martes, 12 de febrero de 2008

COSAS DE LA JUSTICIA SOCIAL


En un informe dado a conocer días pasados por la O.NA.J.P.U (Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay), se hace saber que 146.000 jubilados de este país cobran entre $ 1775 y $ 5325; que 51.000 pensionistas cobran por debajo de $ 1775 y que más de 400.000 pasivos quedaron excluídos del famoso Sistema Nacional Integrado de Salud.

Si bien es cierto que a principios de año este sector de la población recibió un 13% de incremento en sus retribuciones, la cifra resulta engañosa, ya que mientras quienes cobran $ 1775 recibieron un aumento de $ 230,75, un jubilado que cobra $ 20.000 por ejemplo, recibió $ 2.600. Además, hay que tener en cuenta el aumento de las tarifas públicas (UTE subió un 8%) y el alza constante del costo de la vida (se dice que la inflación es de un dígito, cuando la carne en enero subió 20%) para darse cuenta de que este 13% de aumento en realidad es poco más que nada.

Con motivo del 37 aniversario de la fundación del Frente Amplio, los representantes de dicha colectividad política realizaron un balance de lo actuado hasta el momento en estos tres años de gobierno, destacando el supuesto fin de la “emergencia social” que vivía el país a la llegada de la izquierda al poder, y la drástica reducción de la pobreza: ya no hay más indigentes, y los pobres son menos que antes, nos dicen los voceros y defensores del gobierno.

Cuando hoy la canasta familiar pasa largamente los $ 30.000, decir que en el país ya no hay más indigentes y que los pobres son pocos, siendo que decenas de miles de jubilados cobran pasividades de $ 1775 y otras tantas decenas de miles de trabajadores cobran un salario promedio de $ 5000 (e incluso menos), parece una tomadura de pelo o una muestra de desconocimiento total de la realidad que padece hoy la inmensa mayoría del pueblo uruguayo.

Porque... ¿Se ha puesto a pensar alguno de estos pseudo “revolucionarios” dirigentes de izquierda cómo hace un jubilado que cobra $ 1775 para sobrevivir un mes, o cómo hace un trabajador tipo con una familia a cargo para vivir con un salario de $ 5000?

Parece que muchos viven encerrados en una caja de cristal o, como esa famosa vedette argentina, andan tras vidrios polarizados para no ver una realidad que rompe los ojos.

Los tiempos de la izquierda han dejado de ser los mismos tiempos que los del pueblo, porque mientras a éste se le reclama paciencia y se le dice que cinco años resultan insuficientes para atender su situación, para los dirigentes y cuadros militantes de la izquierda, que han sabido amoldarse rápidamente al poder, que han aprendido a acomodar el cuerpo a una velocidad asombrosa a la “nueva realidad” (de ellos), tres años han resultado más que suficientes para atender la suya propia.

Y si no tomemos el caso del “compañero” Uriarte, Secretario General de O.S.E, quien acaba de reclamar ante las autoridades del B.R.O.U el otorgamiento de una “tarjeta empresarial” (¿?) por valor de US$ 10.000, a cuenta de la contabilidad central de O.S.E (o sea, a cuenta de los contribuyentes).

Cosas que tiene la justicia social de izquierda...

Prof. Alberto Lamaita Rodríguez

Extraído de diario El Heraldo, martes 12 de febrero de 2008

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