lunes, 31 de diciembre de 2007

“LAS SERPIENTES EMPIEZAN A SUICIDARSE”



Es nuestra intención comenzar a reproducir en este blog, la columna semanal que el Compañero Alberto Lamaita escribe en Diario El Heraldo, comenzamos con la del día 26 de diciembre. La verdad que son imperdibles!!!. A disfrutarlas.

Interpretado por Gene Hackman comenta a su compañero (mientras espían una conversación de miembros del Ku Flux Klan): “Las serpientes empiezan a suiicdarse”, aludiendo al desbande que comenzaba a producirse dentro de ese grupo a medida que se estrechaba el cerco policial sobre el mismo.

El procesamiento con prisión del contador Juan Carlos Bengoa (hombre de Asamblea Uruguay) y estrechamente ligado al ministro de Economía Astori) y su banda provocó en la interna del Frente Amplio el mismo efecto que una piedra lanzada contra una colmena.

De pronto comenzaron las corridas, las acusaciones mutuas, los descargos, los intentos de marcar distancia con los involucrados en los casos de corrupción.

“No tengo conocimiento”, respondió el actual ministro de Vivienda, Mariano Arana (intendente de Montevideo cuando Bengoa era director de los Casinos Municipales), manifestando no estar al tanto de lo que hacían sus subordinados durante su gestión como intendente.

“Yo nunca estuve en la Intendencia”. “Esas cosas pasan en todos lados, no hay que darles tanta importancia”, declaró el ministro Mujica, tratando de lavarse las manos del asunto, como si su grupo no formara parte de la fuerza política hoy en el gobierno y la falta de U$S 14 millones fuesen paparruchas.

“No soy de la lista 15”, respondió a su vez la ministra de Salud, María Julia Muñoz (ex secretaria general de la IMM) cuando se supo que este sector del Partido Colorado exigía su renuncia junto con la de Arana (frase que hoy está siendo estudiada por un grupo de expertos para saber su significado).

“Bengoa es inocente y ratifico mi confianza en él”, se terminó de incinerar el ministro de Economía Astori ante las cámaras de televisión pocas horas antes de que la jueza Fanny Canessa decretara el procesamiento del “compañero”.

Ese mismo día, en el tradicional almuerzo de ADM, el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa dedicó la mitad de su discurso a denigrar a la prensa, cerrando su alocución con una metáfora sobre las ratas que provocó la reacción de los periodistas presentes (a juzgar por los últimos acontecimientos, las ratas con otras, y han sabido adaptarse muy bien a las alturas, volviéndose expertas en el arte de sobrevivir en el aire)

Mientras tanto el Congreso del Frente Amplio, reunido durante tres días, hizo la del avestruz, fingiendo no ver ni oír nada, armando un circo con la elección de su presidente para distraer la atención de su militancia.

A todo esto, parece que se ha descubierto al verdadero culpable de todo este lío que amenaza hundir el barco del progresismo en el mar de la corrupción: ni más ni menos que otro ex secretario general de la IMM, el arquitecto Hebert Inchausti, por haber respondido a un pedido de informes de la oposición y así hacer público el “caso Bengoa”, dándole armas a la tenebrosa conspiración de la derecha (o sea, la culpa no es de Bengoa –autor de la fechoría- sino de Inchausti, por haber hecho pública la estafa)

En fin…

Se revolvió el avispero progresista y ahora la consigna es ¡sálvese que pueda! (y al diablo la “fraternidad” y “solidaridad” que siempre caracterizaron a la izquierda).

Columna Semanal de Alberto Lamaita escrita en Diario El Heraldo, miércoles 26 de diciembre de 2007

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