lunes, 3 de marzo de 2008

"El país que se viene"


Entrevista que LA DEMOCRACIA le hiciera al Presidente del H. Directorio del Partido Nacional


“Si bien se propone conversarlo con los compañeros de todos los sectores, el Dr. Larrañaga está pensando en agosto o septiembre de este año, como plazo para dejar la Presidencia del Directorio del Partido Nacional. “Seguiré cumpliendo mis responsabilidades, hasta que se haga imposible compatibilizar esa tarea con una eventual precandidatura a la presidencia de la república”, afirmó a La Democracia. “Nunca seré un factor de desunión porque estoy convencido de que la unidad del Partido es un pilar insustituible en la construcción de las expectativas concretas de que el Partido Nacional alcance el gobierno en las próximas elecciones.” También anunció la convocatoria a 150 técnicos para crear la Fundación Para la Democracia Wilson Ferreira Aldunate, que realizará un importante aporte programático.


Por Aníbal Steffen

¿El próximo lunes asumen los nuevos integrantes del gabinete. ¿Qué efectos cree usted que tendrá esta reestructura sobre la acción del gobierno?

Creo que se ha dado una suerte de estampida electoral. El gabinete de gobierno dará paso el lunes a un gabinete de transición y de flotabilidad. Revela una percepción de enorme desgaste del gobierno, donde quizás pueda salvarse en algo el Presidente de la República. Pero el gobierno, está desgastado.Creo que el grave problema del gobierno es que está preso de sus contradicciones, de las cuales el país entero es rehén. Por encima de los cambios de nombres, lo cierto es que no sabe a dónde va.Se pueden señalar, en primer lugar, dos grandes fracasos en los tres años de este gobierno. Fracaso en la política internacional y fracaso en lo que refiere al país productivo. El país productivo está de vacaciones como ha estado de vacaciones el gobierno. No puede haber país productivo con un dólar a 21 pesos y con un gasoil a 1.40 dólar el litro. Es imposible con el mazazo impositivo que el sector productivo tuvo.Así que es un intento del Presidente Vázquez de generar un recambio en el equipo de gobierno, que lo iba a hacer a los 18 meses de su gestión y lo hace a los 3 años. Bajo el rótulo de renovación, simplemente porque bajan una cantidad de años en el promedio de edad de los integrantes del gabinete, pero que tiene algo peor que la vejez, que es no saber a dónde va.

¿Se viene una arremetida política del Frente Amplio?

Es evidente que el Frente Amplio va a entrar en un proceso de profundización del internismo. Y allí los distintos actores, desde los ministerios que tienen a su cargo y desde las distintas reparticiones públicas van a profundizar el trabajo a favor de ese internismo que se dará dentro del gobierno y del cual quisiera escaparse el presidente, pero no lo va a lograr. Una vez que el ministro Mujica baje a la arena política, de la cual nunca se fue del todo, dentro de 60 o 90 días va a sobrevenir la renuncia del Ministro de Economía, quien querrá pujar por su candidatura. De manera que se va a desatar en los próximos meses un proceso intenso interno desde el punto de vista electoral. También, lamentablemente, se van a comenzar a dar un fenómeno muy negativo de condicionamiento al próximo gobierno.

¿A que se refiere concretamente?

Digo esto porque van a comenzar a gastar, a incrementar el gasto público; porque el proceso de la rendición de cuentas va a ser una rebatiña, una gran piñata por la cual pujarán funcionarios públicos y sectores corporativos de la vida nacional, presionando sobre el gasto público en una suerte de avant premiere de lo que será el carnaval electoral del 2009. Seguramente se cumplirán algunas promesas preelectorales, otras derivadas de la reforma tributaria del año pasado, más demandas acumuladas, lo que conformará una fortísima línea de ascenso del gasto público.

¿Le parece que la dinámica parlamentaria cambiará al volver a su lugar de origen los principales líderes sectoriales del Frente Amplio?

Es posible que pueda profundizarse una mayor trascendencia en el debate político parlamentario a partir de que algunos actores del primer orden van a pasar del Poder Ejecutivo al parlamento. También eso puede terminar siendo relativo en función de que el tiempo de las reformas ha pasado. Al gobierno le queda menos de un año de tiempo útil. Tal vez todavía pueda hacer algo en materia de educación. Pero tendrían que apelar a un entendimiento nacional, porque sería altamente inconveniente para el país que, en materia educativa, el gobierno pretenda sacar reformas sustantivas apelando exclusivamente a sus mayorías parlamentarias.Por lo tanto quizás cobre más importancia el debate político parlamentario, tenga más estridencia, los focos de atención pública pasen, en alguna medida, del Poder Ejecutivo al Parlamento, en virtud de que pueda haber allí algunos presidenciables del Frente Amplio.

¿La salida de Reinaldo Gargano de la Cancillería y su reemplazo por el Dr. Fernández cree que puede contribuir a mejorar el estado de nuestras relaciones con Argentina y, en general, nuestra inserción internacional?

