lunes, 14 de julio de 2008

“Somos el centro del sistema político”


LARRAÑAGA AFIRMÓ QUE EL GOBIERNO DE LACALLE “FUE EL DE 1990” Y ÉL QUIERE SER “EL PRESIDENTE DEL 2010”


El senador y precandidato presidencial de Alianza Nacional (AN), Jorge Larrañaga, aseguró en entrevista con la diaria que su gobierno se conformará con representación de todos los partidos. Criticó al Frente Amplio (FA) por pretender “acorralar” a la oposición, opinó que el presidente Tabaré Vázquez no tuvo un vocero en el Parlamento para hacer valer las definiciones del Ejecutivo, y que como “titiritero” del FA logró “entendimientos muy frágiles” en la interna de la coalición, que “no pudo trasladar” a los demás partidos.

-¿Cuáles fueron los principales aciertos del Partido Nacional (PN) como oposición en estos tres años?
-El PN ha sido la oposición. Una oposición seria y responsable, dura para criticar, pero que también ha tenido la responsabilidad de la propuesta y de la colaboración. Somos el partido con más iniciativas legislativas presentadas en el Parlamento, hemos colaborado en instancias muy importantes para la vida nacional como fue el conflicto con Argentina, el tratado de promoción de inversiones con Estados Unidos, le hemos dado institucionalidad al país a través del nombramiento del fiscal de Corte y la integración del quinto miembro de la Suprema Corte de Justicia. Nos parece también que tenemos la obligación de reivindicar la conducción partidaria como una conducción exitosa. Y la prueba de eso es que hoy somos considerados la alternativa dentro del sistema político uruguayo. En el 2005 se hablaba de una era progresista de quince o veinte años, sin embargo ahora todos los politólogos del Uruguay aceptan que va a haber segunda vuelta, y que la alternativa al Frente se llama Partido Nacional.
-¿Cómo se está avanzando en materia de elaboración programática?
-Hemos impulsado a partir del 6 de marzo la Fundación Wilson Ferreira Aldunate, con la conformación de 32 equipos de trabajo. Tenemos tres etapas definidas: un primer marco programático para setiembre-octubre, una definición de gobierno para el período 2010-2015 en marzo del año que viene, y una prospectiva hacia el Uruguay del 2030 en julio. Estamos hablando de la modernidad del Uruguay.
Del Uruguay del trabajo, donde se ponga todo el Estado al servicio del trabajo como mejor política social; de la educación; de la descentralización y de una propuesta de desarrollo verdaderamente nacional del Uruguay a partir de la radicación de emprendimientos productivos en cada rincón de la República; política internacional; seguridad ciudadana; políticas sociales atadas al tema de la educación.
Éstos son los seis elementos más importantes.
-El PN anunció que en caso de ganar derogará la reforma tributaria. ¿Eso sigue en pie?
-Hemos dicho que vamos a derogarla, pero tendremos que ver qué queda de ella, porque dentro del gobierno todavía no se ponen de acuerdo. Nuestra definición es de derogación, oponiendo un régimen alternativo y sustitutivo, porque si no, sería demagogia.
-¿Y la reforma de la salud?
-Vamos a corregir lo que haya que corregir, y seguramente mantendremos los aspectos positivos. No vamos a cambiar todo simplemente porque haya sido hecho por un gobierno del FA.
-En materia de políticas sociales, ¿se mantendrá la misma línea de este gobierno?
-Eso dependerá del contexto de la asunción. Creo que las políticas de inversión social deben tener su epicentro en la escuela pública. Esto no es excluyente de lo que se ha venido otorgando como planes de asistencia social. Estamos proponiendo que las escuelas públicas que están en zonas de contexto crítico funcionen los 365 días del año, cumpliendo funciones educativas, alimenticias, sanitarias y de contención familiar. A través de la inversión focalizada en la niñez estaríamos combatiendo la pobreza y la indigencia. Lo que proponemos es más cargos docentes y mejores salarios.
-¿Cómo evalúa la política de tierras de este gobierno?
-Lamentablemente en esta administración se ha afectado el derecho de propiedad. Se han establecido limitaciones contrarias a la Constitución. Hay variadísimos ejemplos de ocupaciones de tierras y de propiedades que se concretaron bajo la tolerancia del gobierno. Esto es absolutamente inadmisible.
-¿Y en materia de relaciones laborales? Este gobierno ha apostado a poner el “dedo en la balanza” de los trabajadores.
-Creo en la negociación colectiva y en los ámbitos de discusión plural entre empresarios, trabajadores y gobierno. Pero no creo en el dedo en la balanza. Hay que defender al trabajador pero también hay que defender al empresario. Creo que le estoy dando una definición básica: sí a la negociación colectiva, sí a los Consejos de Salarios, sí a una discusión de las relaciones laborales, pero sin el dedo en la balanza. O como decíamos en campaña, sin el cuchillo del carnicero en la balanza, que a veces determinaba unos gramos de más.
