Proclamación. El candidato de Alianza Nacional colmó el Cilindro y lanzó campaña
FEDERICO CASTILLO
"Quiero llevar las ideas de Wilson al gobierno", dijo ayer el senador Jorge Larrañaga en un multitudinario acto de lanzamiento de campaña. Abundaron críticas al gobierno y le pidió a Vázquez que termine con la "farsa" de la reelección.
El Cilindro Municipal estuvo colmado y la puesta en escena del lanzamiento oficial de la precandidatura presidencial de Larrañaga no descuidó detalles. Más que un acto fue un espectáculo montado con una estética y características inusuales en la política uruguaya.
Modernas pantallas gigantes, potente iluminación, un coro de jóvenes entonando en vivo el jingle de la campaña, prolijos carteles distribuidos en todo el público fueron algunos de los condimentos que hacían inevitable una comparación con los actos de los presidenciables estadounidenses.
Pocos minutos después de la hora 19, con cerca de 15.000 personas en las gradas, Larrañaga apareció en escena. Acompañado de sus tres hijos -Aparicio, Jorge y Juan Ignacio-, cruzó todo el Cilindro hasta llegar al escenario principal. Allí los esperaban sentados en varias filas de asientos numerosas figuras políticas que conformarán su equipo de trabajo. Tras ellos habían, intercaladas, banderas de Uruguay y del Partido Nacional.
Media hora más tarde se ubicó en el estrado y comenzó con el discurso. Les habló a los "orientales de todos los pagos" y destacó la concurrencia del evento. "Después del acto de Wilson en la explanada este es el acto más grande que se ha hecho en los últimos 25 años", afirmó.
Reelección. Larrañaga no dio rodeos para referirse a un tema que está instalado desde hace unos cuantos días en la agenda política: la posibilidad de la reelección del presidente Tabaré Vázquez. A los pocos minutos de oratoria ya estaba hablando sobre eso.
El tema lo introdujo luego de deslizar unas cuantas críticas al gobierno. "Este gobierno ganó para cambiar y cambió para gobernar", dijo y agregó que "no desandó el camino de la confrontación, confrontó cuando fue oposición y confrontó ahora que es gobierno".
Además, advirtió una paradoja del Frente Amplio: "en nombre del progresismo castigó el progreso".
"Lo peor es que encima de todo eso el gobierno genera la cortina de humo de la reelección", añadió y consideró que es una "irresponsabilidad" porque "con
"Si no es una cortina de humo es una burla a la inteligencia de los uruguayos para llevar adelante un proyecto político que viola nuestra carta constitucional", subrayó Larrañaga ante el aplauso de todos.
Dijo que el Partido Nacional ha estado históricamente en contra de la reelección y aludió al caudillo blanco Wilson Ferreira para dar más fuerza a sus argumentos. La viuda de Wilson, Susana Sienra, escuchaba atenta sentada en la primera fila al aldo de los tres hijos de Larrañaga.
"No importa quién quiera llevar adelante un proyecto vinculado a la reelección, este partido está en contra porque siempre lo hemos estado y porque termina siendo algo tremendamente negativo para el pluralismo, para la participación democrática de una sociedad", sostuvo.
Luego, y para terminar con el tema, le mandó un mensaje a Vázquez. "Desde esta tribuna digo que estoy seguro, en nombre de miles de compatriotas y también de los blancos, que el presidente de
Y de paso, se refirió a la interna del Frente Amplio y sus "idas y vueltas" para definir a los candidatos a la presidencia.
"Nuestro partido no anda esperando el dedo de nadie para elegir su candidato único a la presidencia, no somos como algunos en el gobierno donde los ministros andan pechándose y se apuran a firmar para quedar bien con el jefe", dijo y se escuchó una de las ovaciones más fuertes de la tarde.
