En ese orden: Protasi, Asti y Abreu, los consultados por LA DIARIA
BLANCOS, COLORADOS Y ASAMBLEA URUGUAY VATICINAN FIN DE LA EXCLUSIVIDAD EN SERVICIOS PÚBLICOS
La discusión programática en materia económica, en la ya iniciada campaña electoral, se ha centrado ayormente en la eliminación del IRPF, en el gasto público y en la política monetaria. De estos temas y otros, como la apertura y participación de los privados en la economía, conversó la diaria con el economista Juan Carlos Protasi, de Vamos Uruguay (Partido Colorado), con el senador nacionalista Sergio Abreu y con el diputado frenteamplista Alfredo Asti (Asamblea Uruguay).
La derogación del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es una meta de toda la oposición, pero algunos planifican llegar a ella más rápidamente que otros. Para Protasi, uno de los redactores del documento programático de Vamos Uruguay en materia de política económica, debe eliminarse inmediatamente. “La idea es ir más a la tributación indirecta, como era antes. Que el que gasta más sea el que pague más. Y el que gasta más es generalmente el que tiene más ingresos y el que tiene más recursos.
Nosotros pensamos que es una forma justa de tributar”, opinó. En esa tributación indirecta, el impuesto central es el IVA, que no podrá bajarse en caso de que se elimine el IRPF. Protasi consideró que la supresión del tributo creado por el gobierno frenteamplista va a perjudicar el gasto público, pero sólo aquel “gasto superfluo que hoy el Estado está desarrollando”. “Me refiero al caso de Pluna, me refiero al caso de Alur, y a todos esos proyectos improductivos que están costando muchísimo dinero al Estado, que no está atendiendo a las soluciones de pobreza que se debe dar a la comunidad”, puntualizó. Aseguró que su sector apunta a la “racionalización del gasto público”.
Abreu, cuyo nombre se maneja para ocupar el Ministerio de Economía o la cancillería en un eventual gobierno del Partido Nacional, fue más cauto. Apuntó que antes de eliminar el IRPF hay que simplificarlo, “subir al máximo el mínimo no imponible y admitir el máximo de deducciones”. Luego, paulatinamente, apuntar a su eliminación, prestando especial atención al déficit fiscal. “La tendencia es que el impuesto desaparezca”, evaluó.
En tanto, Asti, integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes, calificó de “irresponsable” la actitud de la oposición al decir que derogará el tributo. “La consecuencia de eliminar el impuesto pueden ser dos: o eliminar el gasto público social, o incrementar los impuestos al consumo. No dicen cuál de las dos soluciones prefieren porque las dos les harían perder votos”, afirmó.
Cambio libre pero controlado
Con respecto al tipo de cambio, Asti defendió la política que está llevando adelante el gobierno, y sostuvo que, si las condiciones internacionales no cambian, la política cambiaria tiene que ser la actual: flotación, “con alguna intervención del Banco Central en caso de especulaciones o impactos fuertes tanto a la baja como al alza, tratando de moderar”. “Hemos visto el beneficio de este sistema con la crisis internacional. Da risa escuchar hablar de atraso cambiario, cuando hoy el dólar vale lo que el mercado entiende que tiene que valer”, enfatizó.
Abreu se mostró preocupado por la baja del tipo de cambio “que determina pérdida de competitividad”, pero se mostró en desacuerdo con establecer un tipo de cambio fijo. “El gran problema es la inversión. La inversión no ha subido en Uruguay. Es baja todavía, porque los incentivos a la inversión no están. Debe, además, haber coordinación de políticas macroeconómicas en el Mercosur”, opinó.
Protasi manifestó sin ninguna ceremonia que le parece “horrible” lo que está haciendo el gobierno en la materia. “Está afectando la competitividad en un momento como el actual, en el que tenemos caída de exportaciones, caída de demanda mundial. Se está yendo en la dirección opuesta de la que se debería ir. No podemos perder el rumbo con la región, no podemos alejarnos de la región, porque siempre que nos hemos alejado, hemos terminado con crisis. Creo que la solución nuestra es abrirnos más al mundo, y, si hay que independizarse del Mercosur, habrá que hacerlo. En ese momento habrá que delinear una política cambiaria acorde a una economía más abierta”, señaló.
Nosotros pensamos que es una forma justa de tributar”, opinó. En esa tributación indirecta, el impuesto central es el IVA, que no podrá bajarse en caso de que se elimine el IRPF. Protasi consideró que la supresión del tributo creado por el gobierno frenteamplista va a perjudicar el gasto público, pero sólo aquel “gasto superfluo que hoy el Estado está desarrollando”. “Me refiero al caso de Pluna, me refiero al caso de Alur, y a todos esos proyectos improductivos que están costando muchísimo dinero al Estado, que no está atendiendo a las soluciones de pobreza que se debe dar a la comunidad”, puntualizó. Aseguró que su sector apunta a la “racionalización del gasto público”.
