VISITÓ AYWE AL ES PRESIDENTE Y LE REITERÓ SU COMPROMISO DE ESTAR "JUNTOS" LUEGO DEL 28 DE JUNIO
El precandidato de Alianza Nacional dio ayer una señal de reconciliación cuando fue a saludar a su contrincante en la interna, internado en el Británico. Larrañaga le dejó en claro a Lacalle que sus adversarios no son blancos.
“Nuestros enemigos son los problemas de los uruguayos, y los adversarios están fuera del Partido Nacional; adentro podemos tener diferencias pero son de proyectos políticos. Todos tenemos el compromiso indiscutible que el 28 de junio vamos a estar juntos”, le dijo el precandidato blanco Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) a su colega en la interna, Luis Alberto Lacalle (Unidad Nacional), durante su visita de ayer al hospital Británico donde el ex presidente se recuperaba de una lesión en la pierna, comentó a Ultimas Noticias el ex intendente sanducero.
Con esa señal, el líder de Alianza Nacional terminó de cerrar las suspicacias de una rotura de la interna, de la cual se especuló luego de una seguidilla de duras salidas públicas en alusión a su contrincante. Larrañaga dijo que su actitud “está en línea de nuestra forma de ser frontal y lineal”, y lo hizo para “saludarlo” y “desearle una pronta recuperación”.
Los líderes blancos se reunieron a solas por espacio de 15 minutos en la sala del cuarto piso del Británico donde se alojó Lacalle, que sufrió la rotura del tendón cuadricipital de la pierna derecha.
Larrañaga llegó acompañado del jefe del equipo de comunicación sobre las 11 horas de ayer. En la puerta lo esperaban el senador herrerista Gustavo Penadés y el diputado Jaime Trobo. Penadés lo acompañó hasta la puerta de la habitación donde esperaba la esposa de Lacalle, Julia Pou.
A partir de allí se desarrolló el encuentro que, según contaron fue “distendido” y en “buenos términos”. Una vez terminado, se abrió la puerta y se sumaron integrantes del comando de campaña de Lacalle, y el ex senador Guillermo García Costa, que se encontraba en el centro asistencial con motivo del nacimiento de su primer nieto.
Bromas y anécdotas abundaron en los casi 50 minutos de intercambio entre los blancos. “Te habrás roto la pata derecha de tanto darle ¿no?”, le preguntó bromeando Larrañaga al convaleciente. “Lo que pasa que tengo más fuerza en la izquierda”, respondió entre risas Lacalle.
El ex mandatario junto al líder de Alianza Nacional bromearon también con la casualidad de que García Costa se encontrara en el hospital para recibir a su nieto; Lacalle le preguntó a Larrañaga si iba a ir al hipódromo, pero Larrañaga no le dio pie a chiste alguno porque le respondió que tenía una recorrida en la tarde por el santoral del departamento de Canelones.
Una vez afuera, Larrañaga declaró ante las cámaras de televisión que lo esperaban que le parecía un “un hecho importante” que, “más allá de las diferencias que podamos tener, con toda lealtad y frontalidad poder venir a saludar a nuestro compañero de partido, porque hemos dicho claramente que nuestros enemigos son los problemas de la gente y los adversarios están fuera del partido”.
LA SENDA
El sábado sobre la tarde, cuando Larrañaga terminó su caravana por la rambla de Montevideo con toda su agrupación, una vez que se enteró del accidente que sufrió Lacalle, llamó al senador Gustavo Penadés para conocer los detalles.
El senador herrerista dijo ayer a Ultimas Noticias que la señal que Larrañaga transmitió con su visita fue considerada como “muy positiva”, porque significa “volver a retomar la senda de una campaña sin enfrentamientos entre correligionarios”, explicó Penadés. “Es una señal de buen compañero el haber venido a saludar a Lacalle”, insistió el legislador.
