martes, 2 de diciembre de 2008

Llanos

Blancos aseguran que, como en 1958, están preparados para quebrar una mala racha
El Partido Nacional (PN) conmemoró la victoria de Luis Alberto de Herrera y Benito Nardone tras “casi un siglo de permanecer en el llano”, en un acto que reunió a sus tres precandidatos. Los blancos piensan, aunque no lo digan en forma explícita, que tienen al alcance de su mano otra victoria histórica que les puede dar la intendencia capitalina en 2010.
“Fue el comienzo de una revolución pacífica aún inconclusa”, comentó el presentador ayer en la sala Daniel Fernández Crespo de la sede partidaria. El acto recordatorio, extenso y protocolar, hizo esperar largo rato las palabras de los precandidatos. Primero fue el himno nacional y luego, para “templar los corazones”, se coreó la “Marcha de Tres Árboles”. También se exhibió un video documental titulado “La victoria de la esperanza”, sobre aquellas elecciones de 1958.
Se recordaron los pegadizos y rimados cánticos de las campañas políticas de la época. “Solamente
hay una forma de salvar a Uruguay. Es que triunfen la reforma y el Partido Nacional. Por Herrera y por Nardone vamos todos a votar”. “Que ninguno, ninguno, ninguno deje de votar por la 51. Es la mejor, es la mejor lista que hay, es la esperanza de Uruguay”.
“Garantía de unidad en la diversidad, sin rencores ni odios, el PN festeja hoy con serenidad y orgullo luego de estar casi un siglo en el llano. Cincuenta años después el PN está listo para salvar nuevamente la paz y la libertad del Uruguay”, culminó el locutor del audiovisual.
El presentador intentaba transmitir la emoción vaticinando que “estamos en la víspera de otra victoria” y tratando de imaginar “lo que debe de haber sido esto hace cincuenta años”. Muchos de los que estaban ahí lo sabían. Entre ellos el ministro de Hacienda en 1958, Juan Eduardo Azzini, el subsecretario de Instrucción Pública, Enrique Beltrán, el propio Carlos Julio Pereyra, actual presidente del Directorio del PN, e incluso familiares de los ya fallecidos Fernández Crespo y Nardone. Fueron algunos de los que recibieron copias del documental y claveles blancos.

Subliminales
La última vez que Carmelo Vidalín (Soplan Vientos Nuevos), Luis Alberto Lacalle (Herrerismo, por Unidad Nacional) y Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) se habían reunido en un escenario fue en la Convención del PN, hace un par de meses. Todos apelaron a la unidad; afuera, en la calle y bajo lluvia, cada uno agitaba por su candidato.
Pereyra abrió la parte oratoria. Fue breve pero contundente: saludó la conmemoración de los 25 años del acto del Obelisco, alegando que el PN “permaneció fiel a ese pronunciamiento”, y aludió al Frente Amplio (FA). “Debemos terminar con las intransigencias, con las intolerancias de corte totalitario que hoy definen a los integrantes del gobierno. Con una doctrina de raíz totalitaria, marxistas, criminales de la organización de tupamaros que ensangrentó al país y nos trajo como consecuencia la dictadura”, disparó.
El primero de los precandidatos en hacer uso de la palabra fue Vidalín, quien para hablar de la “auténtica unidad” miró a Lacalle a los ojos y le dijo enfáticamente: “Al final no habrá perdedores, vamos a ser todos ganadores”. “Si me toca ser el general los voy a invitar a acompañarme, pero si no fuera así, tengan la certeza de que voy a ser el primer soldado, en la primera fila”, añadió. “Estamos muy cerca de volver al poder, y el ejemplo del 58 es el espejo en el cual debemos mirarnos para no perder el rumbo y superar las diferencias, para encontrar un mismo horizonte.
Por eso, ¡ojo, compañeros! Éste es tiempo de afinar las coincidencias pero también de capitalizar nuestras pequeñas diferencias”, afirmó, agregando que “durante estos años que hemos estado en el llano, donde hemos experimentado el dolor, los golpes, las angustias y la impotencia, hemos crecido”.
No se le niega a nadie
Lacalle entregó una placa recordatoria a Pereyra y quizá se acordó de aquello de que el PN “es el partido del futuro”. Dijo que tenía incorporado el recuerdo, pero que “no podemos ni debemos apelar solamente al sentimiento porque somos una fuerza para mañana. Si no, seríamos un museo o una asociación de recordación patriótica. Y también apeló a la unidad recordando las desuniones históricas.
“Desde el 26 al 58, como partido llegamos al extremo de las divisiones, y como le gusta repetir a nuestro Francisco Gallinal [Correntada Wilsonista], ¡cuántos gobiernos buenos pudo haber tenido el PN si hubiéramos cuidado mejor la unidad partidaria! Esto es algo que debemos repetir y juramentarnos a que nunca más ocurra, porque no tenemos derecho a negar gobiernos del PN por divisiones llevadas al extremo”, sostuvo. Y destacó que recién en 1971 los blancos llegaron a tener un directorio en común.
A diferencia de otros actos, el de anoche no estuvo plagado de críticas a la gestión de gobierno, pero Larrañaga no pudo con su condición. Celebró estar “juntos por encima de las diferencias” y aseguró que el PN será la alternativa de los próximos 50, pero luego de esto y de “afiliarse” a las palabras de sus compañeros, entró de lleno contra el Plan de Emergencia, la reforma tributaria y, como broche de oro, la Ley de Educación que en ese momento aún no había sido aprobada. “Están intentando llevarse por delante a la gran parte de los uruguayos, contradiciendo la laicidad. También les decimos que si lo hacen les van a quedar exactamente 15 meses”, vaticinó. ■ Lourdes Rodríguez
Fuente: LA DIARIA, martes 2 de diciembre de 2008

No hay comentarios: