viernes, 6 de febrero de 2009

De Haedo: no apoyo a Larrañaga a cambio de un cargo legislativo ni ejecutivo


04.02.2009 16.11
El economista Javier de Haedo afirmó a En Perspectiva que apoyará a Jorge Larrañaga desde Alianza Nacional, de cara a las elecciones internas, porque es la candidatura que considera “mejor”. Señaló que ve en Larrañaga un líder capaz de tender puentes e indicó que el factor generacional, el equipo y la vocación por el diálogo fueron elementos clave para tomar la decisión. Aseguró que “si Larrañaga es presidente, no se entra en un proceso de radicalización” y aclaró que con este respaldo no se asegura nada: “No hay ningún apoyo a cambio de un cargo”.

(Emitido a las 8.41 horas)
EMILIANO COTELO:El economista Javier de Haedo anunció este martes que para las elecciones internas del Partido Nacional (PN) respaldará la precandidatura del senador Jorge Larrañaga.
De Haedo, que hasta fin de año se definía como equidistante entre Larrañaga y Luis Alberto Lacalle, informó que no solo integrará el equipo de asesores del líder de Alianza Nacional (AN), sino que se involucrará activamente en la campaña, participando en actos y giras.
¿Qué lo llevó a tomar una definición de ese tipo? ¿Será el ministro de Economía de un eventual gobierno de Larrañaga? ¿Integrará las listas al Senado de AN?Para conversar sobre estos temas, estamos con el economista Javier De Haedo, ex subsecretario de Economía, ex director de OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto) durante el gobierno blanco de 1990 a 1995.
***
EC - Hasta ahora usted venía colaborando como técnico con la Fundación Wilson Ferreira Aldunate de AN, pero también había tenido tareas de cooperación con Unidad Nacional (UNA). El 4 de diciembre, cuando lo entrevistamos aquí En Perspectiva por última vez, usted dijo que era “un honor” que Larrañaga lo manejara como posible ministro de Economía, pero aclaró que los dos precandidatos tenían claro que usted no estaba “vinculado exclusivamente a uno”. Y agregaba esto:
(Audio Javier de Haedo)
“Los dos candidatos tienen claro que no estoy alineado con ninguno y que les doy una mano a los dos, porque son dos excelentes candidatos con quienes tengo una muy buena relación. He participado en eventos de ambos sectores, frecuentemente me llaman por teléfono legisladores de ambos grupos y he acompañado a ambos candidatos en actos políticos, en el del Cilindro Municipal a Larrañaga y a Lacalle en el acto de Chiruchi en San José. Me mantengo independiente”.
(Fin)EC - ¿Por qué tan poco tiempo después resuelve volcarse hacia la precandidatura de Larrañaga?JAVIER DE HAEDO:Las reflexiones del verano ayudan a bajar la pelota y a ver dónde uno está parado y por dónde está caminando. Básicamente dos cosas: por un lado, era muy difícil para mucha gente entender esa independencia dentro del Partido. Quizá era una utopía –ahora lo veo– pretender mantenerse al margen de una contienda electoral amigable y entre hermanos, y entre compañeros como son las internas del PN; era difícil. Muchos, incluso, podían pensar, con alguna malicia, “está jugando a ganador, está esperando ver quién gana”, y era difícil mantenerse en esa situación.
Yo pretendí mantenerla todo el tiempo que pude. El año pasado pude hacerlo. Como decía el audio acompañé a ambos candidatos en algunas cosas, respondí a llamadas de gente de ambos sectores. Es cierto que sobre el final del año desde el sector de Larrañaga se me demandó un poco más, de tres o cuatro listas me pidieron que fuera a hacer exposiciones en cenas con empresarios para hablar de la crisis, de la coyuntura económica, que es un tema que está y seguirá estando en el tapete.
Pero fue más bien un tema de reconocer la dificultad. No hay hoy en los partidos en Uruguay instancias como para que uno pueda manejarse en el Partido, la cosa es más sectorial. Seguramente después de junio, cuando vamos a estar todos juntos, sí se dé esa instancia. Reconozco que era un poco utópico, felizmente pude mantenerlo un tiempo, pero también hay otra razón: que en estos tiempos, por más que la realidad es dinámica y nadie va a poder decir “este es mi programa” la semana que viene o dentro de un mes, parecía lógico contribuir a la formulación programática, sobre todo si después a uno quizá le termina tocando ejecutar ese programa, entonces sería mejor no llegar como un paracaidista en julio cuando esté escrita gran parte de la partitura.