-¿Está de acuerdo con el regionalismo abierto en materia de inserción internacional?
-Nosotros creemos en la región, pero Uruguay necesita una política de inserción externa que propicie entendimientos con Estados Unidos, China, Japón y con quien sea. Vázquez se perdió la oportunidad de pasar a la historia al no firmar un TLC con Estados Unidos.
-¿Qué lugar ocupan las políticas de Estado en la agenda de AN?
-La formulación de acuerdos en el pasado, fundamentalmente entre los partidos tradicionales, sirvieron para el pasado. Para el futuro, nosotros hablamos de coalición nacional. Esto significa que a partir de la constatación de que ningún partido va a tener mayorías en el Parlamento, será necesario conformar gobierno con respaldos en el Parlamento. Pretendo un gobierno conformado con representación de todos los partidos.Y lo que proyectamos hacer en los primeros sesenta o noventa días de gobierno es darle integración a los entes autónomos y servicios descentralizados con representación de todos los partidos. Esto seguramente permitirá renovar los organismos de contralor, que ha sido uno de los debes del sistema político.
-¿Qué fue lo que impidió una integración como la que usted propone en esta administración?
-Para los entes y servicios, lo que inviabilizó la integración de nuestro partido fue el incumplimiento del gobierno del acuerdo que se tenía, acuerdo que, al cambiarse, inviabilizó el entendimiento. Máxime cuando ya habíamos trasladado los nombres que nos tocaban según lo acordado. Para los organismos de contralor no se han conformado las mayorías establecidas en la Constitución como para proceder a la renovación. El FA tiene mayorías en el Parlamento, integración única en el gobierno, en las empresas públicas, en los entes y servicios, no puede pretender mayorías en los organismos de contralor, porque entonces, ¿dónde están los mecanismos de control? ¿Cómo se ejercen?
Me parece que es razonable nuestra posición, y eso fue lo que inviabilizó el entendimiento. Y la falta de confianza entre las partes, porque hay una verdad objetiva: nunca hubo, del 1º de marzo de 2005 a la fecha, alguien que en el Parlamento represente al presidente Vázquez con suficiente poder como para poder involucrar la definición del Poder Ejecutivo. Lo reconoció, con una honestidad que yo le he reconocido personalmente, el senador [José] Mujica. Dijo: la mayor responsabilidad de la mala relación del gobierno con la oposición la tiene el gobierno.
-¿Y cuáles fueron los principales errores de la oposición?
-Quizás hemos tenido errores, pero la mayor responsabilidad la tiene el gobierno. Si yo tengo todas las llaves como para propiciar un mejor diálogo, soy responsable de la calidad de ese diálogo. Yo tenía la esperanza de que podíamos transitar por caminos de entendimiento. Lamentablemente se fueron acotando. Quizás en determinados momentos hemos sido duros, sí, pero, ¿sabe una cosa? No se puede acorralar al adversario. Y el gobierno muchas veces pretendió acorralar a la oposición, entonces eso después termina desencadenando reacciones que quizás no hubieran sido las más convenientes en un clima de entendimiento.
-El FA critica el excesivo número de llamados a sala e interpelaciones a ministros...
-Pero, ¿y qué quiere? ¿Que encima no convoquemos a los ministros al Parlamento? Qué paradoja. El presidente les pidió en Rosario a los legisladores del FA que votaran la interpelación del ministro [de Economía Danilo] Astori por la reforma tributaria, pero después utilizó ese pedido para negar la entrevista que el presidente del PN le había solicitado. Si estaba de acuerdo con la interpelación, no puede utilizarla como argumento para negar un pedido de entrevista.
-El PN ha cuestionado la postura “revisionista” del gobierno del FA. ¿Un gobierno blanco impulsaría una comisión parlamentaria para investigar esta administración?
-El país tiene que salir de la cancha chica y empezar a discutir los grandes temas que hacen a la vida nacional. Esto no significa que debamos barrer la basura para debajo de la alfombra, sino no distraernos con cosas que irremediablemente nos hacen perder el tiempo. Hay que pensar de cara al futuro. No se puede avanzar mirando hacia atrás, porque corremos el riesgo de reventarnos con lo que viene por delante.
-¿Cómo evalúa la gestión del FA en la Intendencia de Paysandú?
-No creo que sea una buena gestión. Tiene enormes déficits. No voy a profundizar, porque soy respetuoso del desarrollo local, pero me limito a decir que no fue una buena administración, que se quedó en discusiones del pasado y no en la construcción de respuestas para el presente y el futuro.
