sábado, 5 de abril de 2008

El presidente Vázquez y el acto


No es por casualidad que el Dr. Tabaré Vázquez, llegó a ser el primer Intendente de Montevideo, perteneciente al Frente Amplio y que también llegó a ser el primer Presidente de la República, apoyado por esa fuerza política. Y digo que no es casualidad porque siempre existen factores intelectuales, carismáticos, de capacidad de comunicación, etc., que explican por qué es líder una persona y además un líder destacado.
El Dr. Vázquez no es una excepción en materia de liderazgo político y a pesar de que no tiene la gestualidad de un Wilson Ferreira o la erudición de un Sanguinetti, de cualquier forma el hoy Presidente, ha desarrollado determinadas cualidades que lo han hecho líder y esas cualidades en gran medida son el fruto de su propia vivencia. Nadie puede negar su capacidad y su frialdad para afrontar situaciones, su capacidad de vender ilusiones o esperanzas y hasta de falsear la realidad en forma grosera con tal naturalidad y frialdad que no le tiembla un músculo ni le hace temblar la voz como seguramente le ocurriría a muchos políticos, para sostener lo insostenible o para transmitir lo falso como real o lo que es real trasmitirlo como falso.
Y ello es fruto de su vivencia, porque no debemos olvidar que durante buena parte de su vida, e incluso en la actualidad, se ha dedicado a una profesión como la de médico oncólogo en donde la relación dialéctica de todos los días es con un ser humano amenazado por la muerte y con familiares destrozados espiritualmente, dadas las características del cáncer como cruel enfermedad. Allí más que nunca el hombre, el ser humano médico, debe saber generar una ilusión, una esperanza a la que aferrarse porque todos saben que la alternativa es la muerte. Pero además hay que hacerlo de tal forma que sea creíble, natural y hasta convincente.
Y el Dr. Vázquez ha tenido la indudable habilidad como político de transplantar tales facetas al campo de la vida política y así con una naturalidad y frialdad envidiable sostener por ejemplo, como lo hizo en Paso de los Toros en un acto reciente, que el mismo era un acto de gobierno y que después vendrían los profetas del oscurantismo a decir que ese acto era un acto político partidario y recalcaba que no, que éste era una acto de gobierno. Mientras tanto llegaban ciudadanos de todos los puntos del país, a dicho acto, en ómnibus embanderados con los colores del Frente Amplio y en el “supuesto acto de gobierno” ondeaban las banderas y pancartas del Frente Amplio y los asistentes coreaban “ole le, ole le, ola la, si esto no es el Frente el Frente dónde está”, pero todavía agregaba el Presidente desde la tribuna que así como estaban banderas del Frente Amplio, podrían haber ido ciudadanos con banderas del Partido Nacional, del Partido Colorado o del Partido Independiente, ya llegando aquí al límite de la fantasía y de la hipocresía política ¡Lindo les hubiera ido a los que fueran con banderas o símbolos de otro pelo partidario!
O sea, al comienzo mismo de su oratoria el Presidente, con una habilidad que hay que reconocerle, ya abre el paraguas y se ataja, sabiendo que viola el Artículo 77 Numeral 5º de la Constitución, descalifica de entrada a los que fueran a ver las cosas con sus propios ojos y en el plano de la realidad y los llama “profetas del oscurantismo”. Poco faltó para intentar convencer a la gente de que en vez de estar anocheciendo, estaba amaneciendo o de que llovía torrencialmente cuando el sol había brillado durante el día y ya se veían las estrellas al anochecer.
Y esa fue además la tónica de buen parte del contenido del discurso, por ejemplo, comparando indicadores económicos de la actualidad en que la bonanza internacional ayuda a los precios y colocación de nuestros productos con los años negros del 2001 o de 2002, cuando estábamos golpeados con la crisis brasileña, la aftosa, la crisis Argentina y el atraso cambiario interno, que ahora también existe pero no afecta nuestras exportaciones porque el dólar está en franco declive a nivel internacional. O cuando se quejó de la suba del petróleo como factor adverso, pero sabe y por supuesto no lo dice que con el atraso cambiario actual compra petróleo mucho más barato y además sabe que Chávez en Venezuela le financia a quince años hasta el veinticinco por ciento de las compras de petróleo a ese país y que eso está haciendo crecer vertiginosamente el endeudamiento de ANCAP. Ni hablemos de cuando termina el acto con la conocida frase del Che “Hasta la victoria siempre”, al mejor estilo de cierre de acto electoral, mandando así un velado mensaje al 26 de Marzo y a la Corriente de Izquierda que por estos días amenazan con irse del Frente, como diciéndoles, todavía nos queda algo en común.
En fin, no va a ser fácil para el Frente encontrarle un sustituto a este hombre y encontrar alguien que pueda vender tan fácil y naturalmente ilusiones y promesas y hacerlo en forma inteligente, creíble, hasta lograr fanatizar a seguidores y hacerlos creer y proclamar que lo que no es cierto o es a todas luces falso sea “la verdad revelada”.
Quizá por aquello de que “no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo” que proclamaba Abraham Lincoln es que Vázquez no quiso seguir cinco años más en la Intendencia de Montevideo, cuando podía hacerlo de acuerdo a la Constitución y ahora se abroquela detrás de la Constitución para decirle a sus compañeros que no le hablen de reformas para promover su reelección como Presidente.
Extraído de "LA DEMOCRACIA", 28 de marzo de 2008, Nº 21

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