lunes, 2 de marzo de 2009

MOSCA DE TIEMPO MALO

A raíz de una noticia aparecida en EL HERALDO dando cuenta de que una moderna ambulancia donada al Hospital Florida por un grupo de uruguayos radicados en España, permanecía desde hacía cinco meses estacionada en el patio de aquél por un problema suscitado con la numeración del motor, la sociedad floridense tomó conocimiento del asunto.
Después de muhcas idas y venidas, y gestiones de los diversos actores políticos del departamento, se logró que provisoriamente la ambulancia comenzase a prestar servicios mientras se corrige el problema.
Qué habría ocurrido si EL HERALDO hubiese permanecido ignorante u omiso en el tema, no dándole por consiguiente la difusión que le dio? La ambulancia seguiría hoy estacionada en el patio del Hospital, ante la pasividad de las autoridades responsables, la mirada indiferente de los usuarios del nosocomio y la ignorancia del resto de los floridenses.
En ocasión del drama suscitado por la sequía, EL HERALDO informó ampliamente sobre ésta, visitando los lugares afectados y contactándose directamente con quienes la padecían en carne propia, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad floridense y a las autoridades pertinentes.
Esto fue malinterpretado por algunos, que consideraron que el tratamiento dado por este órgano de prensa al problema estuvo cargado de subjetividad, con la aviesa intención de perjudicar la imagen del gobierno, haciéndolo aparecer como el gran ausente. Para estos personajes (en particular algún trasnochado legislador) lo “políticamente correcto” hubiese sido no informar, ocultar la realidad, hacer de cuenta que no pasaba nada, en aras de una pretendida “objetividad”.
De ahí los gritos destemplados, las declaraciones fuera de lugar, los descalificativos e insultos gratuitos contra la prensa libre e independiente que no acepta doblegarse ante los intereses del poder de turno y muchos menos ceder a las presiones de sus personeros.
Llama la atención que el principal impulsor de esta cruzada contra la prensa libre sea un malhadado representante nacional (votado por mucho menos del 20% del electorado floridense, y para colmo ni siquiera él, sino la persona que estaba por encima de él en la lista respectiva), que justamente por su condición de tal debería asegurar a sus representados el libre acceso a la información, brindarle a los diferentes medios de prensa las más plenas garantías para el libre ejercicio de su profesión, practicar la tolerancia y el respeto para con quienes piensan distinto, y aprovechar su estadía en el Parlamento para presentar proyectos a favor del desarrollo del Departamento en lugar de malgastar el tiempo y el sueldo que le paga la sociedad toda atacando a un medio de prensa, utilizando para ello un lenguaje de boliche impropio de la investidura que representa.
En fin...
A lo largo de sus 90 años de vida, EL HERALDO pasó por situaciones similares e incluso peores (como las dos dictaduras que en el siglo XX asolaron el país), sorteándolas con éxito, labrándose un bien merecido prestigio que hoy, entrados al siglo XXI, mantiene incólume.
Mientras tanto sus detractores, como esas moscas que aparecen junto con el mal tiempo, pasan y seguirán pasando, causando un poco de escozor, molestando con su desagradable zumbido, para luego terminar sepultados en el olvido.

ALBERTO LAMAITA ES PROFESOR DE HISTORIA Y DIRIGENTE DE ALIANZA NACIONAL DE FLORIDA.
Columna semanal publicada en Diario EL HERALDO, martes 24 de febrero de 2009

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