Al centro y adentro
-¿Qué votos va a intentar captar el PN de cara a las próximas elecciones?
-Somos el único partido que en todas las encuestas recoge casi el mismo guarismo electoral que obtuvo en la elección de octubre de 2004. ¿De dónde captar? Bueno, creo que el PN es el centro del sistema político uruguayo y va a crecer desde ese centro. Y el FA va a volver a tener una ecuación electoral de 40 o 42% en octubre del año que viene. Ése es mi pronóstico. Y creo además que el PN es el único que tiene posibilidad de unir dentro del sistema político. El FA, con el propio presidente [Vázquez] como principal titiritero -titiritero que ahora no puede ser sustituido ni por Mujica ni por Astori, y ésa es su principal debilidad-, alcanzaba entendimientos muy frágiles en la interna que no pudo trasladar a los otros partidos del sistema político uruguayo.
-Si tuviera que decirle a un votante del PN por qué elegir Alianza Nacional y no el Herrerismo, ¿qué argumentos utilizaría?
-Yo voy a dar las razones por las cuales nosotros creemos ser la mejor opción. Creemos en un liberalismo igualitario y solidario, que también quiero definir como liberalismo inteligente. Si usted analiza las edades de los otros candidatos, somos la renovación. Fuimos la renovación del PN en la elección pasada, y ahora con 51 años somos la renovación del sistema político. Tenemos una alternativa nacional de centro y estoy convencido de que estamos en condiciones de captar esa porción del electorado que va a acrecentar el caudal electoral de nuestro partido. No estamos atados a fórmulas conservadoras. Creemos en un Estado orientador, regulador y garante. Creemos en políticas activas para propender al desarrollo, al crecimiento y al trabajo como defensa de la mejor política social que puede tener un país. Creemos en las políticas sociales y vamos a mantener lo bueno de ellas. Creemos en un desarrollo nacional integral, de un Uruguay que no quede acogotado por el centralismo asfixiante. Un Uruguay que no quede anclado en el pasado y que propicie las políticas tendientes a construir un esquema que nos permita como país dar un salto cualitativo de significación.
-¿Cuáles son los límites para que la unidad partidaria no se vea afectada?
-La unidad partidaria no va a ser afectada porque el límite es el respeto. Y si hay respeto hay dignidad, que es imprescindible para la actividad política. Como partimos de esa base, seguramente vamos a tener un margen acotado de diversidad, y desde ahí vamos a construir la unidad del PN, como lo hemos logrado en estos últimos años. Con dificultades, es cierto, porque veníamos de un período de división y enfrentamiento, en el que quizás todos tuvimos cuota parte de responsabilidad.
-Tabaré Vázquez inició una “gira pueblo a pueblo” y Lacalle respondió con su “otra campana”. ¿Qué le pareció esta iniciativa?
-Cada uno tiene su estrategia. Cada uno tiene su trillo y lo transita. Yo transito por la actividad política para que valga la pena, como decía Wilson Ferreira Aldunate, si no la actividad política termina siendo una lucha de codazos y en esa jungla no me interesa entrar.
-¿Están cerradas las heridas del pasado?
-Integramos un partido que mira el futuro y no el pasado. Los que creemos tener la capacidad de unir tenemos que estar efectivamente unidos. Ésa es una condición imprescindible dentro del sistema político de un país.
-¿Es usted el candidato con más chances de ganarle al FA en caso de triunfar en las internas?
-Le mentiría si le digo que no. Obviamente que el que está en la actividad política cree ser el mejor candidato para alcanzar el resultado que su partido pretende alcanzar. Pero es la gente la que elegirá al mejor candidato.
-¿Qué lugar va a ocupar el último gobierno blanco en la estrategia electoral de AN?
-El último gobierno del partido tuvo importantes éxitos, pudo haber tenido errores. Pero yo no invito a la gente para el pasado. La invito para el futuro. El año próximo se cumplirán veinte años del último triunfo que llevó al gobierno al PN. Fue el gobierno de 1990. Nosotros aspiramos a conducir el gobierno de 2010. Lo que sucedió en los noventa sucedió en los noventa, yo quiero ser el presidente de 2010.
-¿Y la interna del FA cómo la está visualizando? ¿Con qué candidato le gustaría competir?
-Creo que es un problema del FA. Yo no voy a hacer lo que desde algunos sectores del FA se ha pretendido hacer en mi partido, con picardía. Yo no intervengo en la interna del FA y no permito que se intervenga desde afuera en la interna del PN. Por lo tanto que el Frente elija al candidato que quiera.
El PN está en condiciones de ganarle al candidato que elija el FA. ■
Lucas Silva, Natalia Uval

Fuente: LA DIARIA, lunes 14 de julio de 2008

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