martes, 27 de enero de 2009

Candidatos aproximan interna blanca a su punto de ebullición


LACALLE DIJO ESTAR "DOLIDO Y TRISTE" POR DICHOS DE LARRAÑAGA, QUIEN LE RESPONDIÓ: “NO HAY QUE VICTIMIZAR"


La interna blanca terminó de calentarse ayer cuando se conocieron declaraciones de Larrañaga aludiendo a su contrincante en la interna. Lacalle dijo sentirse “dolido y triste”; el precandidato de Alianza pidió no “victimizar”.


La anhelada y cuidada “unidad partidaria” de los blancos parece entrar en zona de riesgo. Ayer, el cambio de postura del precandidato de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, y las declaraciones que realizó en cuanto a que su competidor en la interna, Luis Alberto Lacalle (Unidad Nacional), “radicalizará la elección y perjudicará a los blancos” si este gana en junio, fueron interpretadas por los dirigentes que adhieren al ex presidente como una “reacción” al resultado de las encuestas.

En la mañana de ayer, el precandidato de Unidad Nacional, abordado por El Espectador, respondió que estaba “dolido y triste” porque su contrincante haya ingresado en ese terreno. “Hay gente que usa esquemas tan antiguos como una especie de sensación de seguridad de ubicarse dentro de un espectro que es de otra época, antiguo”, dijo Lacalle.

Más tarde, en medio de su visita a Daecpu, Larrañaga desafió a que Lacalle “refute” y que “demuestre lo contrario” a lo que él aseguró, al tiempo que pidió “no agrandar las cosas” para no “entrar en un camino errado de victimización; vamos a dejarnos de tonterías”.

En entrevista con El Observador, Larrañaga dijo además que “es evidente” que el Frente Amplio “prefiere a Lacalle como candidato porque sabe que es más fácil ganarle” y que el ex mandatario es “de derecha y siempre ha defendido posiciones conservadoras”.

El candidato de Alianza aclaró sobre lo dicho que “estamos hablando de una elección interna, donde hay que marcar el cotejo entre los distintos proyectos políticos. Dicho con todo respeto, nosotros no hemos hecho valoraciones éticas, sino políticas”.

“Cuando jugábamos al fútbol descalzos y nos pegaban una patada en la canilla nos sobábamos un poco y seguíamos jugando. Aquí hay algo que es claro: la elección interna supone una dilucidación de dos proyectos políticos en el Partido Nacional, y es legítimo que uno entre en valoraciones políticas que hablan de distintas formas de ver la realidad”, relató.

A su juicio, “nadie se puede enojar” cuando dice que alguien es “de derecha” o “candidato preferido del FA”, sino que “son apreciaciones políticas y como tal deben ser contestadas”. Para Larrañaga, el Partido Nacional tiene “unidad” pero no es “un regimiento”.


La unidad partidaria como tesoro

La conducción de Larrañaga al frente del Directorio blanco es recordada por propios y extraños dentro de su partido como un instrumento de “unidad”. Hasta su renuncia en la Convención Nacionalista en noviembre de 2008, ninguno de los dos líderes deslizó comentarios para romperla.

En el acto del aniversario de la victoria electoral de 1958, el primero de diciembre de 2008, Lacalle y Larrañaga juraron no romper la unidad.

Lacalle dijo: “Cuántos gobiernos buenos del Partido Nacional pudo haber tenido el país si hubiéramos cuidado mejor, todos nosotros, la unidad partidaria”. Larrañaga pidió “a todos los sectores y candidatos hacer el esfuerzo superior de transitar el camino de la unidad, respetándonos”, para así “luchar para la victoria de la gente, juramentándonos a no aflojar. ¡A ganar!”.

Pero semanas más tarde comenzaron los cruces. En una entrevista con Televisión Nacional, el ex mandatario dijo que “le encantaría” que Larrañaga sea su candidato a la Vicepresidencia. Más adelante, el ex intendente sanducero respondió que Lacalle sería un “buen canciller” de su gobierno.

