martes, 10 de junio de 2008

DE LANCHAS Y FITITOS


La semana pasada un panadero que, cansado de los frecuentes robos de que era objeto su negocio, decidió mudarse con su esposa al mismo y pernoctar allí para prevenir las visitas de los amigos de lo ajeno, se convirtió en noticia cuando, por accidente, mató a aquélla al confundirla con un ladrón.

Diversos comerciantes, entrevistados en el correr de la semana por la prensa sobre el tema de la inseguridad, se quejaban de la situación que están padeciendo, de la impotencia que sienten, ya que (decían) si se defienden y hieren o matan al ladrón, por lo general es el comerciante quien termina preso.

Mientras aumentan la delincuencia y la inseguridad en el país, el Ministerio de Defensa Nacional (con la aprobación del Poder Ejecutivo) decidió comprar 16 lanchas (por un monto de U$S 6 millones) para enviarlas... a Haití, a vigilar la actividad de los narcotraficantes del lugar.

Al parecer, el gobierno de los Estados Unidos, incapaz de interrumpir el constante flujo de drogas que entra al país proveniente de la zona del Caribe, recibió el solícito ofrecimiento del gobierno “de izquierda” uruguayo de una guardia costera para colaborar en la tarea.

Para el diputado nacionalista José Carlos Cardozo, Uruguay asumió así el dudoso honor de convertirse en “policía de los Estados Unidos” en el Caribe.

La compra de las referidas lanchas fue observada por el Tribunal de Cuentas, ya que no hubo llamado a licitación, realizándose la misma en forma directa. Además, para pagar las lanchas, se debió pedir un préstamo al BROU, que se cubrirá después con dinero de las Naciones Unidas. Lo llamativo del caso es que había una oferta de Rusia de lanchas blindadas, bien equipadas, y que no había que pagar en el momento.

La compra se realizó a la empresa Boston Whaler y el negocio comenzó a gestarse en junio del año pasado, lo que demandó varios viajes de negocio a Miami. A los otros oferentes jamás se los visitó; sólo al final, ya concretada la compra con la empresa norteamericana, se los llamó.

Para el citado diputado “se compraron lanchas de pesca”, ya que la empresa vendedora no provee instrumentos ni equipamientos militares. “Es como ponerle a un fitito una metralleta y creer que es un tanque de guerra”, ironizó Cardozo.

Otra cuestionada compra que realizó el Ministerio de Defensa fue la de un equipo de radares, realizada “en forma urgente” hace dos años atrás, por compra directa, por un monto de U$S 25 millones. Lo curioso es que, pese a la urgencia, los radares comprados (y ya pagados) todavía no llegaron a Uruguay...

Volviendo al tema de las lanchas, se enviarán 11 fusileros navales por cada una, que en Haití realizarán los patrullajes acompañados por un policía del lugar.

Los narcotraficantes caribeños se caracterizan por estar muy modernizados y poseer armamento de última generación. Para el diputado Cardozo, “vamos a pelear contra narcotraficantes con lanchitas de pesca y riles”.

En fin...

Mientras en el país crece la violencia y aumenta la sensación de inseguridad, el gobierno del Frente Amplio gasta millones de dólares y envía soldados para proteger la seguridad de los Estados Unidos.

De Ripley...

Columna publicada en Diario EL HERALDO, martes 10 de junio de 2008

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