En Florida. Anunció políticas sociales "con contraprestación" si le toca ser presidenteDurante un almuerzo en el que sobresalió la presencia de la empresaria Laetitia D'Arenberg, el senador nacionalista hizo afirmaciones tales como: "Prefiero que una industria directamente no me deje recursos económicos provenientes de los impuestos, si esa empresa me genera puestos de trabajo para el país".
Esto como modo de "alentar" y "proteger" la inversión, según afirmó.
Pero insistió de varias formas con esta idea, en algunas oportunidades señalando la necesidad de subsidiar a las empresas y en otras de no gravar las ganancias de los particulares, "porque no hay peor injusticia que meterle la mano en el bolsillo al que trabaja para darle al que no trabaja". Esta última afirmación del líder de Alianza Nacional motivó el prolongado aplauso de los comensales que colmaron el salón principal del Club Artigas.
Aclaró, no obstante, que habrá políticas sociales si le toca ser presidente. "Vamos a apuntar a los niños, a los ancianos y a las mujeres embarazadas o con familia a su cargo", explicó, indicando que "el resto, si quiere recibir una contraprestación del Estado, tendrá que agachar el lomo".
Desarrollo del Interior
Buena parte del discurso del precandidato blanco estuvo dedicada a la descentralización y al desarrollo del interior del país, fundamentalmente del interior del interior.Afirmó que "el gran cambio que hay que impulsar en Uruguay es el de terminar con un centralismo que asfixia la posibilidad de los uruguayos", dado que "es necesario frenar un proceso migratorio que ha generado consecuencias nefastas para la sociedad uruguaya".
Recordó que en los últimos 20 años más de 700 mil uruguayos han cambiado de lugar físico de residencia, lo que "está denotando que Wilson tenía razón cuando impulsaba planes de descentralización para generar desarrollo, igualdad de oportunidades, inclusión y justicia, y hoy (es) por todas esas cosas (que) vamos a ser presidente de todos los uruguayos".
Sostuvo que "aplicar estrategias de desarrollo nacional es sumar las estrategias de desarrollo local".
Incluso afirmó que "la infantilización de la pobreza es hija de la emigración rural, de la expulsión rural y de la expulsión urbana".
Aplausos y reto
Enfático y firme en sus manifestaciones, Larrañaga fue cosechando progresivos vítores y aplausos en la medida que avanzaba su discurso. Tanto, que le pegó un reto a los comensales, al mejor estilo Carlos Guani Dos Santos.
Cuando subió el tono de la oratoria para anunciar: "en mi gobierno, en nuestro gobierno, no va a quedar...", se interpuso una catarata de aplausos que en la cara del precandidato no cayó del todo bien. "¡Paren de aplaudir que no saben qué están aplaudiendo!", espetó Larrañaga.
Como los aplausos se apagaron automáticamente, pudo terminar el anuncio: "en mi gobierno, en nuestro gobierno, no va a quedar ni un rincón de la campaña sin electrificación".
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