martes, 25 de marzo de 2008

FLORIDA ES TUYO (Y LA BASURA TAMBIÉN)


El conflicto que la semana pasada enfrentara a los funcionarios municipales encargados de la recolección de residuos con el Ejecutivo comunal, sacudió la característica modorra de los floridenses por esos días.
El caso, por sus peculiaridades, merecería figurar en el Libro Guinnes de los Récords: los trabajadores que querían cumplir con su tarea, y las autoridades que se los impedía.
La medida, según aclararon jerarcas consultados por la prensa, obedecía a razones meramente económicas: la cosa no está como para tirar manteca al techo y hay que recortar gastos a como de lugar (y si es del bolsillo del trabajador, mejor). Como los recolectores (que contaban con ese dinero extra) protestaran, amenazando con no cumplir con el servicio, la Intendencia (progresista y de izquierda ella) les mandó un ultimátum: o se presentaban a trabajar, o se atenían a las consecuencias.
Varias reflexiones nos merece lo ocurrido...
En primer lugar: si la situación financiera de la Comuna (como a diario nos repiten las autoridades) es hoy mucho mejor que en años anteriores; si las cuentas están saneadas, si a los proveedores se les paga en fecha; si el país mismo atraviesa una bonanza económica excepcional, como gusta decir el gobierno... ¿Por qué entonces la necesidad de recortar gastos, afectando a los sectores de más débil poder adquisitivo y resintiendo la calidad de los servicios a que tiene derecho la población? Además, algo que nadie parece haber tenido en cuenta: ese dinero extra que hubiesen cobrado los recolectores, es dinero que queda en Florida (no como ocurre con el dinero que cobran algunos jerarcas, que va a terminar a algún balneario del este).
En segundo lugar, una gran interrogante. ¿Escuchan realmente las autoridades comunales a la sociedad (a aquellos que con sus impuestos mantienen el funcionamiento de la Intendencia)? Porque, ¿qué reclamaba la gente en este caso? Que se mantuviese la recolección de residuos durante la mayor parte de la Semana de Turismo (o Santa, como se la prefiera llamar). Muchos se llenan la boca hablando de democratización, de fomentar la participación ciudadana, etc. Pero todo queda en letra muerta cuando en lugar de responder a las demandas de la sociedad, los responsables del gobierno departamental (o la mayoría de ellos) “se toman los vientos” y que Juan Pueblo (en este caso puntual con el problema originado con la basura) se las arregle como pueda.
Y una reflexión final: si tan quisquillosos se muestran nuestros gobernantes con la administración de los dineros públicos. ¿Qué está esperando la Intendencia Municipal para exigirle al Contador Samacoitz (antiguo Director de Hacienda) el pago de los haberes indebidamente cobrados durante el tiempo que estuvo ilegalmente al frente de dicha repartición? (según resolución del Tribunal de Cuentas de la República, aclaro por las dudas). Se calcula que el mencionado Contador le quedó debiendo a Florida una cifra cercana al millón de pesos; con ese dinero alcanzaba y sobraba para pagarle a los recolectores sus horas extras, que se calculaban en $ 10.000, evitándonos tantos dolores de cabeza.
En fin... La mano parece que viene de recortar gastos a como de lugar, aunque ello vaya en desmedro de los servicios esenciales para la comunidad.

Columna publicada en Diario "El Heraldo", martes 25 de marzo de 2008

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