martes, 20 de enero de 2009

"Es la hora del gobierno del centro"


Foto: Diario El País

En carrera. Larrañaga destacó diferencias programáticas y políticas con Lacalle Señaló que no es el contendor que prefiere el Frente Amplio Es el "verdadero wilsonismo", dijo Juan Raúl Ferreira
DANIEL ISGLEAS

Jorge Larrañaga afirmó que esta es su hora de gobernar, como representante ideológico del centro. Señaló las diferencias que tiene su propuesta con la de Luis Alberto Lacalle y llamó a trabajar para ganar la interna de junio.
Expresiones como "coalición de gobierno", "inclusión política" y "pacto social", lo mismo que la certeza de que ganará la interna de junio, son aspectos habituales de los mensajes que el precandidato nacionalista Jorge Larrañaga trasmite a su dirigencia. Unos 300 referentes de todo el país -entre ellos legisladores, intendentes y ediles- volvieron ayer a escuchar al líder de Alianza Nacional machacar sobre esos conceptos que forman la esencia de su propuesta política, durante el congreso nacional de su agrupación.
Pero, más allá de aspectos del programa de gobierno o estrategias políticas, Larrañaga dio a entender que desea marcar a fuego que él y su propuesta de país son otra cosa que lo que ofrece el precandidato de Unidad Nacional (UNA), el ex presidente Luis Alberto Lacalle.
Larrañaga tiene la convicción de que ganará la interna y que será el próximo presidente, al tiempo que, sin nombrarlo, tomó distancia de Lacalle. "Por algo hay dos candidaturas" en el partido, aclaró en un mensaje a mitad de la jornada de trabajo. "Nosotros tenemos el mejor equipo, la mayor estructura y las mejores ideas" para ganar la interna. "Ahora hay que demostrarlo", estimuló a sus dirigentes, que le respondieron con un breve pero intenso aplauso.
Larrañaga hizo su intervención antes de ceder la palabra a los dirigentes. Presidió la reunión desde una mesa acompañado por los senadores Sergio Abreu y Eber Da Rosa, por el presidente de la Convención Nacional partidaria, Carlos Camy, y por la ex diputada Matilde Rodríguez, viuda de Héctor Gutiérrez Ruiz.
La recta final hacia junio, para Alianza y Larrañaga, ya comenzó a ser recorrida y por eso pidió trabajar a destajo. Mejorar la posición en la interna es clave, advirtió, y por eso las alusiones innominadas a Lacalle o a aspectos de su gestión como presidente. Pidió a sus dirigentes "pararse con firmeza" porque Alianza Nacional es el sector "de quien depende la esperanza de los que quieren que quienes gobiernan se vayan".
DIFERENCIAS. Larrañaga recordó los resultados electorales de 2004 cuando, dijo, el Partido Colorado "se derrumbó" y donde, "a pesar de todo el viento en contra" que tuvo el Partido Nacional, "por nueve mil votos no fuimos a la segunda vuelta". Luego, pretendió mostrar lo buen conductor de masas que es al traer a la memoria que logró convertir al sector en la mayoría partidaria y llevar a los blancos del 21,5% en 1999 al 35% en 2004, transformándose desde entonces en "la alternativa positiva" a este gobierno.
Larrañaga afirmó su propuesta lo diferencia de la de Lacalle en varios aspectos. "Tenemos raíces distintas, y tenemos diferencias en la forma de concebir el Estado, en la inserción externa y en la forma de implementar las políticas públicas", precisó el líder aliancista.
Otra vez volvió a marcar la cancha respecto de Lacalle cuando dijo que Alianza piensa en "el Uruguay del siglo XXI y no nos quedamos a discutir el Uruguay del siglo XX". Larrañaga ha inculcado en sus dirigentes que no deben enfrascarse en debates sobre lo que hizo bien o mal este gobierno o sobre los sucesos del 60 o, incluso, sobre la administración nacionalista de 1990 a 1995, porque sostiene que eso es "pasado" y que hay que trabajar "en clave de futuro", según reiteró ayer. "Uruguay no puede seguir discutiendo sobre el pasado. No hay que discutir de los `60 ni de los `90 (la época en que gobernó Lacalle), sino que hay que proyectar el siglo XXI", insistió.
EL CENTRO. A continuación, fue aplaudido por los asistentes al congreso cuando afirmó que la izquierda y la derecha ya gobernaron. Ahora debe gobernar el centro. Ahora le toca al wilsonismo", dijo. Larrañaga emparentó ideológicamente a Lacalle con la derecha y a él refirió cuando hizo esa afirmación. La izquierda es este gobierno y el centro es él, dijeron a El País varios dirigentes del sector luego de escuchar esta afirmación, a la que consideraron como "emblemática" dentro del mensaje que dio su precandidato.
Larrañaga anticipó a sus dirigentes que no debe decirse de él que es "de izquierda" porque comió un asado con el senador José Mujica, y tampoco que es "de derecha" porque dialoga con Pedro Bordaberry o con el ex presidente del gobierno español José María Aznar.