Ojalá que si. Creo que ha habido una enorme incapacidad de los dos gobiernos para dialogar, lo que nos ha llevado a esta situación en la que incluso el fallo de la Corte Internacional de La Haya no termine siendo solución. Porque Uruguay puede ganar en La Haya, pero perder en la relación bilateral con la República Argentina.Y en términos generales, la definición de una política internacional supera incluso el cambio de nombre al frente de la cancillería. Porque la contradicción subyace en la propia fuerza política. Tienen un problema de definición de política internacional; de cómo se inserta comercialmente el Uruguay; de cómo escapar de la politización que ha venido sufriendo el proceso de integración del Mercosur.Entonces, con franqueza y lamentablemente, no creo que mejore, porque, de hecho, la política internacional no pasaba por el entonces canciller Gargano. La conducción de la política exterior estaba en manos del Presidente de la República y del Secretario de la Presidencia. Y buena parte de los insucesos en materia de política internacional se debieron a la improvisación del presidente y del Poder Ejecutivo en general.Toda vez que el Presidente Vázquez salió del Uruguay, cometió alguna gaffe en materia de política internacional. Y si no, analice todas las salidas del presidente, cuando viajó a Estados Unidos, las dos veces que fue a Chile, cuando estuvo en Caracas, en Vietnam… en todas esas visitas cometió algún error en materia de política internacional.

Cambiemos un poco de tema. Lo invito a analizar la interna actual del Partido, ahora que ya se conoce la existencia de tres precandidaturas, después de la decisión del intendente Carmelo Vidalín.Y no se sabe qué pasa con algún otro compañero, como el caso de Gallinal.

Yo no descarto la candidatura de ningún compañero. Están más o menos definidas las precandidaturas del Dr. Lacalle del Prof. Vidalín y la nuestra, más allá de las oficializaciones. Pero el Dr. Gallinal no ha descartado su posible postulación.

¿Cree que las varias candidaturas conforman un escenario favorable para el Partido Nacional?

A mi me gustaría decir algunas cosas con respecto a las internas. Creo que debemos tomar esta instancia como un motivo de unidad y de satisfacción colectiva de un partido que utiliza las urnas para elegir a su candidato. Es el único partido que ha aplicado la reforma constitucional del 96 para elegir su candidato único a la presidencia en el 99 y en el 2004. Así que tenemos que estar tranquilos y ser respetuosos de todos los compañeros. Personalmente, como Presidente del Directorio del Partido Nacional desde el 2004 a la fecha, me siento muy satisfecho, porque todos hemos hecho un enorme esfuerzo por la unidad del Partido. Unidad que es imprescindible; que es el pilar básico para que el Partido gane la elección nacional de 2009.Con el afecto el respeto periodístico que tengo por La Democracia, no voy a entrar en especulaciones sobre perspectivas o posibilidades electorales. Será la gente, la que democráticamente resuelva quién será el candidato único del Partido Nacional. Creo que esto nos vigoriza, nos fortalece y nos muestra como Partido serio, responsable y moderno. Por otra parte, en los últimos tres años y medio, desde la elección de 2004, hemos venido haciendo un enorme esfuerzo para construir la visibilidad que tiene actualmente nuestro partido de ser la alternativa nacional del sistema político uruguayo. Esto lo hemos logrado con una renovación como ningún otro partido ha tenido. Basta ver el Parlamento, la elección de la juventud en 2007 con más de 50 mil muchachos participando en las urnas. Basta también la modificación de la Carta Orgánica de 2004, cuando viabilizamos la participación de la Secretaría de Asuntos Sociales, de la Secretaría de la Condición de la Mujer, y ver a los jóvenes participando en el trabajo de las sesiones de todos los lunes del Directorio del Partido.

¿La oficialización de su candidatura implicará el abandono de la presidencia del Directorio?

Como Presidente del Directorio del Partido seguiré cumpliendo mis responsabilidades, hasta que se haga imposible compatibilizar esa tarea con una eventual precandidatura a la presidencia de la república. Nunca seré un factor de desunión, porque, vale la pena reiterarlo, estoy convencido de que la unidad del Partido es un pilar insustituible en la construcción de las expectativas concretas de que el Partido Nacional alcance el gobierno en las próximas elecciones.

¿Tiene fechas previstas para abandonar la presidencia del directorio?

Lo voy a conversar con los compañeros de todos los sectores por si alguno entiende que uno puede ser un obstáculo para ese clima de unidad indispensable. En principio pienso que en agosto o septiembre de este año me estaría retirando de la presidencia del directorio.

¿Volviendo al tema de la renovación, se está trabajando también en los aspectos programáticos?