EC – Ayer, en la conferencia de prensa usted manejó más razones. Por lo visto tiene esto muy fundamentado.
J de H - No, estas primeras razones explicaban su pregunta en cuanto a por qué dejé esa independencia y tomé partido por uno de los dos sectores…
EC – …Entonces, la pregunta siguiente es ¿por qué Larrañaga? Porque a partir de ese primer razonamiento también podía haber optado por Lacalle.
J de H - El primer razonamiento es algo más personal, usted me lo pregunta y yo encantado lo comparto, pero yo ayer quise poner énfasis en por qué Larrañaga. Y ahí expresé tres razones que fui percibiendo con el paso de los meses, en un contexto de proximidad con él y con su entorno vi tres atributos que son destacables.
Uno, el factor generacional. Yo ayer decía que Larrañaga y yo pertenecemos a la misma generación, usted también, estamos en torno de los 50 años, y hemos estado gobernados en los últimos 20 años por personas que en promedio están en una generación más arriba. Llegó el momento de pedir la posta, del relevo generacional. Solo en Uruguay se trata de joven a alguien que tiene 47 años como yo. El presidente de Estados Unidos tiene 47 años, de hecho Lacalle y Sanguinetti en su primera presidencia llegaron a presidentes con 48. En España hay ejemplos notorios, como Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar cuando llegaron a presidentes, e incluso Zapatero y su gabinete. Es un tema de relevo generacional, yo creo pertenecer a la generación que tiene todos los bríos y todas las ganas de hacerse cargo. Eso es importante.
En segundo lugar, el equipo. Como yo decía ayer, los equipos no se presume que se tienen, se tienen o no, y en AN lo tenemos. Y yo quiero contribuir con mi granito de arena a eso. Y para gobernar no solo es necesario un gran presidente con ideas claras, un líder; se necesita saber mandar, se necesita conocer las materias, pero se necesita un equipo, se necesita un trabajo de equipo, saber delegar, y Larrañaga tiene esos atributos.
Y por último lo que más destaqué, la vocación por el diálogo. Los tiempos que vienen son tiempos complicados. Hay gente que todavía no se ha percatado de que estamos en crisis. Yo veía algunas declaraciones del presidente del Banco Central que decía “mucha gente no es consciente de la crisis que hay”, y claro que no es consciente, si en noviembre se acumularon aumentos de salarios retroactivos a julio y después vino el aguinaldo, el salario vacacional, y ahora un nuevo aumento de salarios. La gente tiene plata en el bolsillo. Pero cuando un funcionario dice que no se percibe la crisis me imagino lo que piensan quienes nos están escuchando en el interior. La crisis está entre nosotros.En tiempos de crisis se necesita diálogo, y venimos de 20 años en los cuales la mitad gobierna y la otra mitad no gobierna, o bien ha hecho oposición sistemática como en gobiernos anteriores, o bien es ignorada por completo como pasó en este período, que una aplanadora parlamentaria de un partido que tiene mayoría propia redacta proyectos de ley mal redactados –y encima algunos legisladores dicen “no importa, después se arreglará”.Ese país no es el que va a solucionar los problemas que Uruguay tiene en los próximos cinco años.
EC - Usted dice que el país necesita un líder capaz de tender puentes.
J de H - Exactamente…
EC - …¿Y con Lacalle eso no se consigue?
J de H - No lo sé, yo lo veo en Larrañaga, yo veo las cosas por la positiva. Posiblemente todos los candidatos tengan atributos destacables, algunos con énfasis en un perfil, otros con énfasis en otro perfil. A Larrañaga lo veo con la posibilidad de sentarse a una mesa en la chacra a comer un asado con José Mujica, como pasó el año pasado, lo veo con posibilidades de dialogar con Pedro Bordaberry, con Julio Sanguinetti, con Jorge Batlle. Veo una posibilidad de tender puentes; los puentes cortados que más daños nos hacen son los que tenemos entre nosotros, no los que nos cortan los argentinos.