"No somos el candidato preferido por el Frente Amplio", aseguró también.
Una vez más aludió al valor que tiene el "equipo" que lo respalda. "Un liderazgo en solitario poco puede hacer. Este proyecto es colectivo", subrayó. Mencionó como técnicos de jerarquía entonces a ex integrantes de la administración nacionalista que encabezó Lacalle, como el actual presidente del Instituto Wilson Ferreira Aldunate, Carlos Delpiazzo, a Rodolfo Saldain, ex presidente del Banco de Previsión Social, a Sergio Abreu, ex canciller, y a Carlos Moreira, que fue subsecretario de Interior.
WILSONISMO. A continuación, hubo una intervención del senador Abreu enfocada en la crisis internacional. Dijo, por ejemplo, que en los próximos meses los indicadores serán de una inflación del 9%, un desempleo en aumento, el dólar con subas de entre 22% y 23%, un déficit fiscal elevado, caída de las exportaciones y mayor déficit en la balanza comercial.
Ese panorama, sostuvo, requerirá "paliativos" para el sector exportador, como la modificación en el sistema de prefinanciación de exportaciones, en los aportes patronales y en la devolución de impuestos, y medidas para el "rescate" del sector afectado por la sequía. Vendrá "un tiempo difícil".
Frente a esta situación, Abreu dijo que el país necesitará "un liderazgo fuerte" como con Larrañaga en la Presidencia, para "administrar consensos y entendimientos" políticos.
Luego, el ex senador Juan Raúl Ferreira, hijo de Ferreira Aldunate, apuntó que con Larrañaga "es la primera vez que el verdadero tiene posibilidad de ser gobierno".
COALICIÓN Y PACTO. En el documento aprobado ayer, denominado "Nuestra Visión" (ver recuadro) se ratifica la necesidad de promover un gobierno de coalición nacional alcanzando un consenso político y social. Larrañaga apuesta a una visión convergente de los líderes políticos en función del interés nacional. Insiste en su documento en que debe haber un pacto social y de un Estado orientador y solidario pero que no asfixie la iniciativa privada.
Las propuestas del documento de trabajo analizado ayer por alianza nacional
El primer capítulo titulado "Uruguay del Desarrollo" plantea la descentralización territorial y administrativa del gobierno.
Propone un "Pacto Fiscal" para "mantener el gasto público en límites sustentables".
También brinda especial énfasis a lo relacionado con la inversión pública y privada en materia de infraestructura, por ejemplo, portuaria.
En el mismo sentido destaca la importancia de redefinir el rol de las empresas públicas y privadas en lo que se refiere a la política energética del país.
Destaca la necesidad de trabajar en forma constante el sector de las telecomunicaciones porque esa materia es una "responsabilidad de públicos y privados y una condición necesaria para el desarrollo económico y social".
En el segundo capítulo, denominado "El Uruguay Inclusivo", se reafirma la apuesta por la recuperación de "la clase media como pilar y equilibrio de la sociedad".
Se impulsará la conformación del Ministerio de la Familia (que sustituirá al actual Ministerio de Desarrollo Social creado por el gobierno del Frente Amplio) para brindar ayuda social a niños, mujeres embarazadas, jefas de hogar en situación de pobreza y con hijos a cargo y ancianos.
El tercer capítulo se titula "El Uruguay del Orden y el Respeto", y en él se abordan varios aspectos vinculados con el Estado de Derecho, la seguridad pública y el respeto a todos los Poderes del Estado.
En cuanto a la seguridad, se apuesta a la prevención y eficacia de la Policía para combatir el delito a través de la mejor formación de los efectivos.
En ese sentido, se propone realizar un gasto en seguridad pública equivalente al 2% del Producto Interno Bruto, siguiendo los estándares internacionales en la materia.
En relación a la problemática de las cárceles, se impulsará la creación de un Instituto Nacional de Rehabilitación, a la vez que se propone transferir predios militares para alojar reclusos bajo la órbita del Ministerio de Defensa Nacional.
En el cuarto capítulo llamado "El Uruguay de la Institucionalidad", se reivindica, además, la importancia de que las empresas públicas se desempeñen en mercados competitivos. Se aclara igualmente: "No somos privatizadores".
"Estas empresas son propiedad del Estado por definición soberana de los uruguaya", remarca el documento en relación al plebiscito que en 1992, bajo la presidencia de Luis Alberto Lacalle rechazó la posibilidad de asociar empresas estatales con firmas privadas.
Por último, en el capítulo "El Uruguay en el Mundo", apuesta a la inserción comercial, así como también define como "esencial" el vínculo con Argentina para el desarrollo de Uruguay.

