miércoles, 2 de abril de 2008

Los muchachos están nerviosos



En la mañana de ayer (martes 1º de abril) próximo al mediodía el dirigente de Alianza Progresista lista 738 del Frente Amplio, Leonardo Arrillaga, fiel a su estilo de abierta confrontación, mantuvo un altercado con el periodista radial de Exitorama Siglo XXI, Ruben Mario del Castillo, que terminó en no muy buenos modos.
Leonardo “Canario” Arrillaga, lanzó toda una serie de atrocidades contra todos aquellos que no fuesen frenteamplistas, mezclando los fallos de inconstitucionalidad del IRPF y las personas que empadronan sus autos en otros departamentos y viven en Florida, acusando a todos de malos uruguayos y peores floridenses, parafraseando a Artigas.
La alocución, que no fue pactada con el conductor del programa, mostró de parte de Arrillaga un nerviosismo que cada vez se está dando con mayor frecuencia entre los dirigentes frentistas, vasta recordar el juicio que perdió el Director de Desarrollo Productivo Ing. Alejandro Echeverría, donde trató de “delincuente” al movilero de la misma radio; o la discusión que tuvo el referente del sector de Arrillaga, y vicepresidente de la República Rodolfo Nin Novoa con el Senador Julio Lara, donde todo aquel que diga algo que no les gusta, salen con una ferocidad atroz, y de sus bocas sale más mal olor que de las cloacas.
Lo que le queremos decir, desde este humilde blog es que se serenen; no es atacando a los demás que se defiende una gestión, no es inculpando a los demás que se consigue captar adhesiones para un sector o un partido, sino que es proponiendo y dialogando. Cosas que Arrillaga no sabe lo que significan esas palabras. Viniendo de quien vienen las palabras, no nos sorprenden, siempre ha tenido esa actitud patoteril, y esa ha sido su forma de hacer política, es hora de que deje el agravio gratuito y se preocupe por defender la gestión con otras armas.
El día sábado vamos a escuchar atentamente su berborrágica entrevista, que va a estar cargada de los mismos insultos y las mismas conjuraciones que siempre encuentra en los demás cuando no puede explicar las fallas que su administración, por la que tanto luchó (incluso cuando se decía “blanco”) y que hoy no ha llenado las expectativas, ni de los floridenses, ni de los uruguayos.

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