miércoles, 26 de marzo de 2008

Homenaje a Wilson de todo el espectro político


Parlamento. Recuerdos de su lucha contra la dictadura
Rara vez hay acuerdo tan generalizado en el Parlamento, como pasó ayer: la Asamblea General homenajeó al caudillo blanco Wilson Ferreira Aldunate, a 20 años de su fallecimiento.
Un ambiente emotivo se apoderó de la Cámara de Diputados, donde sesionó la Asamblea. La foto de Ferreira con las manos en alto -en el acto realizado en la explanada municipal luego de su liberación el 30 de noviembre de 1984- dominó la sala en dos pantallas ubicadas a los costados.
Ocho oradores, de los cuatro partidos, resaltaron la figura de Wilson en la lucha contra la dictadura, en su actuación parlamentaria y como ministro. La única divergencia se dio cuando habló el diputado Ruben Martínez Huelmo del Espacio 609: dijo que el programa de 1971 del caudillo blanco incluía reforma agraria, nacionalización de la banca, seguro nacional de enfermedad y reforma fiscal con impuesto a la renta. Aseguró que Wilson mantuvo esas ideas al retorno de la democracia, pidiendo cambios en el sistema tributario para que pague más "el que puede pagar más". Buena parte de la bancada blanca no lo aplaudió.
FIGURAS. El senador blanco Francisco Gallinal presidió la sesión, en lugar de Rodolfo Nin Novoa. Desde uno de los palcos escuchaba la familia de Wilson y las barras lucieron repletas. Al final hubo un largo aplauso, luego de un minuto de silencio. La sesión comenzó con el himno nacional, entonado por el coro del Sodre. Estaban el ex presidente Jorge Batlle, los ministros Héctor Lescano (Turismo) y Ernesto Agazzi (Ganadería), así como el subsecretario Ricardo Bernal (Interior).
Para el diputado blanco Pablo Iturralde, Wilson significó "la esencia misma de la libertad" y entendió que había que buscar más acuerdos que discrepancias. "Tenía amigos en todos los partidos y aprendió a querer a Michelini, Maneco (Flores Mora) y a Seregni, sabiendo que de nada valen los proyectos políticos si no se hacen entre todos", indicó. "Fue un gran conciliador", pero también "un gran polemizador y terror para sus enemigos", comentó.
El diputado Carlos Enciso dijo que Wilson fue forjador de la unidad nacionalista, ministro moderno, gran senador ("fiscalizador de la Nación"), y abanderado contra la dictadura. Al final, resaltó que "hoy Wilson no es blanco, sino de todo el país", mencionó a la esposa de Ferreira, Susana Sienra, y los ojos se le llenaron de lágrimas y le costó terminar el discurso.
Luis Alberto Heber se refirió a la "intransigencia blanca" y de Wilson en defensa de la honradez administrativa, en el combate a la dictadura, en el reclamo de libertad de Líber Seregni "y todos los presos políticos", y en elegir el camino de la reconciliación nacional.
El frenteamplista Doreen Ibarra recordó a Wilson como un "contendiente leal y honesto del Frente" y dijo que el programa de 1971 "Nuestro compromiso con usted" tenía coincidencias con la izquierda. Habló de su "grandeza política" para enfrentarse a la dictadura, en "un ejemplo de cómo se defiende la patria". Su colega José Luis Blasina lo definió como un "hombre extremadamente pasional y carismático". Para el senador Julio Sanguinetti, Wilson recorrió el mundo "con dedo acusador, reclamando libertades" y se transformó en "líder pacificador" al regreso democrático, dando un "mensaje de paz".

Larrañaga llamó a la unidad blanca
El presidente del Directorio del Partido Nacional, senador Jorge Larrañaga, hizo un llamado a la unidad de los blancos como uno de los principales legados dejados por Wilson Ferreira Aldunate.
Para Larrañaga, los nacionalistas son la única alternativa posible para mejorar una sociedad "dividida" como la que promueve la izquierda uruguaya. "El aporte de Wilson no es solo pasado sino también futuro", dijo Larrañaga en la sesión del Directorio.
En su discurso, recordó que los grandes hombres no mueren porque continúan viviendo en el imaginario social o sus partidos políticos "se encargan" de mantenerlos vivos. Agregó que Wilson se consideraba "un combatiente" por la libertad, la descentralización, las políticas sociales y el Uruguay moderno.

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