lunes, 30 de junio de 2008

Blancos apuestan a negros, pobres y jovenes


LISTA 51 LANZARÁ UNA LISTA INTEGRADA SOLO POR PERSONAS DE RAZA NEGRA


La ciudad de Montevideo ha sido para el Partido Nacional casi siempre unlugar inhóspito, inalcanzable, ajeno a las pretensiones políticas de los dirigentes blancos que cargan con una tradición más vinculada al campo que ala urbe. La intendencia de la capital solo quedó en manos de un blanco,Daniel Fernández Crespo, en el lejano 1958 y ni siquiera el derrumbe delPartido Colorado en la pasada elección ha mejorado mucho las cosas.Para ganar terreno en el 2009, los blancos de Montevideo intentarán entrar alos barrios más pobres –en donde primero hizo carne el batllismo y luego laizquierda- e incluso lanzarán una lista integrada exclusivamente por negros,una colectividad donde también reinaron los colorados hasta que llegó elFrente Amplio.La esclavitud de los negros en Uruguay fue abolida en 1846 por el fundadordel Partido Nacional, Manuel Oribe, durante el sitio de una Montevideo queya por entonces le era hostil.

Un siglo y medio después, los blancos tienen, además, el desafío de llegarlea esos jóvenes a los que el poncho de Aparicio Saravia y el bigote de Oribeno les mueve un pelo, y a los sectores urbanos que nunca vivaron a LeandroGómez.Algunos de estos asuntos son los que ocupan a los integrantes de laresucitada lista 51 de Alianza Nacional –encabezada por Santiago González,secretario personal de Jorge Larrañaga y de la Cámara de Senadores– y a lalista 40, que juntará al diputado Javier García con otros dirigentesmontevideanos como Juan Andrés Ramírez, Sebastián Da Silva o Rodrigo Goñi. Cada cual a su modo, intentarán rastrillar votos para el Partido Nacionalpero, también, pelearle la interna a otras listas como la 250 del diputadoJorge Gandini, que ha mostrado un nada desdeñable predicamento en lacapital.

El regreso. La lista 51 identificó a la corriente que 50 años atrás llevó aFernández Crespo y al Partido Nacional por primera y única vez en lahistoria al gobierno de Montevideo.En el siglo XXl, esa grifa la rescata la agrupación "Generación Larrañaga"que en las próximas horas se dispone a inaugurar 31 locales en barrios cuyonombre remite a zonas empobrecidas: Cerro Norte, Regulo, El Roble,Transatlántico, Nuevo siglo, Las Duranas, Nuevo Llamas, Gori, Los Camalotes,Los Boulevares.Santiago González dice que esos y otros lugares representan "lo másprofundo" del Montevideo olvidado. "Ahí es donde la demagogia dejó másheridas y donde hay que dar la cara. En enero, cuando todos estaban en la playa, llevamos a Jorge (Larrañaga) al barrio Cirilo y, con 40 grados, habló con 200 vecinos. Lo mismo hicimos en Piedras Blancas cuando el invierno sepuso crudo", afirmó.

Aunque no se priva de visitar Pocitos o Carrasco donde los blancos están lejos de ser un rara avis, la dirigencia de la 51 asegura tener entre susmilitantes a ex referentes del Frente Amplio de los barrios más alejados dela costa.Además, estos "larrañaguistas" quieren terminar con esa tradición por lacual los uruguayos de piel negra no suelen votar con facilidad a lospolíticos de extracción blanca.Para eso, en las próximas elecciones presentarán una lista integrada sólopor gente negra que llevará el nombre de la mítica vedette de Carnaval RosaLuna.La lista estará encabezada por Marta Nieres, una morena del barrio Sur. "Losdescendientes afro representan nuestra cultura, son parte de nuestras raícesy el Partido Nacional ha estado omiso con ellos en los últimos años", dijoGonzález a El Observador.

Vértigo. Además, mientras Carmelo Vidalín quiere "recuperar el Cerro", los del "Espacio 40" se aprestan a presentarse oficialmente el 23de julio para intentar que el Partido Nacional use un discurso que loarraigue un poco más a Montevideo. "Es claro que el partido ha tenido lasvotaciones más bajas en los centros urbanos y eso hay que solucionarlo",dijo el diputado Javier García a El Observador.El parlamentario, que apoya la candidatura de Larrañaga, señaló que, entreotros objetivos, el "Espacio 40" quiere integrar a la política a lasgeneraciones más jóvenes y a quienes se habían retirado de la militanciapartidaria.

En el Partido Nacional ya sienten ese módico vértigo de comenzar a montarlocales, tejer alianzas, juntar dinero para las elecciones y negociar loslugares en cada lista. A casi un año de las internas, los clubes políticosdel partido de Oribe comienzan a aparecer en las calles de una ciudad queles ha sido poco fiel y a la que quieren reconquistar.

Fuente: Diario EL OBSERVADOR, lunes 30 de junio de 2008

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