EC - Pero mientras tanto Lacalle ha estado haciendo un esfuerzo muy claro, muy notorio, por mostrarse más flexible, más abierto que la imagen que se tiene de él desde hace años.
J de H - Ese es el tema, hay veces que más que las características de la persona es la imagen o los prejuicios que se tienen sobre la persona. Es parte del bagaje que uno lleva. También a mí me ponen etiquetas de liberal o cosas por el estilo…
EC - …Ahí llegamos a otro punto, porque hablando de imágenes y de etiquetas, la semana pasada sonó muy fuerte la voz de Larrañaga cuando en unas declaraciones al diario El Observador dijo: “Si Lacalle es el candidato del PN, la elección ingresará en un proceso de radicalización que perjudicará a nuestro Partido […]; es evidente que el Frente Amplio (FA) prefiere a Lacalle como candidato porque sabe que es más fácil ganarle”. ¿Usted comparte ese análisis?
J de H - Yo no soy avezado político, quizá en algún momento pueda pretender serlo. Tengo un perfil notoriamente económico y quiero desempeñarme en la política y tener la capacidad de hacer esos análisis. Lo que digo, por la positiva, es que si Larrañaga es presidente, no se entra en un proceso de radicalización; eso lo tengo bien claro, y si se entra, no va a ser por Larrañaga. Yo valoro ese atributo. Y reitero, a veces más que las características de la persona es el prejuicio que se tiene sobre la persona. Y eso también importa para el diálogo, porque si yo pienso que fulano no es dialoguista, ya se construye un muro que dificulta el diálogo.
EC - En aquellas declaraciones Larrañaga no solo dijo eso, ese vaticinio de qué puede implicar Lacalle como candidato del PN, venía acompañado de la autodefinición o la reafirmación de sí mismo como ubicado en el centro del espectro político, y la catalogación de Lacalle como de derecha. “El tiempo de Lacalle ha pasado, como ha pasado el tiempo de la derecha en la región”, dijo y le pidió a Lacalle que no renegara de su ideología: “Lacalle es de derecha y siempre ha defendido posiciones conservadoras. Eso no debe ser tomado como una ofensa, en el mundo la derecha no renuncia a su condición ni se ofende por ser catalogada como tal”.
J de H - En Uruguay es peyorativa la etiqueta de la derecha. Quizá en América Latina hoy pasa eso. Es una ley del péndulo que se va dando…
EC - …¿Usted comparte este análisis, este discurso de Larrañaga sobre Lacalle?J de H - Yo comparto que hay una derecha en Uruguay. Si ustedes hacen una encuesta y le preguntan a la opinión pública dónde ubica, en el espectro de izquierda a derecha, a los distintos candidatos, es evidente que a Lacalle lo van a ubicar a la derecha de Larrañaga; a Larrañaga mucho más pegado al centro, a Astori cerca del centro tirando a la izquierda y a Mujica más hacia la izquierda. Lo sabe todo el mundo, nadie se tiene que ofender por eso, es la visión que se tiene de los líderes. Por eso los líderes que son ubicados o percibidos lejos de donde les gustaría que los percibieran hacen un trabajo para correrse hacia donde quieren estar.
EC - Pero Larrañaga cuando fundamenta por qué Lacalle es de derecha entre otras cosas se basa en la gestión de gobierno del doctor Luis Alberto Lacalle, y en especial en sus políticas económicas. Y resulta que en sus políticas económicas usted estuvo muy involucrado, fue uno de los más destacados funcionarios del equipo económico del doctor Lacalle. ¿Cómo se entiende esa crítica de Larrañaga a Lacalle con usted incorporándose a sus filas?
J de H - Se entiende porque pasaron 20 años. Yo recuerdo que en el año 96 tuve un amigable debate en un programa que conducía Sonia Breccia, “Hoy por hoy”, en Canal 5, con el contador Danilo Astori, con quien en el año 90 habíamos peleado muy duramente cuando el ajuste fiscal de marzo del 90, al inicio de la administración Lacalle. Habíamos peleado duramente en esa Comisión de Hacienda el 12 de marzo del 90, los dos lo teníamos muy presente, y al terminar ese debate los dos reconocimos que ya no estábamos en el 12 de marzo del 90, que ese debate que habíamos tenido en el 96 había acercado muchísimo los puntos de vista, y eso había sido porque los dos nos habíamos corrido de las posiciones un tanto extremas que en aquel momento teníamos. Yo, por ejemplo, en el año 90 defendía una política monetaria que hoy critico.EC - ¿Qué tipo de política monetaria?