Abreu, cuyo nombre se maneja para ocupar el Ministerio de Economía o la cancillería en un eventual gobierno del Partido Nacional, fue más cauto. Apuntó que antes de eliminar el IRPF hay que simplificarlo, “subir al máximo el mínimo no imponible y admitir el máximo de deducciones”. Luego, paulatinamente, apuntar a su eliminación, prestando especial atención al déficit fiscal. “La tendencia es que el impuesto desaparezca”, evaluó.
En tanto, Asti, integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes, calificó de “irresponsable” la actitud de la oposición al decir que derogará el tributo. “La consecuencia de eliminar el impuesto pueden ser dos: o eliminar el gasto público social, o incrementar los impuestos al consumo. No dicen cuál de las dos soluciones prefieren porque las dos les harían perder votos”, afirmó.
Cambio libre pero controlado
Con respecto al tipo de cambio, Asti defendió la política que está llevando adelante el gobierno, y sostuvo que, si las condiciones internacionales no cambian, la política cambiaria tiene que ser la actual: flotación, “con alguna intervención del Banco Central en caso de especulaciones o impactos fuertes tanto a la baja como al alza, tratando de moderar”. “Hemos visto el beneficio de este sistema con la crisis internacional. Da risa escuchar hablar de atraso cambiario, cuando hoy el dólar vale lo que el mercado entiende que tiene que valer”, enfatizó.
Abreu se mostró preocupado por la baja del tipo de cambio “que determina pérdida de competitividad”, pero se mostró en desacuerdo con establecer un tipo de cambio fijo. “El gran problema es la inversión. La inversión no ha subido en Uruguay. Es baja todavía, porque los incentivos a la inversión no están. Debe, además, haber coordinación de políticas macroeconómicas en el Mercosur”, opinó.
Protasi manifestó sin ninguna ceremonia que le parece “horrible” lo que está haciendo el gobierno en la materia. “Está afectando la competitividad en un momento como el actual, en el que tenemos caída de exportaciones, caída de demanda mundial. Se está yendo en la dirección opuesta de la que se debería ir. No podemos perder el rumbo con la región, no podemos alejarnos de la región, porque siempre que nos hemos alejado, hemos terminado con crisis. Creo que la solución nuestra es abrirnos más al mundo, y, si hay que independizarse del Mercosur, habrá que hacerlo. En ese momento habrá que delinear una política cambiaria acorde a una economía más abierta”, señaló.
A desmonopolizar
Protasi se mostró partidario de eliminar los monopolios tanto en el sector público como en el privado, porque son “inconstitucionales”. “Hay muchos y hay que ver la forma de ir limitando ese poder y haciendo la economía más competitiva, porque hoy evidentemente los precios internos no están reflejando la evolución de los precios internacionales, precisamente por esa estructura económica de poder monopólico que tenemos”, sostuvo.
Se manifestó, además, favorable a las privatizaciones “modernas”, “no a la entrega de las empresas públicas al sector privado exclusivamente, sino a abrir el capital a los privados”.
Abreu se pronunció en el mismo sentido. “Los monopolios son a la economía lo que la dictadura a la democracia: restricciones a la libertad y a la competencia. Queremos desregulación, desburocratización
y descentralización”, manifestó. “No estamos en la línea de privatizar sino de darle a la empresa pública la debida eficiencia”, aclaró, y sostuvo que el Estado “tiene que manejar con más fuerza el régimen de concesión”.
Mientras tanto, Asti indicó que “hay avances tecnológicos que hacen que lo que antes se llamaba monopolios naturales vaya tendiendo a desaparecer”. “El caso más claro es el de la energía y las telecomunicaciones. Van perdiendo poco a poco razón de ser. En el Mercosur ya hay acuerdos firmados que tienen compromisos muy firmes en lo que respecta a no cerrar al resto de la región las posibilidades del libre tránsito de inversión y capital, y, por lo tanto, el acceso a aquellas áreas que hoy son monopólicas. Lo mismo con los combustibles, podemos seguir funcionando con ANCAP hasta que un día, dentro del Mercosur, las empresas estatales de los países del Mercosur quieran participar del mercado uruguayo, como nosotros participamos en actividades en Argentina”, advirtió.
El programa del Frente Amplio, aprobado por el Congreso de diciembre, no hace referencia específica a este tema. la diaria intentó comunicarse con Héctor Tajam, economista del Movimiento de Participación Popular, sin éxito. La senadora de ese sector Lucía Topolansky no quiso opinar. “Si aparece un tema polémico, y ese tema que me estás mencionando es harto polémico, lo llevaremos a discusión de la fuerza política”, contestó, molesta. ■
Natalia Uval
Fuente: LA DIARIA, jueves 29 de enero de 2009
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