martes, 3 de febrero de 2009

AYUDEMOS A JUAN GIACHETTO


“Navegando” a través de Internet días atrás, encontré la curiosa noticia de que en Maldonado se formó el denominado “Movimiento para que el flaco Delosantos vuelva a pintar”.
Parece ser que Oscar Delosantos, el actual Intendente de Maldonado (perteneciente al Frente Amplio), antes de tirarse a la arena política practicaba el oficio de pintor en la construcción. De ahí que muchos habitantes de Maldonado que se hallan desconformes con su gestión, hoy quieran devolverlo a su vieja profesión, constituyendo con dicho fin el prenombrado movimiento.
Como los uruguayos en general y los floridenses en particular, acostumbramos imitar todo lo que viene de fuera, antes de que otro me gane de mano, propongo desde esta humilde columna formar en Florida un “Movimiento para que Juan Giachetto vuelva a ser periodista radial”.
Sabido es que el actual Intendente de Florida labró su fama desde los micrófonos de un popular programa radial matutino, al frente del cual estuvo durante muchos años.
En aquel entonces, el hoy primer ciudadano del departamento acostumbraba escuchar la opinión “de todos, pero de todos los floridenses por igual”, como dice el slogan actual de dicho programa. Cada floridense tenía los micrófonos de la radio a su entera disposición para decir cuanto le viniera en gana, todos los partidos políticos eran bien recibidos, pudiendo exponer sus propuestas y programas libremente. Los gremios de trabajadores tenían también allí su espacio, encontrando en el por entonces conductor periodístico un hombre comprensivo y solidario con la mayoría de sus demandas.
Quienes frecuentábamos la radio llevados allí por nuestra actividad política, hallábamos siempre en Juan Giachetto más que un periodista, un amigo que nos recibía con un apretón de manos y una amplia sonrisa, y que nos escuchaba atenta y pacientemente, en una clara muestra de tolerancia y respeto.
Dos por tres, Florida se veía sacudida por alguna temeraria denuncia del propio periodista, como cuando hizo pública la noticia de que en algunos parajes del departamento se habían enterrado desechos radiactivos, clamando a viva voz porque se investigaran los supuestos enterramientos en nombre de la salud y la calidad de vida de los floridenses.
Quienes conocíamos a Juan Giachetto de antes, hoy nos damos cuenta de que ya no es el mismo. Se lo nota ofuscado, de mal humor la mayor parte del tiempo, como peleado con la vida. Ya no se muestra tan sensible como antaño ante los reclamos de los diversos actores sociales, los trabajadores (en particular los municipales) parecen importunale, y de los partidos políticos (en especial los de la oposición) mejor ni hablar.
Contrasta la imagen de este Juan Giachetto, de ceño siempre fruncido y voz altisonante, con aquel periodista simpático y afable de la radio, amigo de todo el mundo y con los oídos siempre dispuestos a escuchar. Es por eso que hoy proponemos que el pueblo floridense haga un patriótico y desinteresado esfuerzo para que el año que viene Juan Giachetto abandone su despacho de la calle Independencia y retorne a los micrófonos de la radio, liberándolo así de la ingrata tarea de gobernar, y para que el periodismo floridense recupere a uno de sus hijos predilectos.


Alberto Lamaita es profesor de Historia y dirigentye de Alianza Nacional de Florida.

Columna semanal publicada en Diario EL HERALDO, martes 3 de febrero de 2009

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