(1ra parte)(Columna en el Diario El Heraldo de Florida)
La violencia nos rodea, escuchamos permanentemente de violencia en el deporte, problemas en los liceos, casos de violencia doméstica; por poner algunos ejemplos. Además, esas noticias venden; los hechos suceden, los medios la presentan, pero también, los pueblos lo consumen, se puede preguntar: ¿nuestra sociedad se va “enfermando de violencia”?
Uno podría decir esto mismo para el mundo, o lo podría pensar en lugares lejanos, donde la guerra deja su herencia de violencia, sin embargo, nuestra sociedad de convivencia a la uruguaya ha ido perdiendo ese perfil tan nuestro y cada vez tiene más casos de agresividad social. Basta observar lo que sucede en el tránsito.
Y no es una “sensación térmica”. No es politizar el tema. Es notorio que existe un problema de seguridad, a lo que se suma la desintegración social y una crisis de valores, el tema es más profundo que la mera violencia.
Más allá de las tristes actitudes de la Ministra del Interior (que no se ni para que la menciono), insistimos que no sirve mirar al costado; ni de parte de las autoridades, ni de parte de la sociedad en su conjunto. Todos debemos contribuir.
Y en esa línea queremos contribuir con una propuesta de trabajo integral en tema de la violencia en la sociedad.
Nos parece oportuno empezar por destacar lo positivo que existe en el país como dejó en claro la visita del Senador Larrañaga al Centro Nacional de Rehabilitación (CNR). Allí el senador expresó: "El sistema carcelario del país es una bomba de tiempo, por eso toda la sociedad y el sistema político deben apoyar experiencias como esta, que ha demostrado ser tan exitosa”. Los datos son contundentes: mientras en el total de los centros carcelarios del país, el índice de reincidencia es de 60%, entre quienes salen del CNR es sólo del 6%.
El líder nacionalista insistió con la necesidad de destinar nuevos espacios a la rehabilitación, reiterando su propuesta concreta de que se utilice el cuartel de Punta de Rieles a tales efectos.
En otro orden de cosas. ¿Se arregló con la llamada “ley de humanización de las cárceles”? No, no tuvo ningún efecto positivo. ¿Se arregla con más centros de reclusión y se apueste a la rehabilitación? Parece que sí, pero no es tarea sencilla ni suficiente.
Hoy tenemos el problema duplicado. Los centros carcelarios desbordados y más gente en la sociedad con actitudes violentas, tanto víctimas como victimarios. La respuesta de la gente es la reja, la impotencia, y en algunos casos, también la respuesta violenta. Una sociedad dividida, que no apuesta a la paz y que busca la violencia es una sociedad que se va enfermando. Últimamente se prefiere la denuncia al diálogo; gobierno, sindicatos, usuarios, prestadores de servicios discuten y gritan en vez de dialogar. Hemos olvidado el poder de la palabra amable, el problema no es solo el delito, sino que además, es el clima de violencia.
A las propuestas de mejorar los centros de reclusión, de subir el presupuesto de la policía y también que reciba el apoyo debido para que cumpla mejor su rol, hay que agregar una política activa por una “sociedad de la reconciliación y de la paz”, en contraposición a la “sociedad violenta que hoy tenemos y se acrecienta”.
La próxima semana seguiremos en el tema y concretaremos nuestro aporte.
Mtro. Gervasio Martínez
26 de febrero de 2009.
Dirigente de Alianza Nacional de Florida
La violencia nos rodea, escuchamos permanentemente de violencia en el deporte, problemas en los liceos, casos de violencia doméstica; por poner algunos ejemplos. Además, esas noticias venden; los hechos suceden, los medios la presentan, pero también, los pueblos lo consumen, se puede preguntar: ¿nuestra sociedad se va “enfermando de violencia”?
Uno podría decir esto mismo para el mundo, o lo podría pensar en lugares lejanos, donde la guerra deja su herencia de violencia, sin embargo, nuestra sociedad de convivencia a la uruguaya ha ido perdiendo ese perfil tan nuestro y cada vez tiene más casos de agresividad social. Basta observar lo que sucede en el tránsito.
Y no es una “sensación térmica”. No es politizar el tema. Es notorio que existe un problema de seguridad, a lo que se suma la desintegración social y una crisis de valores, el tema es más profundo que la mera violencia.
Más allá de las tristes actitudes de la Ministra del Interior (que no se ni para que la menciono), insistimos que no sirve mirar al costado; ni de parte de las autoridades, ni de parte de la sociedad en su conjunto. Todos debemos contribuir.
Y en esa línea queremos contribuir con una propuesta de trabajo integral en tema de la violencia en la sociedad.
Nos parece oportuno empezar por destacar lo positivo que existe en el país como dejó en claro la visita del Senador Larrañaga al Centro Nacional de Rehabilitación (CNR). Allí el senador expresó: "El sistema carcelario del país es una bomba de tiempo, por eso toda la sociedad y el sistema político deben apoyar experiencias como esta, que ha demostrado ser tan exitosa”. Los datos son contundentes: mientras en el total de los centros carcelarios del país, el índice de reincidencia es de 60%, entre quienes salen del CNR es sólo del 6%.
El líder nacionalista insistió con la necesidad de destinar nuevos espacios a la rehabilitación, reiterando su propuesta concreta de que se utilice el cuartel de Punta de Rieles a tales efectos.
En otro orden de cosas. ¿Se arregló con la llamada “ley de humanización de las cárceles”? No, no tuvo ningún efecto positivo. ¿Se arregla con más centros de reclusión y se apueste a la rehabilitación? Parece que sí, pero no es tarea sencilla ni suficiente.
Hoy tenemos el problema duplicado. Los centros carcelarios desbordados y más gente en la sociedad con actitudes violentas, tanto víctimas como victimarios. La respuesta de la gente es la reja, la impotencia, y en algunos casos, también la respuesta violenta. Una sociedad dividida, que no apuesta a la paz y que busca la violencia es una sociedad que se va enfermando. Últimamente se prefiere la denuncia al diálogo; gobierno, sindicatos, usuarios, prestadores de servicios discuten y gritan en vez de dialogar. Hemos olvidado el poder de la palabra amable, el problema no es solo el delito, sino que además, es el clima de violencia.
A las propuestas de mejorar los centros de reclusión, de subir el presupuesto de la policía y también que reciba el apoyo debido para que cumpla mejor su rol, hay que agregar una política activa por una “sociedad de la reconciliación y de la paz”, en contraposición a la “sociedad violenta que hoy tenemos y se acrecienta”.
La próxima semana seguiremos en el tema y concretaremos nuestro aporte.
Mtro. Gervasio Martínez
26 de febrero de 2009.
Dirigente de Alianza Nacional de Florida
No hay comentarios:
Publicar un comentario