidad Nacional de Luis Alberto Lacalle (Herrerismo).
Ayer, en la chacra no hubo acto político. Larrañaga aunció que en 25 días emprenderá una “lucha casa a casa” en todo el país y en todos los barrios de la capital para luego vaticinar que alcanzará un “poder real” cuando salga victorioso en las elecciones nacionales y obtenga las intendencias de Montevideo y Canelones.
El precandidato insistió mucho en que “no somos ni de derecha ni de izquierda” sino de “centro”. La declaración que realizaron los aliancistas al finalizar el congreso hablaba de “entendimientos extrapartidarios” para hacer posible la “gobernabilidad”. “Una convocatoria política amplia sólo puede hacerse desde una posición de centro, que pueda tender puentes hacia ambos extremos del espectro político nacional y que no haya sido protagonista de los enfrentamientos del pasado reciente”, reza el escrito. En ese sentido entienden que por su “opción de centro con un carácter nacional y popular en el sistema político uruguayo” están “en condiciones de respaldar una gestión más allá de un período de gobierno”. En la declaración también se habla de un “pacto social” para “superar la dicotomía de los últimos 35 años, alcanzando consensos políticos y sociales”. En cuanto a lo programático, si bien se habla de conceptos generales políticamente correctos -como “oportunidades para los jóvenes y los niños”, “justicia para los trabajadores” y “dignidad y respeto para los adultos y mayores”-, el documento no contiene propuestas concretas. En cuanto a la “inclusión social” se hace referencia a la “recuperación y promoción de la clase media como pilar y equilibrio de la sociedad y sensibilidad social para atender la pobreza, la marginalidad y la indigencia” y a que a través de un “Ministerio de la Familia” se amparará a niños y embarazadas, y jefas de hogar en situación de pobreza, con hijos y ancianos a cargo.
Asimismo, promueven “el Uruguay del orden y el respeto” mediante la aplicación de una política de “mano firme y justa frente a la violencia y el delito, y garantizando el orden público”. En el capítulo de “Uruguay del desarrollo” se sostiene que “el Estado debe ampliar la participación de los actores privados
en la administración y control de la cosa pública”, pero luego aclara en el capítulo “El Uruguay de la institucionalidad” que “no somos privatizadores” porque eso surgió del “pronunciamiento de la ciudadanía”. “Queremos que las empresas públicas se desempeñen en mercados competitivos para que los usuarios -a la vez dueños- no paguen el costo de la ineficiencia”, declararon. ■ LR

Fuente: LA DIARIA, martes 20 de enero de 2009

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