Un estilo comunicacional y de funcionamiento político
En "Los Teros", una chacra con sala de convenciones al borde de la ruta 5, sobre camino Melilla, la jornada comenzó con una picada suculenta: 100 kilos de colita de cuadril y 500 chorizos alegraron los prolegómenos del encuentro político, el diálogo mano a mano y los preparativos para la puesta en escena del nuevo esquema de comunicación institucional del sector. Una página web que acentúa la convicción del sector: www.larranagapresidente.com y un equipo de periodistas profesionales que harán el trabajo cotidiano con los medios, coordinado por Graziano Pascale, fueron los estrenos de la jornada.
La decoración interior del salón era, hasta por demás, austera. Predominaban los tonos escogidos por los responsables de la estética sectorial, el blanco, el azul y el verde. Había, apenas, dos carteles, pero no banderas partidarias. Uno decía simplemente "Larrañaga Presidente", y el otro era más bien un mensaje: "El mejor equipo para un gran país".
El ruido de las avionetas despegando desde el vecino aeropuerto de Melilla rompía la monotonía de la soleada tarde. Mucho verde y enormes fardos prolijamente acomodados hicieron de contraste involuntario con una de las mayores preocupaciones de Larrañaga: la sequía.

Decididos a ganar en la capital
"El Partido Nacional quiere ganar Montevideo, el mensaje es claro e inequívoco", señaló Jorge Larrañaga al plantear la necesidad de que se definan en el corto plazo las precandidaturas a la intendencia capitalina "para poder, a partir de esa definición, pasar por el tamiz de la ciudadanía del departamento", según acotó. Al cerrar el congreso, el candidato presidencial de Alianza Nacional afirmó que los nacionalistas deberán confrontar con el Frente Amplio para mantener el gobierno en aquellos departamentos encabezados por blancos y ganar en los demás. Larrañaga -que no quiso manifestar su preferencia por ningún eventual precandidato- dijo que deberán ganar en Montevideo e intentar ganar en Canelones y que para eso necesitan definir los candidatos "antes de la interna o inmediatamente después".
Fuente: EL PAIS DIGITAL, martes 20 de enero de 2009

No hay comentarios: