jueves, 22 de mayo de 2008

Vino envenenado: Bush no conformó a blancos

Prof. Carlos Julio Pereira, junto al Dr. Javier Barrios Bove

Estados Unidos envió archivos desclasificados


El gobierno de George W. Bush envió al presidente Tabaré Vázquez la información desclasificada del Departamento de Estado referida al asesinato de Cecilia Fontana de Heber indicando que no posee más datos sobre el caso. En tanto, el abogado denunciante, cuestionó que el material ya fue remitido meses atrás en respuesta a un pedido formulado en 2006.


Según el mensaje enviado por el embajador Baxter a Vázquez, quien lo remitió de forma inmediata al presidente del Directorio nacionalista Jorge Larrañaga, "no hay más información adicional en poder del gobierno de los Estados Unidos que ayudaría a identificar a aquellos involucrados en causar el fallecimiento de la señora Heber".
Ante ello, el abogado del ex senador Carlos Julio Pereyra, a instancias de quien la jueza penal Gabriela Merialdo reabrió la investigación judicial por este hecho, Javier Barrios Bove, dijo que el material remitido por la administración Bush "no agrega nada nuevo porque fue agregada al expediente".
El abogado dijo a Ultimas Noticias que los 14 documentos enviados por el embajador Baxter habían sido remitidos por el Departamento de Estado meses atrás luego de una extensa gestión realizada hace dos años. "Ni siquiera se quitaron las tachaduras que tienen varias hojas de material de la CIA. El presidente Vázquez obtuvo la misma información que conseguí en un trámite particular", cuestionó.
"Es una respuesta poco seria que no contempla el pedido del gobierno uruguayo. Ahora, si lo tomamos como un avance entre la comunicación de gobierno a gobierno puede ser positivo, pero si nos dicen que no hay más información, realmente no puede", inistió el abogado.
El documento establece que las botellas llegaron a la casa de Luis Alberto Lacalle, Mario Heber y Carlos Julio Pereyra el 29 de agosto con una nota que decía: "El jueves 31 al mediodía, brindemos por el país en esta nueva etapa". Si bien Lacalle fue el primero que abrió su botella, "la tiró por una premonición de su esposa".
Más adelante, describe en detalle los asistentes al funeral de Cecilia Fontana, realizado el 6 de setiembre de 1978 y afirma que en la tarde, el ministro del Interior, Hugo Linares Brum, dio una conferencia de prensa donde afirmó que el crimen "lógicamente debe venir de grupos terroristas".
Al otro día la Oficina en Washingon para Asuntos Latinoamericanos emitió una declaración de repudio estableciendo que "no hay guerrilla ni grupos extremistas operando en Uruguay".
El documento señala que el 10 de setiembre la conmemoración de la muerte de Aparicio Saravia fue "el mayor acto político desde que los militares tomaron el poder". Hugo algunos detenidos por gritar el nombre de Wilson Ferreira Aldunate, que fueron liberados ese mismo día.
El 13 de octubre, la Policía de Montevideo reportó el arresto de los nacionalistas Washington Bermúdez, Oscar López Balestra, Horacio Polla y Juan Carlos Silva por "imprimir y distribuir volantes que criticaban la actitud arbitraria y provocativa del gobierno en el caso de Cecilia Fontana y las acciones de la Policía en el acto del 10 de setiembre". El reporte calificaba a Ferreira como "una persona buscada por la Justicia Militar".
En otro sector del documento se señala que para el gobierno uruguayo "las víctimas potenciales se volvieron sospechosas. En dos ocasiones, el 6 y el 10 de setiembre, fueron llamados a la Justicia para interrogatorios y análisis de escritura y se les prohibió viajar fuera del país". Se agrega que el general Julio César Vadora calificó el asesinato de Cecilia Fontana como "una acción de origen político dirigida a desacreditar al gobierno nacional".
Fuente: Diario ULTIMAS NOTICIAS, jueves 22 de mayo de 2008

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