Entretanto, las encuestas de intención de voto en la interna posicionaban a Lacalle como favorito por pocos puntos.

Luego de su Congreso, Alianza Nacional estableció que debía salir a “distanciarse” de la propuesta de Lacalle, porque esta es de “derecha”. Lacalle, en La Paloma, instruyó a sus dirigentes a luchar para ganar en junio, pero de ahora en más “para adentro”, porque la competencia es “casera”.

Fuente: Diario ULTIMAS NOTICIAS, martes 27 de enero de 2009


LARRAÑAGA ARREMETE Y LACALLE SE CONTIENE


Interna blanca. Una estocada y un "silencio" de respuesta
La interna blanca se sacudió. Jorge Larrañaga atacó a Luis Alberto Lacalle. Éste recogió el guante pero no lo arrojó y reiteró su idea de unidad. Larrañaga dijo que no quiere "agrandar" la situación y pidió que no se "victimice" a su contendor.
"Mi silencio es mi máxima contribución a la unidad del Partido Nacional", dijo Lacalle a El País. La voz del precandidato de Unidad Nacional (UNA) Luis Alberto Lacalle sonó algo apagada, contenida quizá, al medir sus palabras sobre las afirmaciones del líder de Alianza Nacional.
Ayer, en el diario El Observador, Larrañaga dijo que si el ex presidente ganara la interna "se ingresará en un proceso de radicalización (con la izquierda) que perjudicará" al Partido Nacional. No solo en esas declaraciones, sino también en los días previos, Larrañaga había marcado fuertemente que es diferente a Lacalle, comenzando así a agitar el velo de armonía que ha marcado el camino de ambos hasta ahora.
Antes de esta nueva y más directa incursión mediática, Larrañaga hizo otras: el lunes 19 en Melilla, durante el congreso de Alianza Nacional, el precandidato aliancista dijo que la propuesta de Lacalle representa a "la derecha", y comparó los orígenes de cada uno cuando sostuvo en la misma ocasión que los liderazgos "no se heredan" -en alusión a que Lacalle es el nieto de Luis Alberto de Herrera- sino que "se construyen y se renuevan".
PELOTA AL PISO. Lacalle, que según personas que estuvieron con él en la mañana de ayer, reaccionó con dolor y tristeza ante las afirmaciones de Larrañaga, habló con los medios pero declinó ampliar sus comentarios.
Varios de los dirigentes más cercanos al ex presidente hablaron con él a lo largo de la jornada. Como conclusión, les pidió evitar la "confrontación" con Alianza y bajar la pelota al piso. Se convino entonces poner paños fríos sobre la herida y mostrar una respuesta positiva. Así, el senador Francisco Gallinal salió a reafirmar que se decidió apostar a "la unidad" para "ganar la elección nacional y después para gobernar", y aclaró a El País que de esa actitud Unidad Nacional "no se apartará" por más embates que sobrevengan de futuro. Este criterio fue el que predominó el sábado 24 en La Paloma, durante la reunión de todos los sectores políticos y organizaciones sociales que apoyan a Lacalle.
VÍCTIMA. Por la tarde, Larrañaga hizo una visita a Daecpu, la entidad que reúne a los directores de espectáculos de carnaval, donde pidió no contribuir a "victimizar" a Lacalle, pero a la vez reiteró su punto de vista comparando lo ocurrido con una incidencia de un partido de fútbol.
"Si jugamos un partido de fútbol descalzos y nos pegan una patada en la canilla, nos sobamos un poco y seguimos jugando", reflexionó.
Se sorprendió por el malestar de Lacalle en cuanto dijo que no hizo "valoraciones éticas", sino "políticas".
"Con todo respeto, (esta afirmación) no es para agrandar", dijo el precandidato de Alianza Nacional, que instó a Lacalle a no "molestarse" cuando se le dice que es "de derecha o que radicaliza" el enfrentamiento con la izquierda. Agregó que sus opiniones son sobre "defectos" de su adversario que hay que poner "encima de la mesa" en una interna.
Lacalle volvió a rechazar que se lo ubique en la "derecha" del espectro político.
