martes, 8 de abril de 2008

TENTACIONES PELIGROSAS


En enero del año 49 a.C, las legiones romanas al mando de Julio César provenientes de las Galias (actual Francia) cruzaban el Rubicón, río que marcaba el límite entre estos territorios e Italia. Nunca hasta entonces, un general romano al mando de un ejército se había atrevido a entrar en suelo italiano sin el consentimiento del Senado, por lo que el futuro dictador estaba incurriendo en una ilegalidad.
“Alea jacta est” (“la suerte está echada”) se dice que exclamó César al espolear su caballo y lanzarse al río, conciente de que emprendía un viaje sin retorno. Su acción (además de anunciar la muerte del regimen republicano) sentó un peligroso precedente: de ahí en adelante, cualquier general con ambición al mando de un ejército, se sentiría tentado a probar fortuna, sin que Senado ni Ley alguna pudiese impedirlo.
La polémica desatada por el fallo de la Suprema Corte de Justicia ante el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por cientos de jubilados, sigue levantando polvareda, enturbiando cada vez más el ambiente político y poniendo en peligro la independencia de los poderes del Estado.
Con asombro y preocupación, vemos cómo a diario, en una muestra de irresponsabilidad total, desde el partido oficialista y desde el propio gobierno se lanzan acusaciones y se tejen sospechas sobre el accionar de los Ministros de la Corte que votaron a favor del recurso en cuestión, amenazándolos con denuncias de corte policial o con someterlos a juicio político. Para agravar la situación, el Frente Amplio anunció que emprenderá una gira que abarcará todo el país para defender la vigencia del IRPF.
¿Qué se busca con esto? ¿Qué se pretende lograr? ¿Presionar al futuro nuevo integrante de la Suprema Corte para que cambie el voto de su antecesora? ¿Intimidar a los otros jueces? ¿Utilizar a la Suprema Corte de Justicia como chivo expiatorio para tratar de ocultar el rechazo que en todos los sectores de la población genera este impuesto nefasto? ¿Polarizar el país (como lo han hecho Chávez en Venezuela y Cristina Fernández en Argentina), dividir y enfrentar a los orientales con el único y estrecho fin de mantenerse un período más en el gobierno?
En la política (como en la guerra y en el amor) todo vale; pero hay cosas con las que se sabe no se debe jugar: la Constitución, la separación e independencia de los poderes del Estado, son algunas de ellas, porque se es conciente de que se estaría entrando en terreno peligroso, arriesgando consecuencias imprevisibles para el futuro (recordemos lo que ocurrió en el país a comienzos de la década del 70 con el choque entre poderes y su desenlace).
La división de poderes y la independencia entre éstos es la base del sistema democrático occidental, la garantía imprescindible para evitar el uso arbitrario o despótico del poder por parte de los gobernantes de turno.
Cuando la Ley falla, todos debemos someternos a su veredicto, estemos o no de acuerdo con el mismo. De lo contrario caemos en la anarquía, el “vale todo”, en la ley del más fuerte. Lamentablemente muchos parecen no entenderlo así, y como aquel general romano, se sienten tentados a cruzar el río, confiando en la razón de la fuerza más que en la fuerza de la razón.

Columna Publicada en Diario "EL HERALDO", martes 8 de abril de 2008

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