Consorcios
El Senado aprobó ayer un proyecto de ley que había sido presentado por el ingeniero blanco Ruperto Long (Movimiento Con Todos). Estamos hablando de la norma que establece pautas para la constitución y funcionamiento de los Consorcios de Exportación.
Preocupado por las dificultades que enfrentan las pequeñas y medianas empresas uruguayas para vender sus productos en el exterior, don Ruperto impulsó --con el tesón que le es habitual-- este proyecto que pretende facilitar a dichos emprendimientos todo lo relativo a la exportación. A tales efectos, se crea el Consorcio de Exportación, que no es la única solución existente pero es una alternativa que posibilitará, entre otros aspectos, aumentar la capacidad técnica y financiera sin la pérdida de la individualidad empresarial.
Ahora corresponde dar participación y hacer conocer a los empresarios cuáles son las ventajas y beneficios que ofrecen los Consorcios de Exportación, y para ello es preciso que participe también el gobierno, otorgando beneficios fiscales, financieros y otros.
Una vez aprobado el proyecto por unanimidad, fueron varias las voces nacionalistas que se hicieron oír para ensalzar a su correligionario padre de la iniciativa. Casi todos los senadores blancos elogiaron sin ahorrar adjetivos a don Ruperto y su idea plasmada ahora en ley que habrá de promulgar el Ejecutivo.
En definitiva, es un paso adelante de enorme significación para las pequeñas y medianas empresas, las que podrán, a partir de ahora, exportar sus productos con apoyo oficial.
Preocupado por las dificultades que enfrentan las pequeñas y medianas empresas uruguayas para vender sus productos en el exterior, don Ruperto impulsó --con el tesón que le es habitual-- este proyecto que pretende facilitar a dichos emprendimientos todo lo relativo a la exportación. A tales efectos, se crea el Consorcio de Exportación, que no es la única solución existente pero es una alternativa que posibilitará, entre otros aspectos, aumentar la capacidad técnica y financiera sin la pérdida de la individualidad empresarial.
Ahora corresponde dar participación y hacer conocer a los empresarios cuáles son las ventajas y beneficios que ofrecen los Consorcios de Exportación, y para ello es preciso que participe también el gobierno, otorgando beneficios fiscales, financieros y otros.
Una vez aprobado el proyecto por unanimidad, fueron varias las voces nacionalistas que se hicieron oír para ensalzar a su correligionario padre de la iniciativa. Casi todos los senadores blancos elogiaron sin ahorrar adjetivos a don Ruperto y su idea plasmada ahora en ley que habrá de promulgar el Ejecutivo.
En definitiva, es un paso adelante de enorme significación para las pequeñas y medianas empresas, las que podrán, a partir de ahora, exportar sus productos con apoyo oficial.
Fuente: Diario LA REPÚBLICA, miércoles 16 de julio de 2008
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