jueves, 26 de junio de 2008

Recuerdan postura de Sapelli de oposición al golpe

Aún con mucho terreno por delante, blancos y colorados miran de reojo posibles entendimientos electorales. La "asociación democrática" que hubo con Wilson Ferreira en 1985, como la llamó el ex presidente Julio Sanguinetti, puede reeditarse.

Cuando menos, el camino quedó despejado luego de la visita que el presidente del Directorio del Partido Nacional, el senador y precandidato blanco Jorge Larrañaga, realizara ayer a la sede del Partido Colorado para participar del homenaje al ex vicepresidente Jorge Sapelli, donde recibió encendidos elogios de la cúpula colorada.

En la sala de sesiones del ejecutivo colorado hay retratos de todos los presidentes del siglo XX, con excepción de las imágenes de José L. Terra y Juan María Bordaberry, que en 1933 y 1973 propiciaron golpes de Estado. A partir de ayer, también se exhibe una imagen de Sapelli, el vicepresidente constitucional que renunció después que Bordaberry disolviera el Parlamento, y quedara así como uno de los defensores de los ideales democráticos y republicanos.

Sapelli fue electo vicepresidente en las elecciones de 1971 en la fórmula con Bordaberry. Cuando se produjo el golpe de Estado, se negó a asumir la presidencia del Consejo de Estado -órgano que sustituyó al Parlamento- y se mantuvo como presidente en ejercicio pero lejos de la función.

Larrañaga ingresó a la sede colorada justo a mediodía. En el segundo gobierno de Sanguinetti (1995-2000) el ex presidente del Directorio del Partido Nacional, Alberto Volonté, visitó la sede colorada de la calle Martínez Trueba. Y Jorge Batlle, en el año 2000, como presidente, visitó la sede del Partido Nacional.

Larrañaga fue recibido en el patio por el secretario general colorado, el ex presidente y senador Sanguinetti. Llegó acompañado por el diputado Pablo Iturralde y el economista Washington Ribeiro. De inmediato, ingresó a la sala del Comité Ejecutivo y fue ubicado entre el prosecretario general, Luis Hierro, y el presidente de turno, Oscar Magurno. Dio una sencilla explicación de por qué estaba ahí. Fue "para apoyar el gesto nacional y democrático" de Sapelli que "todas las fuerzas políticas del país deben reconocer", dijo.

EL "GESTO". Sanguinetti suele comentar en corrillos que Larrañaga "es el menos anti colorado de todos los blancos". Y ayer, durante la reunión, hubo valoraciones positivas sobre su actitud, comentarios que le hicieron llegar a los nacionalistas en la mesa.

Sanguinetti elogió ayer en público su forma de proceder cuando dijo que los colorados deben "honrar" el "gesto" de Larrañaga como presidente del Directorio.

Larrañaga "representa la continuidad de las luchas históricas" de blancos y colorados con que "mantuvimos vivo el espíritu de la democracia" para superar "la carga de odios, temores y revanchas" que hubo a partir de 1985 y que ambos partidos pudieron superar gracias a "la asociación democrática y republicana con Wilson Ferreira".

Larrañaga escuchó en silencio cada una de las intervenciones de los representantes de los sectores colorados, ubicados en torno a la mesa de la sala principal de sesiones.

Los elogios no provinieron sólo de Sanguinetti, sino que Ope Pasquet, del sector Vamos Uruguay de Pedro Bordaberry -hoy encabezando las encuestas de intención de voto entre los colorados- destacó el "sentido democrático" de Larrañaga. "Nunca nos ofendió ni nos agravió a los colorados y batllistas. Es un adversario enérgico pero nunca tuvo una palabra o un gesto contrario", dijo. Larrañaga "es un adversario leal y caballeresco", subrayó.

En tanto, el diputado Washington Abdala también recordó con entusiasmo la actitud de Wilson Ferreira Aldunate y de los nacionalistas.

Fuente: Diario El País, jueves 26 de junio de 2008

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