Sorpresivamente, el tema de la reelección presidencial ha vuelto al tapete, y no por obra de los partidos políticos de oposición sino del propio Frente Amplio, que desesperado por los números negativos que arrojan las encuestas (todas dan por descontado el ballotage) y ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo los distintos sectores para llegar a una fórmula de consenso, vuelven a arremeter contra
El puntapié inicial para reflotar el tema lo dio el propio Presidente Vázquez cuando, en un reportaje concedido al periodista Gabriel Pereyra en VTV, al preguntarle éste sobre si la reelección estaba “muerta”, el Presidente respondió con ambigüedad: “Ni ratifico, ni rectifico. Yo ya me expresé públicamente” (semejante al “como te digo una cosa te digo la otra” de Mujica).
Tal respuesta pareció ser el “amén” presidencial para que en varios Departamentos del país (incluído Florida) surgieran comités “pro reelección presidencial”, que usan sin tapujos la imagen del Presidente con meros fines electorales (porque al fin y al cabo, pese a los slóganes pomposos, de lo que se trata en definitiva es poder seguir “prendidos a la teta” ha como de lugar por otros cinco años más).
Pero si los reeleccionistas actúan con irresponsabilidad (por no decir al margen de
De 1985 a esta parte (año de la restauración democrática) ha existido una especie de acuerdo no escrito entre los partidos políticos para salvaguardar la estabilidad de las instituciones democráticas y la vigencia de
Sin embargo, desde que el Frente Amplio se convirtió en partido de gobierno, mandó al traste dicho acuerdo, abusando de sus mayorías parlamentarias para aplanar a la oposición, llenando los Directorios de los Entes autónomos con gente de su partido, distribuyendo con discrecionalidad los dineros públicos (en la última Rendición de Cuentas se retacean los recursos al Tribunal de Cuentas y a
Como ocurre en los países del Cono sur donde gobiernan partidos “progresistas” (Bolivia, Ecuador, Venezuela, Argentina), desgarrados por las luchas intestinas provocadas por la ambición del gobernante de turno, el Frente Amplio parece querer embarcar al Uruguay por el mismo camino: el camino del odio, de la confrontación, de la división, que uno creía ya superados.
En fin...
Alberto Lamaita es profesor de historia y dirigente de Alianza Nacional de Florida
Columna semanal publicada en Diario El Heraldo, martes 28 de octubre de 2008
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