Allegados a los dos precandidatos comentaron que no se habló “ni una palabra” de las declaraciones que Larrañaga realizó en el semanario Búsqueda, así como tampoco de la polémica por el debate.
Fuente: Diario ULTIMAS NOTICIAS, lunes 11 de mayo de 2009
“Nuestros enemigos son los problemas de los uruguayos, y los adversarios están fuera del Partido Nacional; adentro podemos tener diferencias pero son de proyectos políticos. Todos tenemos el compromiso indiscutible que el 28 de junio vamos a estar juntos”, le dijo el precandidato blanco Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) a su colega en la interna, Luis Alberto Lacalle (Unidad Nacional), durante su visita de ayer al hospital Británico donde el ex presidente se recuperaba de una lesión en la pierna, comentó a Ultimas Noticias el ex intendente sanducero.
Con esa señal, el líder de Alianza Nacional terminó de cerrar las suspicacias de una rotura de la interna, de la cual se especuló luego de una seguidilla de duras salidas públicas en alusión a su contrincante. Larrañaga dijo que su actitud “está en línea de nuestra forma de ser frontal y lineal”, y lo hizo para “saludarlo” y “desearle una pronta recuperación”.
Los líderes blancos se reunieron a solas por espacio de 15 minutos en la sala del cuarto piso del Británico donde se alojó Lacalle, que sufrió la rotura del tendón cuadricipital de la pierna derecha.
Larrañaga llegó acompañado del jefe del equipo de comunicación sobre las 11 horas de ayer. En la puerta lo esperaban el senador herrerista Gustavo Penadés y el diputado Jaime Trobo. Penadés lo acompañó hasta la puerta de la habitación donde esperaba la esposa de Lacalle, Julia Pou.
A partir de allí se desarrolló el encuentro que, según contaron fue “distendido” y en “buenos términos”. Una vez terminado, se abrió la puerta y se sumaron integrantes del comando de campaña de Lacalle, y el ex senador Guillermo García Costa, que se encontraba en el centro asistencial con motivo del nacimiento de su primer nieto.
Bromas y anécdotas abundaron en los casi 50 minutos de intercambio entre los blancos. “Te habrás roto la pata derecha de tanto darle ¿no?”, le preguntó bromeando Larrañaga al convaleciente. “Lo que pasa que tengo más fuerza en la izquierda”, respondió entre risas Lacalle.
El ex mandatario junto al líder de Alianza Nacional bromearon también con la casualidad de que García Costa se encontrara en el hospital para recibir a su nieto; Lacalle le preguntó a Larrañaga si iba a ir al hipódromo, pero Larrañaga no le dio pie a chiste alguno porque le respondió que tenía una recorrida en la tarde por el santoral del departamento de Canelones.
Una vez afuera, Larrañaga declaró ante las cámaras de televisión que lo esperaban que le parecía un “un hecho importante” que, “más allá de las diferencias que podamos tener, con toda lealtad y frontalidad poder venir a saludar a nuestro compañero de partido, porque hemos dicho claramente que nuestros enemigos son los problemas de la gente y los adversarios están fuera del partido”.
LA SENDA
El sábado sobre la tarde, cuando Larrañaga terminó su caravana por la rambla de Montevideo con toda su agrupación, una vez que se enteró del accidente que sufrió Lacalle, llamó al senador Gustavo Penadés para conocer los detalles.
El senador herrerista dijo ayer a Ultimas Noticias que la señal que Larrañaga transmitió con su visita fue considerada como “muy positiva”, porque significa “volver a retomar la senda de una campaña sin enfrentamientos entre correligionarios”, explicó Penadés. “Es una señal de buen compañero el haber venido a saludar a Lacalle”, insistió el legislador.
Allegados a los dos precandidatos comentaron que no se habló “ni una palabra” de las declaraciones que Larrañaga realizó en el semanario Búsqueda, así como tampoco de la polémica por el debate.
Fuente: Diario ULTIMAS NOTICIAS, lunes 11 de mayo de 2009
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