Figuras. Sentado detrás de Sienra, con muy bajo perfil y un cartel que decía "Larrañaga Presidente" entre sus manos, estaba el ex jugador de fútbol y autor del gol del "Maracanazo" en el Mundial de 1950, Alcides Ghiggia. Cuando el locutor del evento lo divisó pidió un aplauso para él y dijo que su nombre es sinónimo de victoria.
Ubicados también en las primeras filas de asientos, estaban dos legisladores herreristas: el senador Gustavo Penadés y el diputado Pablo Abdala. Ambos abrazaron al candidato presidencial de Alianza Nacional cuando iba rumbo al estrado. Antes que comenzara el discurso se leyeron mensajes enviados por los rivales de Larrañaga en las internas blancas. El ex presidente Luis Alberto Lacalle y el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, le desearon éxito en su campaña y destacaron la unidad del Partido Nacional. Una unidad que también valoraron los integrantes del equipo político de Larrañaga en unos testimonios que se difundieron por las pantallas gigantes ubicadas en los laterales del escenario antes que comenzara la parte oratoria.
Allí hablaron actores políticos como el senador Sergio Abreu, el intendente de Río Negro, Omar Lafluff, el senador Julio Lara y el ex ministro del Interior Juan Andrés Ramírez, entre otros. Todos destacaron la figura de Larrañaga y lo reivindicaron como el responsable de la unidad del Partido Nacional al frente del Directorio blanco.
Revolución. En su discurso, el precandidato blanco habló de una visión distinta del país e insistió en el concepto de un gobierno que convoque a actores de todos los partidos políticos para gobernar. "Queremos construir el país de la justicia para los trabajadores, de las oportunidades para niños y jóvenes, de la dignidad para los mayores sobre la base del trabajo y la educación", enfatizó.
Destacó que busca un gobierno de coalición nacional "porque este país necesita imperiosamente de un gobierno que salte por encima de las diferencias ideológicas", remarcó.
Aspiró a construir "la revolución del trabajo con políticas públicas que lo estimulen".
"No quiero más impuestos, quiero más trabajo. Quiero subsidiar el trabajo para no tener que subsidiar la pobreza y la indigencia de niños y de ancianos. Un Estado al servicio de la sociedad y no al revés, un Estado orientador, regulador, garante y cuando sea necesario también compensador", precisó Larrañaga.
"Es injusta la pobreza, pero también es injusto que los ciudadanos de un país trabajen día y noche y el Estado le meta la mano en el bolsillo para darle a los que no trabajan, eso no es justicia", remató Larrañaga.
Y se despidió con la convicción de que será el próximo presidente.
Propone acuerdo nacional para una reforma educativa
El candidato presidencial de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, propuso ayer convocar a un acuerdo nacional en materia educativa para definir las políticas a aplicar en la próxima década.
"En materia educativa vamos a promover un gran acuerdo nacional para el próximo decenio en materia de calidad y equidad, una instancia multipartidaria que convoque a ciudadanos de todos los partidos donde podamos asumir compromisos quienes ostentemos el cargo de candidato único a
Además invitó a los candidatos presidenciales a firmar, antes de la próxima elección de octubre de 2009, "un compromiso para construir una política de Estado de educación como instrumento para construir libertad".
El líder de Alianza Nacional sostuvo que "no va más la educación para la revolución ideológica, lo que vale es la educación para impulsar la revolución del conocimiento" y manifestó que en ese sentido trabajará.
También se refirió a la reforma educativa que estudia el Parlamento, con la que los gremios han manifestado diferencias y ante la cual reclaman más autonomía y cogobierno.
"Nosotros decimos autonomía si, participación también, coparticipación también. Ahora, ¿por qué la educación de nuestros hijos y nuestros jóvenes la tiene que decidir un sindicato? Yo no estoy de acuerdo", afirmó.
En su discurso también manifestó la preocupación por la ausencia de políticas, programas y respuestas para la juventud y sostuvo que lamentablemente este sector está asimilado a drogas, problemas y violencia, cuando son presente y futuro de la sociedad.
"Quiero ser el presidente de los jóvenes", dijo ayer Larrañaga.
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