martes, 30 de septiembre de 2008

LA CUBA DEL RÍO DE LA PLATA




Días atrás leíamos en EL HERALDO la propuesta del diputado frenteamplista Alvaro Vega referente a boicotear a la Unión Europea por la reciente aprobación de la denominada Directiva Retorno.
La idea consiste en rechazar las invitaciones de carácter oficial que desde el Viejo Continente se hacen a los parlamentarios uruguayos para participar en diferentes eventos, haciéndoles de esa manera sentir a los europeos el rechazo que su actitud hacia los inmigrantes genera en los uruguayos.
Compartimos plenamente la propuesta del Representante Nacional y, es más, sugerimos hacerla extensible a otros países que, de una u otra manera, ofenden el orgullo y la dignidad nacionales.
Por ejemplo, rompamos relaciones diplomáticas con Argentina, que desde hace tres años mantiene cortados los puentes sobre el río Uruguay; hagámosle el boicot a Brasil, que en sus prácticas comerciales perjudica siempre a los países más pequeños del MERCOSUR; que nuestros legisladores no hagan más viajes a Venezuela, que nos regaló un placard electrónico defectuoso para el Estadio Centenario y nos trae a cuento desde hace años con el petróleo barato; no hagamos más negocios con los Estados Unidos en protesta por las ocupaciones militares de Irak y Afganistán, el bloqueo económico a Cuba, los planes desestabilizadores en Bolivia, etc, etc.
Boicoteemos a Ecuador, por habernos empatado de visitante en la última fecha de las Eliminatorias y, ya que de fútbol hablamos, que nuestra selección no vaya a jugar al próximo Mundial de Sudáfrica, porque los blancos de aquel país son racistas.
Que nuestro gobierno no haga más viajes a Israel (en solidaridad con los palestinos) ni a Corea del Sur (por mantenerse separada de Corea del Norte). Rompamos relaciones con China, porque en ese país tienen la mala costumbre de comer perros; no le vendamos más carne a Rusia, en solidaridad con la república de Georgia. Hagámosle el vacío a Bolivia porque allá son todos “narcisistas” (como acaba de descubrir la Mesa Política del Frente Amplio de Florida); que PLUNA no haga más vuelos a La Meca, porque la familia de Bin Laden vive en Arabia Saudita, y que mantenga la suspensión de los vuelos a Madrid, para que los españoles sientan nuestro desprecio.
No aceptemos los millones de euros que nos llegan frecuentemente desde la Unión Europea para financiar planes de desarrollo y digámosle a los finlandeses de Botnia que levanten la planta de Fray Bentos y se manden mudar (y, por supuesto, negémosle el permiso a la pastera española Ence para invertir en el país).
No aceptemos tampoco las decenas de millones de dólares de las remesas que año a año nos envían nuestros compatriotas radicados en el primer mundo.
Que Giachetto y Riviezzi no hagan más viajes a Canadá, en solidaridad con la minoría francófona de aquel país, oprimida por la mayoría anglófona.
Eliminemos el castellano como idioma oficial y adoptemos el quechua o el guaraní (verdaderas lenguas nativas) y cambiémosle el nombre al continente (Américo Vespucio era italiano).
En fin...
Rompamos relaciones con todo el mundo y convirtámonos en la Cuba del Río de la Plata (en lugar de la europea Suiza de América); un país cerrado y aislado del mundo, con su dignidad incólume. Total, si de proponer ideas delirantes se trata...
ALBERTO LAMAITA ES PROFESOR DE HISTORIA Y DIRIGENTE DE ALIANZA NACIONAL DE FLORIDA
Columna semanal publicada en Diario EL HERALDO, martes 30 de setiembre de 2008

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