martes, 10 de febrero de 2009

MURGA “LA PROGRESISTA”



Finalmente, después de vivir sus quince efímeros minutos de fama, el Ministro de Industria, el socialista Daniel Martínez, “se bajó” de su precandidatura (se ve que el lineazo vino bravo), al igual que pocos días antes hiciera lo propio el Director de la OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto) Enrique Rubio, cuando se diera cuenta de que ni su propio sector (la Vertiente Artiguista) lo acompañaría en la patriada.
Después del circo montado en el pasado Congreso del mes de diciembre, donde cada sector presentó su precandidato y todo el mundo votó a todo el mundo (hubo más votos que gente presente), parece que el Frente Amplio llegará finalmente a las internas de julio con tres precandidatos: José Mujica, Danilo Astori y Marcos Carámbula (siempre que a éste último no “lo bajen” también como a los dos anteriores).
Si para quienes seguimos con apasionamiento los avatares de la política nos resulta difícil comprender estos vaivenes que sacuden al conglomerado de izquierdas, qué podemos pedir para el simple elector a quien todos los días le cambian los candidatos o para el militante del propio Frente Amplio, al que mandataron votar una cosa en el Congreso y ahora le salen con otra (tantos pasacalles y pintadas al santo botón...).
Todo un ejemplo de la particular democracia de izquierda, donde olímpicamente se desconoce la voluntad de “las masas” y las cúpulas, entre asados y whisky, negocian candidaturas a cambio de vaya uno a saber qué (nos negamos a creer que sea por un interés tan materialista y mezquino como un futuro reparto de cargos).
A todo esto, el precandidato oficial del Congreso y el digitado por el Presidente de la República, continúan sus respectivas campañas, dando más pena que otra cosa.
Mientras Danilo Astori, rodeado de un puñadito de dirigentes, quedaba visiblemente agotado tras pegar un afiche en una columna (¿no estaba prohibido fijar carteles de propaganda política en bienes del ornato público?), José Mujica derrama lágrimas y se rasga las vestiduras porque un empresario lo trató de “impresentable” (¡justo a él, que durante años se ha cansado de prodigar epítetos e insultar a todo el mundo!) y porque los frenteamplistas de Argentina “buchonearon” que sus giras por el vecino país son “bancadas” por el kirchnerismo, declarando que esto es una prueba palpable de que se halla embarcado en “una lucha contra el poder real” (¿?).
En fin...
Febrero es el mes carnavalero por excelencia, y los uruguayos tenemos el privilegio de tener “el Carnaval más largo del mundo”. Para no desentonar, los principales dirigentes y referentes del frenteamplismo han decidido vestirse con los más curiosos y variopintos disfraces: Astori de pegatinero y hombre de pueblo; Mujica de hombre serio, culto y respetuoso; Daniel Martínez, de dirigente “comprometido” con “los sueños” y las “utopías” (¿?); Marcos Carámbula, de “exitoso gobernante”; el aristocrático Enrique Rubio, de hombre sensible y preocupado por el bienestar de las clases populares, haciendo todos ellos del Frente Amplio una pintoresca murga que, con los invalorables aportes de Daisy Tournée y María Julia Muñoz, y los versos del Ministro Álvaro García, promete convertirse en las delicias del exigente público uruguayo en las fiestas del rey Momo de este año.

ALBERTO LAMAITA ES PROFESOR DE HISTORIA Y DIRIGENTE DE ALIANZA NACIONAL

Columna Semanal publicada en Diario EL HERALDO, martes 10 de febrero de 2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bien la nota objetiva de la semana. Siga ejercitando su objetividad y seriedad con notas como esta. Quienes lo acusen de "tendencioso" seguramente van a ser los del FA, esos que se visten con los más "variopintos disfraces".

Eso si, podría haber sido más objetiva la nota si usted decía que la izquierda uruguaya era "hija huerfana de los vendepatrias rusos, que ademas de estafadores son fracasados porque no pudieron mantener el comunismo en el mundo, aun cuando ese sistema sea un parásito con olor a podrido, creación de un ignorante como Marx".