martes, 2 de diciembre de 2008

Blancos juraron no romper la unidad en la carrera electoral


CAMELO VIDALÍN, LUIS ALBERTO LACALLE Y JORGE LARRAÑAGA HICIERON AYER UN PACTO DE NO AGRESIÓN


Los precandidatos blancos hicieron ayer un pacto de no agresión para las elecciones internas, en medio del acto oficial de su partido que recordó la victoria electoral de 1958. Vidalín, Lacalle y Larrañaga reclamaron unidad.


Unidad. Una y otra vez, los precandidatos blancos repitieron ayer esa palabra, en el acto oficial del Partido Nacional que conmemoró el 50° aniversario de la victoria electoral de 1958. Carmelo Vidalín (Soplan Vientos Nuevos), Luis Alberto Lacalle (Unidad Nacional) y Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) se “juramentaron” evitar los enfrentamientos en la lucha por ser el candidato único por su partido para la elección interna.

“Nosotros traemos un mandato que proviene de la historia misma, cuando aquel gran Jefe de los Orientales que fue José Artigas convocó a los orientales a lo que fue la epopeya mayor de nuestro país, que fue el Éxodo del Pueblo Oriental, donde todos unidos seguimos al gran jefe. Aquí también va a ser a partir de junio de 2009, cuando todos los nacionales, encolumnados con entusiasmo, nos comprometamos con quien sea el vencedor en las urnas”, razonó.

“Si me toca ser el general los voy a invitar a acompañarme, pero si no fuera así, tengan la certeza, compañeros, que voy a ser el primer soldado de la primera fila”, anunció Vidalín.

Lacalle dijo que habiendo vivido “tantas caricias como golpes, tenemos que darnos cita el 28 de junio de noche los tres, uno en el centro, y los demás levantarlo”.

Larrañaga indicó que el mismo día “vamos a estar acá para darnos un abrazo entre todos” porque el candidato blanco “no se elige entre cuatro paredes”.

Hubo alusiones a pasadas diferencias y latentes divisiones. Los tres precandidatos alabaron la gesta del ‘58 y se comprometieron a rememorar el sentimiento de esa época, porque entienden que la “llave” de ese tiempo fue precisamente la “unidad”.

“Cuántos gobiernos buenos del Partido Nacional pudo haber tenido el país, si hubiéramos cuidado mejor, todos nosotros, la unidad partidaria”, reflexionó el ex presidente Lacalle. “Esto es algo que tenemos que repetir, analizar y juramentarnos a que nunca más, porque no tenemos derecho a negarle gobiernos del Partido Nacional al futuro por divisiones llevadas al extremo de la separación”, agregó.

El precandidato por Unidad Nacional definió la herida provocada por las diferencias como “grande y dolorosa”, la cual tuvo que ser “sanada con la fineza del cirujano”. El líder nacionalista no evadió recordar sus duros enfrentamientos con Juan Andrés Ramírez en la campaña interna de 1999. Sobre eso se propuso “comulgar en lo que nos une y olvidar lo que nos pudo haber separado”.

Jorge Larrañaga, que cerró el acto, celebró el hecho de “estar juntos por encima de las diferencias, juntos como tientos de un mismo lazo”, por eso dijo estar “orgulloso” de compartir el estrado con Lacalle y Vidalín, “lo que seguramente otros no pueden”. El precandidato de Alianza también aseguró que su fuerza política en la actualidad es evocación de la gesta de 1958, pero llamó a mirar “el partido de los próximos 50 años. Larrañaga trató de explicar el por qué de los registros que el Partido Nacional marca en las encuestas. “Porque hemos tenido unidad por encima de las diferencias, muchas veces ocultando las diferencias, sintiendo que teníamos que poner por encima de ellas el esfuerzo superior para construir de ese partido el instrumento para hacer patria”, razonó. A su juicio, el acto de ayer fue una muestra del “sentir nacionalista”, “una forma de comprometerse con la gente, de ser picapedrero de una misma piedra, surquero de un mismo surco, en el surco de la esperanza de todos los uruguayos”.

Larrañaga aprovechó para criticar al gobierno, y de paso señaló que “mete la mano en el bolsillo al que trabaja para darle al que no trabaja”. Al mismo tiempo, propuso encaminar un gobierno “de los jóvenes y para los jóvenes”, para que estos se conviertan en “hijos de un país que nace” y no “padres de un país que muere”, en alusión a la emigración de uruguayos al exterior. Al final de su intervención, exclamó que el país “necesita un gobierno del Partido Nacional” y para eso pidió “a todos los sectores y candidatos hacer el esfuerzo superior de transitar el camino de la unidad, respetándonos”, para así “luchar para la victoria de la gente, juramentándonos a no aflojar, ¡a ganar!”.

Vidalín sostuvo que su partido está “cerca del poder” y llamó a tomar como “espejo” la victoria del 58 para “no perder el rumbo y superar las diferencias”. Al mismo tiempo, el intendente de Durazno pidió no confundir “optimismo con exitismo”.

Carlos Julio Pereyra, actual presidente del Directorio nacionalista, dijo que su partido tiene el “desafío” de “cambiar el país” para “terminar con las intransigencias” de este gobierno “de corte totalitario, marxista” que está dirigido por “criminales tupamaros”.

El “éxodo” del 28 de junio

Analítico y reflexivo como su profesión (profesor de filosofía) se lo reclama y su carácter se lo marca, el precandidato nacionalista Carmelo Vidalín comparó ayer lo que él cree que deben hacer los blancos al término de las internas, con el Éxodo del Pueblo Oriental.

Fuente: Diario ULTIMAS NOTICIAS, martes 2 de diciembre de 2008

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