Desde Alianza Nacional vamos a hacer un aporte al Partido y al país. El jueves 6 de marzo haremos una gran convocatoria para crear la Fundación Para la Democracia Wilson Ferreira Aldunate, que coincidirá con los comienzos de los homenajes en el vigésimo aniversario de su fallecimiento. Nos parecía que el Partido tenía que tener una fundación que permitiera pensar al país. Allí vamos a tener una construcción programática con la participación de 150 técnicos pertenecientes a todas las áreas. Vamos a convocar a los mejores y vamos a invitar a gente de otros partidos.A título de primicia le voy a adelantar las primeras tres metas. La primera meta es tener en septiembre u octubre los lineamientos básicos para un programa de gobierno. En el mes de marzo de 2009 nos proponemos tener definiciones ya mucho más acabadas para algo que llamaremos “Gobierno, Período 2010 -2015”. Y en julio de 2009, lineamientos para el Uruguay del 2020 en adelante, en un ejercicio en prospectiva para alcanzar definiciones en la posibilidad de construir las políticas de Estado que el país necesita.Va a ser nuestra contribución a los homenajes a Wilson, para que esa fundación, más allá de su inicio sectorial, pueda ayudar a la renovación de las ideas, de las propuestas del Partido Nacional. No olvidemos que todos los uruguayos, nos voten o no, están advirtiendo que el Partido Nacional es la alternativa, porque la próxima elección será inexorablemente entre el Frente Amplio y el Partido Nacional. Entonces tenemos la responsabilidad de dar respuestas para que esa alternativa nacional tenga contenidos, tenga ideas para la construcción de un país moderno con desarrollo nacional integral, con la mejor política social que un país pueda tener que es trabajo para su gente. Será una contribución a la credibilidad del sistema político uruguayo y al fortalecimiento de nuestra democracia.

¿Cuáles serían los cuatro o cinco principales ejes programáticos en los que usted pondría el énfasis?

Trabajo; educación; desarrollo nacional integral equiparado a descentralización; seguridad ciudadana; política internacional; políticas sociales poniendo a la escuela pública en el centro de esa nueva visión del Partido Nacional…

¿Podría desarrollar un poco ese último tema?

Tenemos más de 2.100 escuelas públicas en todo el país. Es una gran infraestructura. También tenemos una importante infraestructura humana a partir de la calidad excepcional del cuerpo docente de nuestro país y debemos hacer, como en otras partes del mundo, que las escuelas funcionen los 365 días del año. No para acrecentar el trabajo de los maestros y maestras ni para aumentar la carga horaria de estudio nuestros botijas, sino para que la Escuela Pública cumpla su triple dimensión: la función educativa, control sanitario y alimenticio y epicentro de la contención familiar, en virtud del nuevo rostro que tiene la pobreza en nuestro país que es la marginalidad y la exclusión. Esos fenómenos, lamentablemente, este gobierno y los anteriores, no los han enfocado con contundencia para lograr vencer esos círculos concéntricos de la expulsión rural y la expulsión urbana que van generando la marginación en las peores condiciones, en miles compatriotas, a pocas cuadras del centro de Montevideo o de las capitales departamentales en todo el país.En materia de política internacional,

¿Cómo imagina al Uruguay del futuro en cuanto a inserción internacional y políticas de integración?

Creo que la mejor definición sería Mercosur abierto. Sin renegar de la región que integramos, propiciar también una inserción comercial externa con la mayor cantidad posible de países o grupos de países. El Uruguay no puede estar preso de este Mercosur que no construye oportunidades para los países más chicos. Hay que vencer las asimetrías, las desigualdades y la bipolaridad de Argentina y Brasil que, como países más grandes, terminan rompiendo las perspectivas del Mercosur. Con el aditamento de algo que ha contado con la férrea oposición del Partido Nacional, que es la infeliz incorporación del gobierno de Venezuela, de estilo confrontacional, que ha politizado fuertemente el proceso de integración del Mercosur. Politización con la que no estamos de acuerdo.Entonces, Mercosur abierto para construir independencia, para explorar las perspectivas de llevar adelante la revolución del trabajo y la producción nacional. Creo que hoy, más allá de los discursos más o menos novedosos, de los gritos anti-imperialistas estridentes, de los slogan, la verdadera independencia de nuestros países está en la perspectiva de que nuestra gente sea independiente; de que no se sigan yendo 20 mil uruguayos todos los años en virtud de que su país no les proporciona oportunidades. Aquello que decía Wilson y que todos recordamos con cariño, que un gobierno que no pueda construir independencia y felicidad para apenas tres millones de uruguayos no merece ser gobierno. Es un gran desafío pendiente. El desafío de llevar adelante ese proyecto nacional integrado que Wilson soñó, pero que proyecte al Uruguay en el mundo externo. Hoy vivimos en un mundo globalizado, muy competitivo, donde hay un desafío por la excelencia, por la inteligencia y donde las economías grandes muchas veces sacuden a las economías menores. Debemos estar en condiciones de amortiguar los impactos negativos externos y saber aprovechar los impactos positivos para potenciar al país en la región yen el mundo.La principal crítica que el Partido Nacional y que cualquier ciudadano le va a poder hacer a este gobierno, es que, lamentablemente, al cabo de los cinco años, habrá perdido la oportunidad mejor que tuvo el país en los últimos 50 años de aprovechar la bonanza económica internacional para generar un desarrollo explosivo y no conformarse con manejar cifras macroeconómicas que pueden ser de lectura positiva pero, pero analizadas con la lupa de las realidades del crecimiento del producto, de la oferta de trabajo y de la calidad del trabajo, no tienen el impacto y la significación que esa bonanza externa podía haber tenido para la economía del país y para la situación social del Uruguay.

Extraído de La Democracia Digital

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