lunes, 3 de marzo de 2008

La difícil tarea de ser joven, uruguayo, en Uruguay


Federico Ricagni
Presidente de la juventud del Partido Nacional

A confesión de parte, relevo de pruebas…Este postulado procesal marca la tónica de las últimas semanas… Mientras el Ministro de Economía reconocía que su fuerza política hizo caudal durante los últimos 37 años -toda su vida- de atacar el honor de las personas sin tener pruebas que respaldaran tales cuestionamientos, el Sr. Presidente reconocía otro tanto. Que los jóvenes se van… pero no sólo eso, lo cual es incontrastable. Sino que –aquí está lo grave- , expresó que hay que estudiar las causas… Recién en su tercer año de gobierno, han descubierto que los jóvenes se van, y que deben estudiar las causas.La secuencia de supuestos logros económicos: la “bonanza”, las perspectivas positivas y demás frases alusivas resultan en una ironía para el joven uruguayo. Esta es la realidad.Este gobierno ha desprotegido especialmente a los jóvenes. No existe ni una sola medida –no ya políticas públicas de juventud- que atienda la problemática juvenil. “Tenemos que estudiar las causas…” decía el presidente sobre el exilio juvenil. Todos lo padres, hermanos, amigos, familias que esperan el retorno de sus seres queridos deben saber: el gobierno va a estudiar las causas...Luego de tres años de gobierno vemos que ni siquiera un estudio al respecto se ha hecho. Pero en esa frase del mandatario encontramos la explicación a muchas de nuestras preguntas. No han estudiado las causas. Tal vez el espíritu científico del señor Presidente lo lleva a seguir un método. El primero es la observación (tarea que le implicó tres años). Ahora que han constatado empíricamente que los uruguayos huyen de la Patria, el ejecutivo nos envía una tímida señal de que quieren saber el por qué. Obviamente el doctor Vázquez no tiene aún un diagnóstico, por lo cual deducimos que ni por asomo tienen un tratamiento. Y el tiempo pasa y su gobierno también, los jóvenes de esta patria no podemos ser más los conejillos de indias. No ha habido ni una sola reunión entre ministerios de Vivienda, Educación, Economía y Trabajo para atender este verdadero flagelo. La Universidad de la República debe hacer lo suyo. Debe crear -para eso está, para desarrollar la inteligencia en pro de la sociedad toda- medidas que frenen el “exilio letrado”. Los jóvenes más calificados se van, entre otras cosas porque si quieren progresar en el conocimiento, lo de aquí no basta. Esto es triste pero sobre todo preocupante y fatal. Nuestra sociedad no es capaz de reproducir conocimiento. Nuestras mejores mentes se van, se tienen que ir.Ya que el gobierno no conoce las causas que provocan que nuestros jóvenes se vayan, le decimos al Sr. Presidente: se van porque usted no les da trabajo, no les da vivienda, porque la universidad es un escenario de poder –sólo se discute quien manda- y no un centro de formación y pensamiento. Por todas estas cosas se van. Porque así, como es hoy -igual que ayer- es imposible proyectar un futuro. Se van porque su gobierno, en lugar de permitirnos ganar oportunidades, nos impuso frustración.Aquí sus causas Sr. Presidente.Esperemos que la “renovación ministerial”, de la mano de quienes ocupaban los cargos en empresas publicas, traiga alguna solución, o por lo menos lo intenten, y no se continúe con esta vieja práctica de abundar en el diagnóstico y retacear en las respuestas

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