martes, 25 de noviembre de 2008

LA ARISTOCRACIA OBRERA


Como es de público conocimiento, la Intendencia Municipal de Florida se halla abocada a una reducción de gastos que afecta principalmente a los trabajadores municipales (recorte de viáticos y horas extras, quita de compensaciones, etc).

Al respecto, leíamos días atrás en EL HERALDO las explicaciones brindadas por un alto jerarca comunal justificando estos recortes con el argumento de que la Intendencia destina la mayor parte de sus recursos a salarios, horas extras y demás compensaciones, dando a entender que hoy el horno no está para bollos para seguir en este tren de gastos.

Lo paradójico es que el referido jerarca comunal, antes de pasar a ocupar el cargo de alta responsabilidad que hoy detenta, se desempeñaba como trabajador en un ente estatal y dirigente sindical, que también (suponemos) haría horas extras y trabajaría fuera de la ciudad para cobrar viáticos y así poder arrimar algún peso más a sus ingresos (lo que estaba bien visto entonces).

En aquellos no tan lejanos tiempos, era frecuente escuchar a este dirigente hablando a favor de los trabajadores, de su derecho a percibir un salario digno y una remuneración acorde con sus tareas; al mismo tiempo, era muy duro en sus críticas hacia los gobernantes de turno, a los que acusaba de explotar a la clase trabajadora y vivir a costa de sus miserias.

Tal vez algo de razón tenga este jerarca al hablar de la necesidad de recortar gastos; lo que llama la atención es que esto sea dicho por alguien que hasta no hace muchos años atrás defendía las mismas cosas que hoy reclaman los trabajadores municipales, que se sienten perjudicados por este verdadero ajuste fiscal, y que hoy sostiene los mismos argumentos para justificar este mazazo al bolsillo del trabajador que antes utilizaban aquellos a los que tanto criticaba (el salario hoy resulta ser un “gasto” y no un legítimo derecho del trabajador, por ejemplo).

Esto que vemos en Florida (trabajadores convertidos en empresarios) es un fenómeno que se repite a nivel nacional: la vieja dirigencia sindical, desde el ascenso del Frente Amplio al poder, se ha convertido en una casta privilegiada (la “aristocracia obrera” de que hablaba Lenin), divorciada de las masas a quienes dicen representar, rápidamente adaptada y corrompida (en el sentido de dejar de ser lo que alguna vez fue, aclaro por si las moscas) por la influencia perniciosa que en algunos provoca el ejercicio del poder.

Y así hoy tenemos a antiguos dirigentes del PIT CNT convertidos en Ministros y probables futuros candidatos presidenciales (Daniel Martínez por ejemplo), Directores de entes autónomos (Daniel Silvera, del sindicato del Transporte), celosos defensores del gobierno (Juan Castillo), justificando el impuesto a los sueldos y las jubilaciones, viajando por el mundo junto al gabinete ministerial, preconizando la “paz social” para con este gobierno...

Si para muestra basta un botón, en los cuatros años que llevamos de gobierno frenteamplista, los únicos paros que se hicieron fue siempre contra algún empresario, no contra el gobierno, como se apresuraban los dirigentes del PIT CNT a dejar en claro.

En fin...

Continuamos siendo testigos de los varios “cambios” que se vienen procesando en el país bajo el gobierno progresista: el cambio del “status” social de muchos antiguos “amigos” del proletariado es uno de los más evidentes.

Alberto Lamaita es profesor de Historia y Dirigente de ALIANZA NACIONAL DE FLORIDA

Columna semanal publicada en Diaro EL HERALDO, martes 25 de noviembre de 2008

No hay comentarios: