sábado, 30 de agosto de 2008

"Existe un cierto paralelismo entre Obama y Wilson Ferreira"


Jorge Larrañaga

DANIEL HERRERA LUSSICH

En WASHINGTON | CORRESPONSAL PERMANENTE

El senador y precandidato por Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, participó esta semana en un foro internacional de líderes políticos que se realizó en forma simultánea con la Convención del Partido Demócrata que proclamó a Barack Obama como candidato a la presidencia de Estados Unidos. En una entrevista con el corresponsal de El País, Larrañaga dijo que le propuso al presidente del Partido Demócrata, Howard Dean, firmar un TLC con el Mercosur o Uruguay, y contó la impresión que le dejó su encuentro con Obama.

-¿Qué impresión la causó la convención demócrata?

-Sin duda asistimos a un evento estupendo, nada se dejó librado a la improvisación, la presentación en las distintas jornadas ha sido excelente. Previo al discurso del candidato a vicepresidente Joe Badin, y el final con la presencia de Barack Obama, todas las fibras de los presentes se conmovieron y estallaron en un aplauso lleno de calor y euforia, muchos "tocados" por las lágrimas. Y lo mismo observé con la presencia de Hillary Clinton. No sólo hubo entusiasmo, vi a muchas mujeres y hasta hombres emocionados llorar frente a las palabras de la senadora. Es un evento extraordinario, perfectamente estudiado, donde se combina lo programado por equipos muy profesionales, el calor de la gente y las palabras de altos representantes políticos.

-¿La sensación fue la de estar frente a un acontecimiento real, verdadero o en gran parte surgido de una "claque", llevada para la convención?

-Bueno, puede haber un poco de todo. No me es posible medir el entusiasmo; el que se nota aquí en Denver, Colorado, es un entusiasmo fuerte. Se advierte cómo la gente saluda a los ómnibus que trasladan a las delegaciones con lo que parece auténtica efusividad. Hay una presencia muy grande de gente con un compromiso partidario, pero también hay una suerte de preparación para la televisión, que es la gran demandante, que es la que traslada todo esto a todo Estados Unidos y al mundo.

-¿Es visible la influencia de la familia Clinton en el seno del Partido Demócrata?

-Creo que sí, porque cuando habló Hillary, en los rostros de los asistentes había un sentimiento emocional muy fuerte, con lágrimas, quizás porque ella representaba sus posiciones políticas, quizás porque el impulso a la unidad del partido era un fuerte sentimiento, parte de un proceso para que los demócratas puedan ganar.

-¿Impresionó el discurso de Bill Clinton?

-Sí, el discurso fue realmente impactante, de un estadista, de un hombre que realmente es una figura política excepcional, extraordinaria. Con un señorío político muy fuerte, dando un mensaje poderoso de compromiso con su partido y la candidatura de Obama.

-¿No le hizo acordar en algún momento a Wilson Ferreira Aldunate?

-Sí, porque tiene contenidos de emoción por momentos, porque refleja destellos de una inteligencia muy grande y porque tiene una oratoria con apelaciones al sentimiento muy fuertes. Puede existir un cierto paralelismo con lo que representaba Wilson.

-¿Fue posible palpar los problemas que más inquietan a los estadounidenses?

-Estuve en un seminario donde pude brevemente encontrarme con Madeleine Albrigth, que fuera secretaria de Estado de Clinton, que integró un panel excepcional, con actores de primer nivel en política internacional. Allí se reflejaron los problemas que tiene Estados Unidos de cómo es percibido en el mundo, se manejaron posiciones de cómo mejorar su influencia a partir de los conflictos internacionales como el de Irak, la confrontación de Rusia en Georgia y el tema chino. En esas conversaciones quedó patente que lamentablemente no figura en la agenda el tema latinoamericano para Estados Unidos. Pero los problemas internacionales son temas centrales, donde incluso se describió que la gente reclamaba liderazgo democrático a Estados Unidos, pero con mucho cuidado del tema de la intromisión en el exterior, que le hacía perder recursos para enfrentar los problemas internos del país.

-¿Se puso sobre la mesa la relación con América Latina?

-Tuve una conversación con el presidente del Partido Demócrata, Howard Dean, que tuvo la gentileza de ir a saludar a las delegaciones extranjeras. Le expresé que Estados Unidos no puede olvidarse de Latinoamérica, no tiene que actuar en el papel de misericordia, sino en vista del desarrollo y el progreso. Le señalé que las dos terceras partes de los latinoamericanos viven con dos dólares diarios. Y esto nos parece una cuestión de inequidad e injusticia. No somos el continente más pobre, pero somos el continente más desigual.

-¿Se interesó Dean?

-Sí, respondió que Latinoamérica iba a estar en la agenda del próximo gobierno, ganara quien ganara. Y esto nos parece muy importante, porque resumo que el Mercosur tiene que tener un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Es fundamental para Latinoamérica en general y para nuestro país, que ya perdimos la oportunidad de un TLC. Uruguay, vuelvo a repetir, debe propiciar que el Mercosur firme un TLC con Estados Unidos, más allá de posiciones ideológicas, más allá de las dificultades de algunos políticos, vinculados a posesionamientos de país, que no reflejan el verdadero pensamiento latinoamericano. El Mercosur tiene que tener un TLC con Estados Unidos y Uruguay debe propiciarlo con el Mercosur. Y si Uruguay quiere tener un TLC, tenemos que tener un permiso como para lograrlo, es una carta de presentación muy importante para el Mercosur, para Latinoamérica y para Uruguay, obviamente.

-Al foro fueron invitados numerosas personalidades de todo el mundo.

-Estuve con Ricardo Lagos, el ex presidente de Chile, conversamos en términos especialmente amables, una personalidad política respetada mundialmente. Estuve con el ex presidente Toledo de Perú y con el secretario general de la OEA, Miguel Insulza, que además tiene la intención de figurar como precandidato a la Presidencia en Chile. Y tuvimos la satisfacción con el embajador Carlos Gianelli, acreditado ante la Casa Blanca, de ser los dos únicos uruguayos que participamos de este evento. Estuve con el mundo latinoamericano, aunque me extrañó no ver a nadie de Argentina. En Uruguay fueron invitados todos los partidos políticos, y yo, como presidente del Partido Nacional, soy el único presente acá.

Fórmula Obama-Biden es "una muy buena fotografía de EE.UU."

-¿Qué impresión le causaron el candidato del Partido Demócrata, Barack Obama, y su compañero de fórmula Joe Biden?

-Una impresión con sensaciones contrapuestas, porque la propia foto refleja por un lado el candidato a la vice-presidencia, como el candidato natural de los partidos americanos. Y por el otro, el impacto que provoca en los que observan, y así lo destaca toda la prensa de Estados Unidos, la presencia de un negro como nominado presidencial demócrata. Eso es una contraluz muy fuerte, cuyo impacto se va a sentir en lo que resta de la campaña electoral.

-¿Cómo lo ve usted?

-Es una muy buena fotografía para Estados Unidos y para el mundo. Sin expresar inclinaciones y consecuente con nuestra condición de nacionalista de no generar interferencias en un proceso electoral, que respetamos y que nos es ajeno.

-¿Usted palpó que el ciudadano estadounidense mira en forma distinta a una figura carismática como Obama que a otro político estadounidense?

-Percibo que existe una sensación diferente, un sacudimiento distinto, por lo menos en los asistentes a la Convención. Concurrí todas las noches, estuve midiendo y más allá de que sea "claque" o no, hay euforia en el Partido Demócrata, a partir también del esfuerzo que se ha hecho por soldar con la participación de los Clinton, de Hillary y Bill Clinton.

Fuente: Diario El País, sábado 30 de agosto de 2008

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