martes, 29 de abril de 2008

Al País Todo


Días pasados solicitamos en nuestra calidad de Presidente del Directorio del Partido Nacional una entrevista con el Sr. Presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez a los efectos de dialogar sobre la situación generada por los fallos de inconstitucionalidad de la aplicación del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas a las Jubilaciones así como por la integración de la Suprema Corte de Justicia a raíz de la vacante generada por la Ministra Bossio.

El día 21 de abril el Sr. Presidente nos comunica mediante una carta su decisión de no conceder la entrevista solicitada calificándola “fuera del contexto de diálogo político”.

Esa negativa nos causó un doble sentimiento. En primer lugar, como ciudadano nos generó una profunda desazón, y como representante del principal Partido de la oposición, la sensación de una oportunidad desaprovechada.

La enorme responsabilidad que representa la investidura presidencial no admite crispaciones y está más allá de las eventuales diferencias que puedan plantearse en el funcionamiento del régimen democrático. Con el mayor respeto institucional que tenemos por la representación que inviste el Sr. Presidente, consideramos que ha tenido una actitud equivocada.

Entre los argumentos expresados en la misiva que nos dirigiera señala que atento a las declaraciones públicas efectuadas por legisladores del Partido Nacional anunciando su intención de interpelar a los Ministros de Economía y Finanzas y de Trabajo y Seguridad Social, estima "inoportuno el planteo que me efectúa".

El Sr. Presidente ha confundido los instrumentos parlamentarios previstos por la Constitución de la República, conferidos a los legítimos representantes de la soberanía popular, con la necesaria e imprescindible relación institucional entre el Gobierno y los Partidos Políticos de la oposición.

El Presidente de la República es el primer ciudadano, y debe garantizar los derechos, porque las mayorías generan responsabilidades. Incurre en un lamentable error al asimilar diálogo a coincidencia, a unanimidad, no admitiendo ni críticas ni alternativas. Nuestra sociedad reclama unidad para tratar los intereses de la gente que deben estar por encima de las controversias que dividen y no le aportan al bien común. La democracia no se agota en un acto electoral cada cinco años, sino que es un proceso, y como tal se construye y fortalece todos los días, con gestos republicanos que propendan a unirnos detrás de los intereses superiores de la República.

Como Presidente del Directorio del Partido Nacional, calidad en que solicitamos la entrevista, le respondimos por el mismo medio al Sr. Presidente, explicitándole nuestro parecer sobre su actitud, y reiterando una idea y un mandato que ha acompañado siempre a nuestra colectividad política, servir siempre al país y anteponer los intereses de la Nación sobre los partidarios. Lo que es bueno para el país, es bueno para el Partido Nacional.

En el recordado discurso de la explanada municipal, luego de su liberación, Wilson Ferreira Aldunate acuñó la frase que para nosotros es imperativo, y que se la expresáramos al Sr. Presidente cuando fuéramos a saludarlo al conocerse su victoria, “al país todo, al gobierno lo que merezca”. Por esto es que, así como entendemos que el díálogo es el instrumento adecuado para superar las diferencias y que enriquece y da contenido a la democracia, y su rechazo por el Sr. Presidente es algo que lamentar, al ser consecuentes con la tradición del Partido Nacional y un convencimiento personal, le seguimos tendiendo la mano al País.

Todos debemos estar convocados a la construcción del destino nacional.

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