martes, 16 de septiembre de 2008

CIFRAS QUE DUELEN


En una entrevista concedida a CX 36 Radio Centenario, el profesor Artigas Barreiro dio a conocer una serie de datos interesantes extraídos del último estudio sobre el ingreso de los hogares uruguayos realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas (datos a los que, según el citado profesor, le costó enormes esfuerzos poder acceder).
Según dicho estudio, en el período 2005 – 2006 los ingresos promedios de una familia tipo eran de $ 22.101 mensuales. El último estudio de este tipo se había realizado en el período 1994 – 1995, arrojando un ingreso promedio de $ 8.200 mensuales.
Actualizando este último valor con la evolución de los precios, tenemos que una familia que en 1995 vivía con $ 8.200, hoy necesitaría $ 32.711 para mantener el mismo promedio de vida. Tenemos entonces que en el período 2005 – 2006, el poder adquisitivo de los uruguayos cayó un 33% con respecto a diez años atrás (cifra que se mantiene e, inflación mediante, tiende a agravarse en el 2008). En definitiva, los uruguayos de hoy vivimos con dos tercios de lo que ganábamos en 1995.
Pero hay más datos.
El 20% de las familias más pobres (200.000 familias) recibe mensualmente desde $ 8.500 para abajo (cuando la canasta básica familiar sobrepasa los $ 32.000). El 60% (400.000 familias) ganan desde los $ 8.500 a los $ 16.408, en tanto el restante 20% (200.000 familias) superan los $ 30.868.
Este es el promedio, no el valor absoluto que recibe cada familia (quien gana $ 8.500 va en la misma bolsa que quien gana $ 3.000; lo mismo ocurre con las otras cifras).
Con respecto a la composición del gasto familiar, para el interior urbano, en localidades de más de 5.000 habitantes, sobre un total de $ 13.000 de gasto, la alimentación se lleva $ 3.200 y la vivienda $ 3.700 (53%). Con el resto ($ 6.100) deben cubrir los gastos de salud, educación y vestimenta (de diversión ni hablemos).
En lo que tiene que ver con la evolución de los precios, éstos se han triplicado e incluso cuadruplicado con respecto a diez años atrás. Si en 1997 por ejemplo, para comprar una determinada cantidad de huevos se necesitaban $ 100, hoy para comprar la misma cantidad se necesitan $ 324. Si antes se gastaban $ 100 en carne, para comprar ahora lo mismo se precisan $ 340. Aceites y grasas, $ 382 sobre $ 100 que se gastaban antes, y la misma relación se da en otros rubros.
Otros datos nos son aportados por El Correo de los Viernes. Durante agosto del presente año, el precio de la carne aumentó promedialmente un 4,81%. La carne picada común subió 11,03%, la falda 9,82%, la aguja 4,88%. El kilo de pollo subió 7,01%; el pan flauta 2,3% y los bizcochos con grasa 3,08%. Las frutas frescas aumentaron un 5,8% mientras las verduras, legumbres y tubérculos lo hicieron un 2,5%.
En los últimos doce meses los alimentos subieron 13,61% yla vivienda 12,46% (cuando el gobierno insiste en querer hacernos creer que la inflación no supera un dígito).
Volviendo al principio, y con estos datos a la vista, es de entender las dificultades que tuvo que sortear el profesor Artigas Barreiro para acceder a los mismos.
En fin... Hay verdades que duelen...
Alberto Lamaita es profesor de Historia y dirigente de Alianza Nacional de Florida

Columna publicada en Diario El Heraldo, martes 16 de setiembre de 2008

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