martes, 24 de marzo de 2009

EL MINISTRO DEL IRPF


Conciente de que su imagen de “hombre de Harvard” no le favorece demasiado, lo que se ve reflejado en las diversas encuestas que lo posicionan muy por debajo de su rival José Mujica, el Contador Danilo Astori se ha visto obligado a diseñar una difícil campaña de marketing destinada a convencer a “las masas” de que él es tan de izquierda como el candidato oficial del Frente Amplio y que en un futuro gobierno suyo la política económica pondrá especial énfasis en atender las necesidades de los sectores más carenciados de la sociedad (que uno suponía ya satisfechas tras largos cuatro años de gobierno “popular” y “progresista”).
Al parecer sigue habiendo pobres e indigentes en Uruguay que requieren especial atención por parte del gobierno (por qué no lo ha hecho hasta ahora la izquierda que gobierna, es la gran pregunta que todo el mundo se hace), a las que el Contador pretende satisfacer si logra primero vencer a Mujica en las internas y luego al candidato de la oposición en el balotaje de noviembre.
Es muy loable la intención del ex Ministro de Economía y conmovedora su repentina sensibilidad por los más pobres. Pero parece haber olvidado que fue justamente durante los tres años de su gestión como Ministro que el rico se hizo diez veces más rico que el más pobre de los pobres, como reconociera el senador frenteamplista Couriel; que fue durante su gestión que la deuda externa del país se incrementó en tres mil millones de dólares, y que fue justamente él el padre de la infausta Reforma Tributaria mediante la cual comenzó a aplicarse el IVA al consumo del agua, a las frutas y las verduras, y a determinados derivados de la leche (como la leche larga vida por ejemplo); que aumentó el precio del gas oil hasta emparejarlo con el de las naftas comunes, y por último, quien engendró el nefasto IRPF aplicado a los sueldos y las jubilaciones que grava las rentas generadas por el trabajo, no así al gran capital ni los depósitos radicados en el exterior, haciendo más penosas las condiciones de vida de asalariados y pasivos.
De todo esto parece haberse olvidado el Contador Astori, que ahora promete rebajar el IVA (¿por qué no lo hizo cuando fue Ministro?), aumentar los salarios de policías y trabajadores de la salud y las jubilaciones más sumergidas, dotar de más recursos a la seguridad y a salud pública, y cuanta maravilla pueda y quiera uno imaginar.
El Astori que hoy promete cristalinidad y transparencia en un futuro gobierno suyo, acusando a los partidos tradicionales de corruptos, es el mismo que puso las manos en el fuego por su compañero, colega y hombre de confianza Juan Carlos Bengoa, hoy procesado por el desfalco a los Casinos Municipales de Montevideo y que defiende a capa y espada la ruinosa asociación de PLUNA con Leadgate (cuyos entretelones la Justicia llegado el día investigará).
En fin...
Por más empeño que ponga el Contador en cambiar su imagen, para el asalariado, el jubilado y lo que queda de clase media en el país luego de sus “exitosas” reformas, continuará siendo uno de los Ministros de Economía más impopulares de la historia del país, el desgraciado “Ministro del IRPF”.
Alberto Lamaita es profesor de Historia y Dirigente de Alianza Nacional de Florida
Columna Semanal publicada en Diario El Heraldo, martes 24 de marzo de 2009

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