J de H - La que sigue actualmente el gobierno. Esa política monetaria que la izquierda llamaba neoliberal es la que hace ahora el Banco Central del gobierno de izquierda.EC - ¿Por qué? ¿Qué ingredientes tiene? De nuevo, las etiquetas a veces simplifican mucho las cosas.
J de H - La contracción monetaria exacerbada para pretender que la inflación baje cuando subió el Índice de Precios al Consumo (IPC) porque subieron las frutas, bajar el dólar 6% porque subieron las verduras y las frutas. El tiempo cambia, no es estático. Yo siempre digo que cuando me citen pongan la fecha al lado. En 20 años uno cambia, yo hace 20 años tenía un hijo de seis meses, y ahora ese hijo tiene 20 años y medio y está en facultad. Los tiempos cambian…
EC - …A usted muchas veces se lo ha tildado de neoliberal.
J de H - Sí, seguro, y en Uruguay y en América Latina eso es un adjetivo descalificativo. A Astori también lo tildan de neoliberal desde la izquierda. Yo cuando voy para Carrasco por Avenida Italia veo un muro que dice eso y no lo pintaron ni los blancos ni los colorados…
EC - …¿Pero usted alguna vez se sintió cómodo con esa etiqueta?
J de H - Nunca la reconocí como buena, siempre me pareció una cosa peyorativa que no tenía ningún fundamento.
EC - ¿Y ahora cómo se planta, cómo se define ideológicamente?
J de H - En tiempos de crisis como éstos las ideologías tienen que dar paso al pragmatismo. ¿Y qué prueba más contundente de eso tenemos que lo que está pasando en el hemisferio norte? Yo me resisto a poner una calificación. ¿Qué quiero para mi país? Quiero un país que crezca, quiero que haya una mejor distribución del ingreso, que las vulnerabilidades sociales –que están bastante más atenuadas que hace cinco años cuando recién salíamos de la crisis, pero que todavía son bastantes– sean cada vez menores y haya menos pobreza e indigencia, que haya menos vulnerabilidades fiscales y financieras y no tengamos que estar permanentemente viendo si cierran los números fiscales y poder trabajar tranquilos como trabajan en Chile. Yo quiero eso para mi país, que le pongan el nombre que quieran.
***EC - Agrego algunos elementos de contexto a su decisión. Larrañaga venía teniendo últimamente difícil la competencia con el doctor Luis Alberto Lacalle. Lacalle arrancó atrás, pero hizo una serie de jugadas que, por lo visto, fueron efectivas y en las intenciones de voto se fue acercando a Larrañaga, e incluso en algunas mediciones directamente lo pasó.
Por otro lado, uno de los puntos fuertes, una de las fortalezas de Lacalle es su experiencia de gobierno, mientras que Larrañaga no puede mostrarla, y en particular se señala que Larrañaga tendría una debilidad en cuanto a que por ahora no mostraba referentes fuertes en materia económica, un asunto particularmente delicado en esta coyuntura que estamos viviendo y que vamos a vivir a raíz de la crisis económica internacional.A partir de esos datos, ¿esta decisión suya busca un efecto parecido al que consiguió Tabaré Vázquez en la campaña del año 2004 cuando anunció que el contador Danilo Astori iba a ser su ministro de Economía? ¿Busca darle a la candidatura de Larrañaga un empuje de credibilidad, de confiabilidad por el lado económico?
