martes, 22 de abril de 2008

UNA PÚBLICA ACUSACIÓN


El pasado 7 de marzo, el renunciante Vicepresidente de AFE, Ingeniero Luis Eduardo Pérez Melón, envió una carta al doctor Tabaré Vázquez explicando los motivos de su renuncia y realizando una serie de apreciaciones sobre la gestión frenteamplista del Ente.
La carta, de carácter público, es interesante porque su autor es un militante de larga data dentro del Frente Amplio, habiendo trabajado diez años en su Comisión de Programas en temas de logística respecto al transporte ferroviario.
Para comenzar, el Ingeniero Pérez Melón se lamenta de que sus opiniones cuando era todavía Vicepresidente de AFE nunca fueron tenidas en cuenta ni por el Ministro de Transportes Rossi ni por el Presidente de AFE, y de que se enteró de su remoción a través de la prensa, siendo que dos semanas antes Rossi lo había ratificado en su cargo.
Luego entra en una serie de consideraciones sobre la futura asociación de Afe con privados precisando que “si cualquier inversor privado analizara dichos documentos desde la óptica de AFE, seguramente no aceptaría este convenio ya que el riesgo de perder es muchísimo por parte del Estado”, extendiéndose luego en una serie de críticas hacia las actuales autoridades.
“No hemos hecho cambios sustanciales en la gestión de AFE”, “no hemos colocado casi ni 1 km de vía (...), habiendo materiales (...) y teniendo la posibilidad de contratación de mano de obra por parte del Estado”. “No hemos adquirido locomotoras habiendo ofertas variadas y de canje por chatarra en condiciones muy convenientes” (ignorando una oferta china de canje de chatarra por locomotoras, vagones y equipamiento moderno).
Con respecto a la futura asociación de AFE con privados, realiza duros cuestionamientos.
“Del espíritu de la Ley de Asociación de AFE aprobada por el Parlamento a lo que se está siguiendo hay una gran diferencia. Mientras que el Parlamento aprobó que el inversor privado invertiría en infraestructura ferroviaria y en material rodante”, ahora “el inversor privado invertirá sólo en material rodante (...) pero no en la infraestructura ferroviaria principal”. “También el inversor privado se quedaría con todo lo relativo al funcionamiento de varias Gerencias fundamentales de AFE (además de la Comercial), como Material Rodante (mantenimiento de locomotoras y vagones), Transporte (programación y marcha de trenes) tanto en la planificación como en la programación. También se quedaría con gran parte de la Gerencia de Infraestructura, Comunicaciones, Licitaciones, Compras, etc, dejando a AFE con la ejecución del mantenimiento de la maquinaria y de la corrida de los trenes pero siendo responsable de todos los problemas que surjan en la práctica del transporte ferroviario diario”.
Y finaliza diciendo: “No concibo la idea de que nos quedemos sentados cruzados de brazos esperando que la varita mágica de los privados haga lo que nosotros no hacemos como Estado”. “Lamento por los trabajadores ferroviarios y por los votantes de la fuerza política si esta carta genera algún problema, pero no podía callarme más”.
Lamentablemente, nunca vimos esta carta (de carácter público) reproducida en ningún “órgano oficial” del Frente Amplio (negándole asì a los militantes de dicha colectividad política el derecho a informarse de lo que está pasando dentro del gobierno). Será porque hay críticas (especialmente las provenientes desde las propias filas) que duelen y es mejor ocultarlas.

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