UNA PAYASADA

Como ya es de público conocimiento, la pasada semana la bancada legislativa del Frente Amplio declaró inconstitucional la Ley de Caducidad de la pretensión punitiva del Estado, a sabiendas de que tal resolución carecía de efecto legal ya que corresponde a la Suprema Corte de Justicia manifestarse sobre la constitucionalidad o no de las leyes

De todos modos, desconociendo olímpicamente la Constitución de la República (algo ya habitual en este gobierno) los legisladores de izquierda montaron un verdadero circo mediático los días previos a la “votación”, haciéndole creer a la gente profana en la materia que le quedaban pocos días a la precitada ley y (de paso cañazo) hacer aparecer ante la opinión pública a los Representantes de los partidos tradicionales como defensores de la “impunidad” y cómplices de los violadores de los Derechos Humanos.

¿En qué quedó el famoso “Nunca Más” del Presidente Tabaré Vázquez? Vaya uno a saber...

Lo cierto es que quedan apenas cuatro meses para las elecciones internas de los partidos políticos y ocho nada más para las legislativas, y algo había que hacer para revertir las últimas tendencias indicadas por todas las encuestadoras (que por primera vez coinciden) que dan por descontado que habrá balotaje en noviembre y que muy probablemente el próximo Presidente “salga” de un partido tradicional, e inventar un “gancho” para motivar a la militancia que hoy brilla por su ausencia.

Ganados por la desesperación, los dirigentes y legisladores del Frente Amplio han demostrado estar dispuestos a echar mano a cualquier recurso no ya para conquistar nuevos votos sino para retener el de los pocos que todavía siguen creyendo en ellos, aunque ello signifique violar nuestra Carta Magna y reinstalar el clima de odio y confrontación que tanto daño causó a nuestra sociedad en décadas pasadas.

Que el tema que nos ocupa fue traído de los pelos quedó de manifiesto cuando, haciendo uso de la palabra en el Parlamento, el senador Eduardo Lorier gritaba a voz en cuello que la derogación de la Ley de Caducidad es hoy la principal preocupación de los uruguayos.

Se ve que el legislador coterráneo poco o nada conoce de la realidad del país en que vive. Si se dignase descender del Olimpo y recorriese su Florida natal (como hacía antes en época electoral) se daría cuenta que la principal preocupación hoy del ciudadano común es conservar su empleo (¿no conoce el senador Lorier las últimas cifras sobre el aumento de los envíos al seguro de paro?), la carestía de la vida (el dinero cada vez alcanza menos), la inseguridad, los robos, la delincuencia, lo que pueda pasar de aquí en más con los efectos de la crisis económica mundial (nadie con dos dedos de frente cree que aquí no vaya a pasar nada cuando el mundo a nuestro alrededor se cae a pedazos).

En fin...

Como ha sido norma del actual gobierno de izquierda a lo largo de estos cuatro años de desgestión, éste vive a espaldas de la realidad del país, encerrado en un mundo de fantasías, ajeno al drama cotidiano de los uruguayos, montando payasadas como la de la semana pasada con un mero afán electorero, que flaco favor le hace a la institución parlamentaria.

Alberto Lamaita es profesor de Historia y dirigente de Alianza Nacional de Florida.
Columna semanal publicada en Diario EL HERALDO, martes 3 de marzo de 2009