J de H - Desde mi lado es adherir a la candidatura que considero la mejor. Si del lado de AN es vista de ese modo, bien por ellos, bien por AN, pero desde mi punto de vista la decisión no midió ese tipo de consideraciones. Yo no hice un cálculo de decir “voy a apoyar a Larrañaga porque eso genera tal efecto”. Si mi apoyo a Larrañaga genera ese efecto, bárbaro, buenísimo, pero yo voy a apoyar a Larrañaga porque creo que es el mejor candidato a la Presidencia que tiene el PN para ganar las elecciones al FA, y porque creo que, por las condiciones que mencioné en el bloque anterior, que tiene las características que se necesitan para un presidente de los próximos cinco años.EC - ¿Larrañaga no tenía una debilidad por el lado económico?
J de H - No creo, a veces es más la percepción que la realidad…
EC - …Estamos hablando de percepciones. Usted lo decía hace un rato, en una campaña electoral mucho se resuelve sobre la base de percepciones.
J de H - No creo que sea real esa característica, pero es posible que sea la percepción de mucha gente. Quizá AN tenga que explicar más y mostrar más a los técnicos importantes que tiene. Jorge Larrañaga tiene a su lado un equipo de gente que incluye ministros y ex jerarcas como el ingeniero Long en el LATU, como Saldain en el BPS, por mencionar dos, que ningún otro candidato no ya del Partido, sino de todo el sistema político puede mostrar hoy; gente probada en funciones de gobierno. Puede ser que la percepción sea esa, pero no creo que sea la realidad en absoluto. Al contrario, creo que tiene el mejor equipo.
EC - De todos modos, ayer Larrañaga no lo mencionó expresamente a usted como su futuro ministro de Economía, se mantiene en lo que ha venido diciendo en los últimos meses, que maneja dos nombres para ese cargo, uno más técnico, el suyo, y uno más político, el de Sergio Abreu.
J de H - Es más, dos nombres ni siquiera para ese cargo, para el equipo económico, dijo siempre desde aquel programa de agosto con Gerardo Sotelo en televisión. Yo en aquel momento no pertenecía a AN ni había manifestado mi apoyo a su candidatura, pero él manifestaba que esas eran las referencias que tenía. Y sigue manejando lo mismo; quizá con el paso de los próximos tiempos incorpore alguna referencia más, yo mismo podría tener en la cabeza alguna sugerencia en ese sentido, que no viene al caso.
EC - ¿De ahora en adelante usted va a ser la voz del doctor Jorge Larrañaga en temas económicos?J de H - Seré una de ellas; otra será la de Sergio, y Washington Ribeiro también está en el equipo. Quizá yo sea más visible porque tengo una actividad profesional muy notoria, pero no necesariamente. Y creo que temas como programas, nombres y cargos deben manejarse con mucho cuidado, porque no se sabe en qué escenario se va a estar. No en vano Larrañaga nos menciona a Abreu y a mí, que somos dos personas con perfiles distintos, aunque con pensamientos muy parecidos…
EC - …¿Qué quiere decir? ¿Que según la circunstancia le puede convenir un ministro más político o un ministro más técnico?
J de H - Porque puede ser un contexto en el que se necesite un saber dialogar, una articulación, una baquía política que yo hoy no tengo; quizá con el paso del tiempo la pueda adquirir, pero no soy baqueano en lo político, y sí lo es Sergio, que tiene 20 años de legislador y fue ministro de más de una cartera y más de un gobierno. Entonces, quizá en un momento determinado pueda necesitarse más la baquía de un político con un conocimiento técnico, como en este gobierno Danilo Astori, que siendo contador economista se apoyó en economistas profesionales y él era el baqueano político líder de sector. Ese puede ser perfectamente un esquema.
EC - Al pasar dijo: “Yo por ahora no tengo desarrollado el oficio político”. ¿Se propone desarrollarlo? ¿Estamos ante el comienzo de una carrera política de Javier de Haedo?J de H - Yo me meto en este baile no solamente como técnico, sino para hacer política y la carrera depende de cómo uno se desempeñe en ella.