Respondió en El Espectador diciendo que "hay gente que usa esos esquemas tan antiguos como una especie de sensación de seguridad para ubicarse en forma segura dentro de un espectro. Nosotros creemos que son de otra época, antiguos", señaló.
En la sede de Daecpu, Larrañaga reivindicó su derecho a decir lo que piensa pero restó trascendencia a sus comentarios. "El Partido Nacional tiene unidad pero no es un regimiento", añadió,
Gallinal replicó más tarde que "para marcar diferencias no hay que agraviar". Señaló, en alusión al Frente Amplio, que lo mejor es señalar "los defectos de los demás".
Entre los dirigentes más cercanos a Lacalle el incidente causó preocupación. Fue una "salida de tono" de Larrañaga, admitió el senador Gustavo Penadés a El País. "No pensamos que la recta final de la campaña comenzara en este tono, porque no entendemos donde se quieren centrar las diferencias", agregó.
DE GUANTE BLANCO. Lo que hasta ahora había comenzado como una campaña de guante blanco comenzó a dar señales en contrario ya al despuntar el año, cuando en Paysandú Larrañaga le anunció a Lacalle que el homenaje a Leandro Gómez, el viernes 2 de enero, sería la última vez que se los vería juntos hasta la interna de fin de junio.
En los últimos tiempos, ambos han tenido actitudes diferentes respecto al otro. Larrañaga ha intentado permanentemente poner distancia con Lacalle, tanto en la propuesta como en lo personal. El lunes 19, en el congreso de su sector, dijo que tanto "la derecha" encarnada por la administración de Lacalle, como "la izquierda" representada por el actual gobierno, ya habían gobernado y que ahora era tiempo del "centro" político. Mientras, el ex presidente ha tratado de no avivar la rivalidad. Incluso, en la asamblea de UNA en La Paloma dijo el sábado 24 que esperaba una campaña por la candidatura nacionalista "por lo alto" porque se trata de "una competencia" con Larrañaga y no "una guerra" o "una lucha" con el líder de Alianza Nacional.
Una visita de Larrañaga a la casa del Carnaval
El mundo carnavalero recibió ayer la visita del precandidato nacionalista Jorge Larrañaga, quien visitó la sede de Daecpu, la entidad que agrupa a los directores de espectáculos de carnaval, en compañía de los dirigentes Jorge Gandini, Álvaro Viviano, Carlos Camy y Washington Ribeiro. Larrañaga compartió amenos momentos con algunos referentes de los conjuntos carnavaleros, como Enrique Espert (presidente de Daecpu), José Morgade, de La Reina de la Teja, el gerente general de la organización, José Alaniz (Pepe Veneno) de La Soberana, Cachito de León (de Los Carlitos), el conocido letrista Carlos Soto, y quien fue hasta el año pasado el presentador oficial del Teatro de Verano, Mario Ríos. "Queremos apoyar al Carnaval, una fiesta que sintetiza buena parte de la cultura nacional, y que vende más entradas que todo el fútbol", dijo Larrañaga. Morgade se mostró agradecido por la visita, y respondió que se invitará a todos los sectores políticos. Los representantes de Daecpu le presentaron algunas ideas sobre el futuro del Carnaval, y consiguieron entusiasmar a Larrañaga. Durante la charla hubo expresiones de humor a cargo de una figura muy conocida del Carnaval, como Roberto Green, de Los Paseanderos.
Distintos desde las raíces No solo en lo político Larrañaga afirma ser diferente de Lacalle, sino también en lo programático. El lunes 19, Larrañaga afirmó en un mensaje durante una asamblea de Alianza Nacional que su propuesta lo diferencia de la de Lacalle en varios aspectos. "Tenemos raíces distintas, y tenemos diferencias en la forma de concebir el Estado, en la inserción externa y en la forma de implementar las políticas públicas". señaló.

Fuente: Diario El País, martes 27 de enero de 2009

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