EC - Usted ahora no solo toma esta decisión y la comunica, “apoyo al doctor Jorge Larrañaga”, sino que además anuncia que va a participar activamente en la campaña, que va a ir a actos, que va a recorrer el país. Concretamente, ¿qué hará y por qué?J de H - Recorrer el país es importante, si bien yo creo tener idea de lo que pasa en mi país. Tengo raíces agropecuarias y tengo vinculación con ese sector, y cuando se habla de la seca la sufro como si estuviera trabajando en el campo, porque sufrí algunas secas que eran la cuarta parte de ésta, y me pongo en el lugar de la gente. Muchas veces desde el asfalto es difícil, de golpe llueve y ya algunos dicen “pasó la seca”, como si lloviera pasto. Entonces, recorrer el país es para mantenerse en línea con lo que la gente está sintiendo y pensando, y aprender de la gente. Yo en la campaña electoral del año 90, apoyando la candidatura del presidente Lacalle recorrí el país con el Instituto Manuel Oribe y fue muy útil, muy bueno. Después hice una recorrida muy interesante de Uruguay ya siendo director de Planeamiento en marzo y abril del 94, visité las 18 intendencias del interior, establecimos vínculos con todos los gobiernos departamentales para tener un teléfono directo con todos. Además, es algo que me gusta.EC - Esa es una razón y se entiende, pero supongo que hay más.
J de H - Sin ir más lejos, ayer terminé mis breves palabras –no fueron más de 10 minutos– y más de un dirigente se me acercó y me dijo: “Javier, quiero que tal día…”, obviamente no estaba para fijar reuniones en medio del alboroto, pero muchos manifestaron su interés en contar conmigo en distintas instancias. De hecho ya sobre fin de año Pablo Iturralde me invitó a dar una charla en su lista, Javier García lo había hecho antes, Rodolfo Saldain en la Lista 504 del Movimiento de Rocha: ya alguna gente me había planteado eso y yo había ido con mucho gusto. Me gusta comunicar, trasmitir; los economistas a quienes nos gusta la macroeconomía y que trabajamos en la macroeconomía estamos muy cerca de la política, en el sentido de la economía política, de las políticas económicas, de las medidas que se recomiendan permanentemente. Y a mí me gusta ser didáctico, trasmitir conceptos, explicar y ayudar a entender las cosas.EC - Eso habla también de que su apoyo a la candidatura de Larrañaga es lo más fuerte que usted puede dar, no se limita simplemente a una declaración, usted va a militar y va a hacerlo muy activamente. Esa es la señal que está trasmitiendo.
J de H - Así será.
EC - ¿Esto viene acompañado de un camino suyo al Parlamento? ¿Habrá como parte de su incorporación un acuerdo que lo coloque, por ejemplo, en la lista al Senado de AN?J de H - No lo hay. Ahí pudo haber habido una suerte de confusión…
EC - …Se lo pregunto por una nota que Índice 810, en El Espectador, divulgó el domingo pasado cuando se supo que usted iba para Larrañaga…
J de H - …Fuentes del Herrerismo decían que esto iba acompañado de un respaldo de una banca parlamentaria.
EC - Esas fuentes recordaban que cuando se incorporó Carmelo Vidalín a filas de la UNA, desde AN varios de los principales referentes, incluido Larrañaga, habían acusado a los dirigentes del doctor Lacalle de haber negociado con Vidalín una adhesión por cargos. “Sin embargo –decía la nota a continuación–, la incorporación del economista Javier de Haedo a filas de Larrañaga reavivó esa polémica, pero esta vez al revés, de la UNA se difunde que De Haedo optó por Larrañaga porque se aseguró un lugar en la lista al Senado”.
J de H - Eso no es cierto, no es así, no me aseguré nada, no hay ningún apoyo a cambio de un cargo. Es más, en esos primeros 15 días de enero, cuando estaba en el este, charlando con mi esposa, reflexionando, llegué a la conclusión de que quería apoyar la candidatura de Jorge, y cuando llegué el 15 lo llamé y le dije “quiero hablar contigo, quiero contarte algunas cosas que estuve pensando”. Ese sábado 17 pasó por casa y le comuniqué mi decisión. No hubo ninguna cosa de “te ofrezco esto a cambio de algo”, eso no existe, ni posiciones legislativas ni ejecutivas, ninguna, no se habla de cargos.Lo que puede haber generado esa sensación en el sector que lidera el doctor Lacalle es porque tanto al doctor Lacalle como al doctor Larrañaga les he dicho –recuerdo claramente habérselo dicho a Luis Alberto Heber, que hace dos años cuando quería ser candidato a presidente me llamó y fue mi primer contacto con la política después de 10 años– que creo que hay ciertas posiciones en el gabinete que requieren un respaldo parlamentario, en el sentido de que al ministro los políticos lo consideren un par, uno de ellos, uno de ese ambiente, no un técnico que viene de visita por la política. Podríamos dar nombres –no es el caso–, recordar figuras de ministros de Economía con y sin esa condición y qué suerte diversa tuvieron políticamente. Recuerdo perfectamente un diálogo informal un día en una conferencia que di en el Instituto Manuel Oribe, Lacalle le comentaba a Sergio Botana, economista y diputado por AN: “Mirá, Sergio, Javier quiere ser diputado como tú; y me parece muy bien, porque está bien que los ministros tengan una banca parlamentaria”. De modo que es un concepto teórico que Lacalle y Larrañaga comparten…
EC - …Quiere decir que este tema va a conversarse después, en algún momento de la campaña se va a conversar entre usted y el doctor Larrañaga.
J de H - Depende, si Larrañaga quiere que yo sea su ministro, se tendrá que conversar, pero no es trivial que quiera que yo sea su ministro, quizá me quiera para otra posición en el gobierno.
***EC - Una última pregunta. En aquella entrevista de principios de diciembre que yo citaba al comienzo del diálogo de hoy yo lo había llamado para pedirle su opinión sobre algunos anuncios económicos del gobierno. Antes, en ese programa habíamos incluido a la economista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, y por eso introduje la nota con usted diciendo que íbamos a tener a continuación una mirada “más política”. En aquel momento a usted no le gustó y aclaró que ese enfoque no era el correcto, que el suyo no iba a ser un enfoque más político. Lo dijo en estos términos:(Audio Javier de Haedo)
“Yo iba a hacer una precisión cuando me presentaste como un comentario más político que el de Tamara Schandy. Yo juego en la misma cancha que ella todavía y espero hacerlo por mucho tiempo. Recién en algún momento del año que viene se verá si paso a jugar en otra cancha. Pero yo trabajo como consultor, es mi profesión, la quiero mucho y todavía más que la profesión valoro la independencia de criterio”.(Fin)EC - ¿Qué pasa de ahora en adelante en su tarea como consultor, en su tarea como analista? ¿Sus visiones, sus enfoques no quedan contaminados por lo electoral?J de H - No, no van a ser contaminados, porque yo he dado pruebas muy contundentes. Pocos colegas como yo escriben cada 15 días lo que piensan desde hace cinco años lunes sí, lunes no, y son entrevistados como yo soy entrevistado y con transparencia trasmito todo lo que pienso. Si uno recorre las columnas que he escrito y las opiniones que doy, se verá que nunca me ha costado elogiar a este gobierno. Lo he hecho siempre que he pensado que tenía que hacerlo y lo seguiré haciendo en los capítulos que lo merezcan, como el manejo de la deuda pública, que ha sido excelente durante este período. Y también reconocí durante los primeros dos años, primero una ley de presupuesto compartí en cuanto a escalonar los aumentos, en aquel momento en una tertulia que tuvimos aquí con Pablo Rosselli y Gabriel Oddone coincidimos los tres en que era una excelente ley de presupuesto; en los primeros dos años del gobierno se hizo una política macroeconómica muy correcta. Sin embargo, desde el año 2007 se empezó a acelerar el gasto público y fuimos advirtiendo reiteradamente eso. Pero nunca dejamos de reconocer las cosas positivas de este gobierno.
EC - ¿Eso no va a cambiar ahora?
J de H - Eso no va a cambiar, porque yo soy así, no puedo dejar de reconocer las cosas buenas de los otros. Y vaya que me cruzaba muchas veces –que me fastidiaba mucho– con gente que me decía “che, estás muy oficialista”. ¿Y? Si soy economista, no soy ni oficialista ni opositor, soy economista. Ayer me consultaron sobre la inflación, fue un excelente dato el de la inflación y estoy seguro de que este mes no pasamos el 10%, en febrero va a dar menos de nueve el interanual y en marzo va a dar menos de ocho, es un pronóstico; y no va a cambiar porque yo ahora tenga un rol político.
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Extraído de la página web de Radio El Espectador: http://www.espectador.com.uy/

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